Tenemos una Boda

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Gyro estaba sudando, las gotas corrían por su frente y Johnny por su lado; ya no podía más. Las piernas del jóven Joestar tenían que mejorar, sostenerse con las muletas lastimaba los brazos de Johnny y quién mejor que Gyro para ayudarle a recobrar la fuerza de las piernas. Ese día en particular, habían decidido ponerle más empeño. Johnny ya no soportaba más, sentía que los ejercicios eran inútiles porque el lugar de sentir que tenía muslos resistentes, sentía que era su trasero el único que conseguía fuerza.

ㅡ ¡Gyro, me duele el culo!ㅡ Johnny lloriqueaba pero el italiano no se iba a rendir.

ㅡ ¡Ya casi!ㅡ Solo 3 repeticiones más y Johnny podría romper su récord personal.

ㅡ ¡Me voy a morir!ㅡ Johnny tenía el cabello suficientemente largo para hacerse una colita de caballo, se veía adorable pero era extraño verlo sin el gorro.

ㅡ ¡Solo 3 más!ㅡ Johnny consiguió uno, luego otro y al tercero su cuerpo se hizo gelatina; relajó los músculosㅡ ¿Viste qué no te ibas a morir?

ㅡ Estoy muerto, hablas con mi fantasmaㅡ Johnny quería una ducha, una maldita ducha y una hamburguesa; solo eso pedía.

ㅡ Señor fantasma de mi novio, ¿No desea ir a comer conmigo?ㅡ Johnny abrió un ojo curioso, Gyro ya lo teníaㅡ ¿Rohan's & Tonio?

ㅡ Acepto tu propuesta indecorosaㅡ Johnny estiró sus brazos para ser cargado, ambos sudaban asquerosamente pero no les importaba.

ㅡ Apestas a culoㅡ dijo Gyro, Johnny se rió.

ㅡ Hueles peor que la mierdaㅡ contestó.

ㅡ Ahhh, te amo tantoㅡ sin duda una pareja debía tenerse confianza, las primeras semanas habían estado llenas de sexo y con el pasar del tiempo; tuvieron problemas.

Gyro era una persona muy velluda, eso lo sabía Johnny de antemano, pero no pensó que la barba de su novio creciera en tan solo horas; la cañería de ambos fué un desastre por lo mismo. En el caso de Johnny, para Gyro era un dolor de cabeza tener que saber que productos le hacían daño a Johnny, aprendió lo suficiente de los caros perfumes de su novio durante ese tiempo.

Las duchas en pareja eran la peor parte probablemente, Gyro se bañaba con el agua casi hirviendo y Johnny con agua helada; por lo que decidieron no tener duchas juntos a la forma convencional. Por las cuestiones de la cama, Johnny dormía hecho un desastre, se movía demasiado y en más de una ocasión Gyro despertó en el piso.

Las dotaciones de café se acabaron tam solo en 5 días con Gyro, tomaba café mínimo 3 veces al día, ni siquiera porque tenía que estar despierto, los italianos tomaban mucho café. ¿Labores domésticas? Ambos eran un equipo perfecto para limpiar su casa, no tenían problemas en eso.

Cuando Johnny era niño, su padre lo acostumbró a recoger su plato aunque tuvieran servidumbre y en el caso de Gyro; su padre lo obligaba a ser la servidumbre. Así como tenían sus desperfectos tenían sus cosas como pareja que complementaban el uno al otro.

Gyro era tan alto como para arreglar focos sin tener que ponerse de puntillas y Johnny era tan comelón que cuando Gyro despertaba con ganas de cocinar, él disfrutaría con gusto. El sazón de Gyro no es para cualquiera, a veces tienes que comer carne demasiado quemada y pan algo crudo por dentro pero para Johnny cada cosa que hacía era una delicia.

Además, las pequeñas manos de Johnny eran perfectas para arreglar cosas, controles de televisión, cableado, puertas, etc. Gyro enseñó a Johnny lo maravilloso de la vida y Johnny le enseñó a vivirla.

No eran una pareja perfecta, eso lo podrías saber tan solo con mirarlos pero sim duda eran algo que funcionaba, algo donde no había lugar para un tercero y eso era adorable.

Commodity • GyJo, Doctor Parte IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora