f o u r t e e n

4K 403 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Luego de que Heeseung dejara a la chica a unas cuadras de su casa, caminó hacia esta pensando en cómo entrar sin que su madre le preguntara por su estado.

Seguramente su padre no había llegado de trabajar y llegar casi a media noche probablemente no fuera bien visto por él.

Abrió la puerta sigilosamente mientras tomaba su estómago, sufría de un dolor fuerte y un mal sabor de boca, realmente no quería que su madre la viera.

Saco sus zapatos y los cambio por sus pantuflas para hacer el menor ruido posible.

- Señorita Dongju.

La fémina saltó del susto asistiendo su corazón palpitar con fuerza.Llevó una mano hacia su pecho sintiendo a su vez un picotazo en su estómago.

- Demonios. . . Ryu, me asustaste.

- Lo siento mucho señorita, estaba un poco preocupada por usted. La señora Sarah pidió su cena y se enfrió por la espera.

Los colores abandonaron el rostro de Dongju.

- M-Mi madre ¿Ya está dormida?.

- No señorita, su madre salió al poco tiempo que usted y no ha vuelto.

- Bien. Por favor, sube un té y una pastilla para aliviar dolores.

- En seguida señorita.

La chica subió confundida y a la vez aliviada, al menos no tendría problemas con su madre, luego le diría a Ryu que mintiera sobre su hora de llegada.

Pero seguía confundida sobre la salida de su madre. Aunque por su mente paso su padre, probablemente fue a ayudarlo a la empresa. Decidió no pensar más ya que su cabeza había empezado a doler.

Se cambió de ropa y cepillo sus dientes aliviando su mal sabor. Ryu le llevó su pedido al poco tiempo de acostarse en su cama.

Tomando de su té empezó a pensar en el pelinegro, se sentía apenada por arruinar su salida. No pensó que arriesgarse a comer eso le iba a afectar de esa forma.

Varios minutos divagando en su mente empezó a sentir como sus ojos se cerraban.

Al menos podía recordar lo bonita que era su sonrisa. . .

- Iugh, salpicó mi camisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Iugh, salpicó mi camisa.- Se quejó Sunghoon con asco.

Jake y Heeseung rieron.- ¿Que acaso no sabías a lo que veníamos? - Burló Heeseung.

- Claro que si, pero tú no eres de salpicar sangre. . . Solo Jake tiene esa maña.- Murmuró lo último.

Jake rió travieso mientras se acercaba a su mochila sacando una camisa tirandosela al castaño.

- Ya deja de llorar y cambiate.

- En fin. Taka, deshazte de la basura y limpia el lugar.- Ordenó Heeseung y el hombre asintió ante el pedido de su jefe.

Los tres chicos salieron de la bodega luego que Sunghoon cambiara su camisa y de igual manera se la daba al hombre para que la desechara. Heeseung era el principal feliz.

Detestaba con todo su ser que se metieran en sus negocios, que lo traicionaran o que hablaran a sus espaldas, además le divertía hacer lo que hacía.

Jake y Sunghoon eran sus fieles compañeros, el último mencionado era un poco más suave a comparación de Jake, pero se complementaban entre sí para ayudar a Heeseung.

Eran buenos amigos, se apoyaban mutuamente y apoyaban a Heeseung en sus negocios. El pelinegro agradecía tenerlos a su lado.

- Pueden adelantarse, llamaré a Dongju.- Dijo mientras sacaba su celular.

- Deja que la princesa duerma, seguro sigue mal por tu insensatez.- Rió Jake.

- Cállate, no me lo recuerdes Jake.- Dijo Heeseung molesto.

Una vez los otros dos lejos el chico escribió el número de la chica, dudaba que le contestara siendo las dos de la madrugada pero intentar no le costaba nada.

Aunque seguramente la despertaría, mordió su labio viendo el número escrito en el teclado numeral decidiéndose pero al final se arrepintió, probablemente estuviera durmiendo luego de su salida fallida.

Solo esperaba que estuviera mejor.

Es cierto, hay que dejar dormir a la princesa. . .



without you | Lee HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora