Relatos Románticos

•¿A quién elijo?•

"...Ambos queremos estar a tu lado..."

~•~•~•~•~

   Los tres nos encontrábamos sentados en una manta, haciendo un picnic. Yo era muy unida a ellos, pero al contrario, ellos peleaban frecuentemente y no me daban a saber el por qué. Aaron que se encontraba a mi izquierda, es el típico chico guapo, dulce e inteligente, tenía cabellos castaños y unos hermosos ojos azules. Y al otro lado se encontraba Axel, un chico estilo "bad boy", es muy cruel e indiferente con los demás pero muy amable y simpático conmigo, el tenía cabellos negros y unos hipnotizantes ojos como esmeraldas. Ambos muy altos. De repente, Aaron se levantó, confundiéndome a mi y a Axel. 

—Ya vuelvo, iré al baño.—Habló, dándome una radiante sonrisa, luego dirigió una mirada de "advertencia" a Axel, quien solo lo ignoró.

   Axel soltó un suspiro cuando Aaron desapareció entre los senderos. Apoyó su espalda en el tronco de un sauce que se encontraba detrás de nosotros. Me miró con sus intensos ojos verdes y con su mano izquierda me atrajo hacia él tomándome de la cintura. Me sorprendí cuando lo hizo, pero me dejé llevar, para mí Axel era un buen chico, bueno solo cuando estaba conmigo. Apoyó mi cabeza en su hombro, provocando que inhalara su masculino aroma. Entrelazó su mano con la mía y la besó. 

—Te amo,___, y quiero que seas...Mía...—Susurró en mi oído, provocando que sintiera una extraña sensación, como las mariposas en el estómago. 

   Posicionó su mano en mi mentón y lo levantó para mirar su hermoso rostro. Yo estaba congelada. Sus ojos recorrieron todo mi rostro, hasta que se toparon con mis labios. Empezó a acercarse a mis labios, y cuando planeaba unirlos, una lata de bebida impactó contra su rostro, provocando que él girara su rostro hacia otro lado y quitar sus manos de mi cuerpo para colocarlas ahora en la zona donde la lata golpeó. Me voltee hacia donde provino la lata, y observé que fue Aaron quien lanzó aquel objeto. Los puños de Aaron estaban cerrados con fuerza y una vena en su cuello parecía querer explotar.

—¡Tú dijiste que no harías nada!— Exclamó enojado, mirando con furia al hombre sentado en el suelo acariciando su mejilla que se encontraba roja por el anterior golpe. Yo solo me mantuve congelada, mirando la escena asustada e impactada. ¿Era así como ambos se trataban?

—Nunca prometí nada...

   Ahora fue Axel quien habló, provocando mas enojo en Aaron. De repente, este último me tomó de la muñeca y me levantó, alejandome de Axel. Solté un quejido de dolor cuando Aaron tomó mi muñeca, la fuerza con la que la tomó fue mucha.

—¡Aaron, suéltame! ¡Mi muñeca duele!

—¡Suéltala, imbécil! ¡La lastimas!

   Aaron reaccionó y fue soltando mi muñeca lentamente. La acarició y besó con delicadeza. Se separó rápidamente ya que Axel lo había empujado realmente fuerte. Este último planeaba besarme pero Aaron se avalanzó sobre él golpeándolo en el rostro. 

   Ellos estaban actuando como verdaderos animales peleando por la hembra, estaba asustada, atemorizada y miles de sinónimos de susto, aparte de sorprendida también. Miles de preguntas invadían mi mente, ¿Ambos se odiaron desde el inicio? ¿Antes eran amigos...y por mi dejaron de serlo? ¿Siempre fui la causa de sus constantes peleas? Cuando volví a la realidad, grité con enojo provocando la atención de ambos hombres: