- ¡Es un delincuente!
- Claro que lo es, ¿y?
[importante;; nenx si no te gusta el contenido, el carácter de los personajes, la narración, etc. NO LA LEAS, esto es ficción nada más.]
disfruten, muak.
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Dongju divisó al pelinegro en una banca del parque que le indicó acompañado de un cigarrillo.
La chica se acercó y se sentó a su lado con brazos cruzados.
- No sabía que fumaras -. Habló de repente asustando al pelinegro.
Este soltó una sonrisa burlona.
- Más bien, no sabes nada de mí. Aún así estás aquí, pensé que me dejarías plantado -. Dijo dando otra calada a su cigarro.
- No tenía nada que hacer -. Contesto ella.
Heeseung sonrió y terminó su cigarrillo tirandolo al suelo para patear el resto.
- Bien, vamos señorita Shin.
Heeseung se levantó tomando la mano de Dongju entrelazando sus dedos, la chica lo pasó por alto y no le dio importancia. Caminaban hacia un rumbo desconocido según la chica, mientras caminaban decidió inspeccionar al chico.
La blusa de satín que portaba con sus pantalones negros lo hacían lucir demandante, de verdad el chico tenía buen sentido al vestir. Claro, su padre se encargaba que su hijo vistiera prendas de diseñador, exclusivamente hechas para él.
¿Cuanto poder podría llegar a tener Heeseung? Había escuchado hablar de él en muchas ocasiones desde que se integró a la universidad. Desde halagos por parte de las chicas hasta insultos.
Heeseung no era un simple niño mimado y la chica lo sabía, el pelinegro de cierta forma estaba metido en negocios turbios, pero nadie se daba la diversión para hablar libremente sobre ello, capaz y les corta la cabeza uno a uno si difundían esos chismes.
Heeseung era Heeseung pero aún así ¿Por qué no provocaba temor a la chica? Desde su encuentro nocturno el corazón de la chica no dejaba de acelerarse con él cerca ¿Por qué?.
Me gusta experimentarcosasnuevas. . . Quiero descubrir tu mundo Lee Heeseung.
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- Llegamos -. Anuncio el chico sacando de sus pensamientos a la castaña.
- Heeseung. . . Caminamos mucho. . . ¿Para venir a un restaurante de hamburguesas? -. Preguntó con su ceño fruncido.
- No es cualquier restaurante de hamburguesas, es el mejor restaurante de hamburguesas en todo el centro de Seúl -. Dongju juró haber visto un brillo en los ojos del pelinegro.
- Pero. . . Yo no puedo comer esto -. Dijo la chica mientras era arrastrada por Heeseung.
- ¿Por qué no?.
- Mi dieta no lo permite además mamá de enfadaria mucho si sabe que le falte a las 'cosas saludables' -. Respondio dudosa mientras el chico ya se encontraba viendo el menú.
- Dongju -. Llamo el pelinegro obteniendo un 'mmh' como respuesta.- Aquí no está tu madre, estás conmigo. Ahora toma la carta y elige que hamburguesa quieres saborear.
Eres todo un caso Lee Heeseung.
La chica suspiró y tomó el menú, desde pequeña no comía una hamburguesa, claro que estaba deseosa por comer una, se tranquilizo y inspeccionó el menú.
Segundos después llegó un mesero a tomar su orden, por lo que observaba Heeseung se llevaba muy bien con él, por lo que los atendió con amabilidad.
- Su cena viene pronto señorita Dongju -. Sonrió el pelinegro frente a ella.
