"Eres fuerte, y por supuesto, hermosa..."
~•~•~•~•~
—Quizás deberías entrenar para defensa personal.
Dijo mi madre, Lilian. Yo suspiré cansada.
Últimamente, fui víctima de un robo. Iba caminando por una calle cerca de la casa de mis padres, y era medio-día. Regresaba de mi trabajo, muy cansada, especialmente porque caminaba con unos tacones que estaban matando mis pies. De repente, sentí el sonido de una botas o zapatos caminando detrás de mí, de una manera acelerada. Me voltee, y observé como dos hombres me seguían por la acera, y uno de ellos caminaba por la calle. Cuando me vieron voltear, corrieron hacia mí. Intenté gritar por ayuda, pero los hombres ya habían llegado a mi lado, y uno de ellos puso su pegajosa pero fuerte mano en mi boca, mientras me retenía en sus brazos para que sus compañeros pudieran quitarme mis pertenencias.
Mordí fuertemente la mano del hombre que me cubría, gruñó y me dió una fuerte cachetada.
—Listo, no tiene nada más.—Dijo apresuradamente uno de ellos, mientras metía todos mis objetos de valor.—Vámonos.
—¿No crees que podamos quedarnos un tiempo más, a divertirnos con ésta preciosura?—Dijo uno de los hombres mientras me miraba recorriendo todo mi cuerpo sin disimulo. Sentí asco mientras lágrimas se acumulaban en mis ojos, preferiría que tomaran todos mis objetos, joyas, tecnología, a que tocaran mi cuerpo y se atrevieran a tomar una de las cosas más preciadas de mí.
—No, idiota, ya no tenemos tiempo.—Sentí alivio a escuchar eso del primero que había hablado. Pero de repente, sentí una textura áspera en mis piernas. El hombre pervertido con una de sus manos había empezado a tocar mi muslo derecho. Intenté gritar pero la mano del otro me detuvo.
—Joder, imbécil, no hay tiempo.
Una voz femenina chilló pidiendo ayuda mientras observaba la escena. Los tres hombres se miraron entre sí. El hombre que me retenía me tiró al suelo soltándome y corrieron los tres al final de la calle por donde lo ví desaparecer.
Rápidamente, la chica que había gritado ayuda con unos cuantos vecinos más vinieron a ayudarme y a ver cómo estaba, mientras otros llamaban a la policía.
Un escalofrío me recorrió mientras los recuerdos de esa tarde venían a mi mente. E instintivamente cubrí mis piernas con la manta sobre éstas. Mi mamá, que estaba sentada al lado mío, pasó su brazo sobre mis hombros, y me abrazó reconfortándome. Unos sollozos junto con unas lágrimas me acompañaron.
—No te preocupes hijita.—Me consoló, la abracé más fuerte.—Todo va a estar bien, ¿si? Le diré a tu primo Kyle que te consiga un entrenador.
Kyle, mi primo, forma parte de la policía. Somos muy unidos, y cuando se enteró de esto, su expresión de furia no se fue hasta que pudo golpear una bolsa de boxeo hasta el cansancio.
Sorbí mis mocos, y mi mamá me limpió las lágrimas con un pañuelo.—Todo va a estar bien cariño. Tu sabes que ofrecen clases de defensa personal a las personas que lo requieran, como tú. Y no te preocupes, buscaremos un psicólogo también si deseas.
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Relatos Románticos
Romance• ¿Desearías soñar con una persona que se te declare de una forma realmente hermosa? • ¿Te gustaría vivir un momento lleno de amor y cariños con la persona que te gusta? • O quizás... Soñar con momentos de ensueño con una persona, en la que se desar...