Relatos Románticos

• Amor pasajero •

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"No existe flor más bella en esta isla que tú..."

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" No fue más que un amor pasajero..."

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   El sonido al cerrar la maleta envolvió todo el ambiente en mi habitación.

   Me sacudí las manos con una sonrisa en la cara, observando como lucía mi maleta después de echar en su interior gran parte de la ropa en mi armario. Mis manos ahora se colocaron en mi cintura y observé mi habitación. Todo bastante ordenado.

   Suspiré con mucho ánimo, tomé mi maleta y salí emocionada de la habitación. Bajé las escaleras y llegué a la cocina donde mamá estaba sin borrar la sonrisa en mi cara.

   Al llegar al lado de mamá, ella se volteó hacia mí, y me sonrió con emoción también.—¿Lista para irnos, cariño?

   Asentí con mucha emoción.

   La cosa es que dentro de pocas horas, mamá y yo iríamos juntas a una playa tropical maravillosa, según dicen. Ambas estamos emocionadas, puesto que jamás habíamos tenido la oportunidad de viajar a lugares como una playa tropical, además que no estaríamos en cualquier hotel: ¡Sería un Resort lujoso donde nos atenderían como reinas!

   Nos ganamos los pasajes y estadía en el hotel gracias a un sorteo en el trabajo de mamá. Siempre hacían sorteos con distintos premios increíbles, como autos, dinero o viajes. Jamás habíamos tenido la oportunidad de ganar algo, lo mínimo que mamá habrá ganado fue un vino costoso para acompañar con mariscos, por lo que estábamos muy emocionadas y no queríamos para nada arruinar esta maravillosa oportunidad.

—Vamos, hija.— Dijo mamá y me tomó suavemente la mano para irnos. Fuera nos esperaba el novio de mamá, Josh, quien nos iría a dejar al aeropuerto. 

   Se saludaron con un beso en los labios.—¿Listas para el viaje, hermosas señoritas?— Dijo Josh, nosotras asentimos con emoción. Nos abrió la puerta y subimos.

   Mamá y Josh se conocieron en el trabajo, luego de que papá y mamá se divorciaran. Ella había quedado devastada, y Josh la consoló y apoyó, hasta que logró ganarse su corazón, y quizás el mío. Aunque me hace feliz verlos juntos.

   Sigo viendo a mi padre biológico, a pesar de que él ha vuelto a crear una nueva familia con una nueva mujer, quien es sumamente desagradable, arrogante e hipócrita. Tiene dos hijas con ella, quienes son la copia de aquella mujer. Suelo ir a ver a mi padre sábado o domingo cada semana, y lo bueno es que desde que era pequeña, mi padre comprendió que no quería estar cerca o relacionarme con su nueva esposa e hijas, por lo que nos juntamos a comer algo, o ir a andar en bicicleta, entre otros.