Capítulo 4⁚

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''Sin embargo, la vida no es tontamente color rosa''. - Ese fue mi último pensamiento al ver a la magnífica amiga de mi madre estrellarse y hacer un ruido escalofriantemente fuerte contra mi cara.

- ¡Pum!

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Fin del pov de Yuzu

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Pov narrador:

Yuzu ¡¡Aaaaaaaaaah mamá, me rompiste la nariz‼- Gritaba mientras se sostenía la nariz, sin embargo, lo único que recibió de su madre fue un rotundo silencio.

Yuzu, al notar la incómoda y repentina atmósfera, levanta rápidamente su cabeza para ver a su dulce madre.

Cuando Yuzu miro a Ume, se sorprendió al notar que Ume la miraba fijamente con cierto sonrojo, su madre estaba sonrojada, pero ¿por qué?, eso iba a preguntar, no obstante, antes de siquiera mover la lengua, escucho sonoras carcajadas las cuales provenían de su madre.

Ume: HaHaHaHaHaHaHaHaHa

Yuzu: Mamá, ¿por qué de repente te ríes? – Preguntó con cierto desconcierto mostrando en su rostro algo de enojo.

Ume: Hahahahahahahaha, Yuzu, te lo digo ahora porque, hahahahahahaha, eh... Hahahahahahahahaha - intentaba hablar, pero las palabras simplemente no le salían.

Yuzu: ¡Mamá! - Gritó, quería causar un impacto en su madre para que dejara de reírse.

Ume: Jejejeje, ya, jajajaja, esta bien- Decía con un puchero intentando no reírse delante de la Yuzu enojada. - Yuzu, cariño, mírate en el espejo amor - decía con cara seria para luego soltar otra carcajada.

Yuzu se dio media vuelta y quedo frente al espejo, estaba impactada por el increíble tatuaje de la poderosa amiga de su mamá, ella no pudo hacer nada, simplemente se quedó allí, observando un nuevo rastro en su hermosa cara.

Justo en medio del rostro de Yuzu, había una marca del golpe que había recibido minutos atrás por la chancla de su mamá, estaba increíblemente marcado, su color era un tono rojo con un poco de rosado, valla que era un golpe perfectamente fuerte, esta es la razón por la cual a Yuzu no le gusta hacer enojar a su mamá.

Yuzu: 'Hoy será un largo día'- Susurró con pequeñas gotas de lágrimas en los ojos, mientras escuchaba a su madre burlarse de ella.

''Ese día, Yuzu quiso mejorar sus reflejos''

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Yuzu salió de su casa corriendo ya que iba a llegar tarde a la academia, aunque el hecho de que esta vez llegue tarde es absolutamente culpa de su madre.

Flashback:

Ume: Yuzu, ya deja de moverte por favor hahahaha, así no te podré colocar el maquillaje – Decía mientras intentaba maquillar a Yuzu la cual no dejaba de moverse.

Yuzu: Pero mi nariz duele mamá. - Dijo mientras intentaba sostener su nariz.

Ume: Hahahaha ahora quien es el payaso, ''cara de chancla.'' - Dijo mientras reía una vez más a carcajadas - El karma manda, pendeja.

Yuzu: Dices eso, pero sigues con tu cara de payaso, mamá. - Dijo con una sonrisa victoriosa mientras miraba a su madre. Su rostro cambió cuando vio a su madre levantando su otra chancla - mamá, ¿qué haces mami hermosa y bella? ¡baja esa arma! - Gritaba asustada levantándose rápidamente de la silla y corriendo a la puerta, pero no había remedio, la chancla de Ume fue más rápido y se pegó directo en su espalda - ¡aaaaaaaaaah! 

Sin duda, el brazo de Ume y su puntería no eran normales.

Ume: ¿A quién le dices payaso? cara de chancla - Sonreía victoriosa por su hermosa puntería y por el segundo tatuaje de su hija que ahora estaba en su espalda.

Yuzu solo pudo llorar por el dolor de su espalda, arruinando así su maquillaje, ahora había que rehacerlo.

Fin del flashback.

(Con todo esto, supongo que intentaré no gritar en las mañanas. Cierto, mamá es una muy buena maquilladora, ella no dejó rastro de mis ojeras, aunque cuando las vio puso una cara triste. Mi mamá siempre parece que lo sabe todo incluso sin decirle.) - Pensaba Yuzu mientras corría hacia la academia, recordando el abrazo que le dio su mamá antes de salir de casa.

Yuzu corrió todo lo que pudo, hasta que logro visualizar la academia en la cual estaba Himeko quien estaba cerrando la puerta. Yuzu corrió a toda velocidad y le gritó a Himeko mientras lo hacía. 

Yuzu: ¡Cejas- Chan! es-pera, ¡no cie-rres! - Gritaba quedándose sin aliento.

Himeko: Otra vez tarde, Aihara Yuzu, la próxima vez te dejo afuera por irresponsable, y por favor, deja de llamarme de una centellada vez: Cejas-Chan. Mi nombre es Himeko.

Yuzu: Sí, Cejas-Chan. – Ella reiteró su apodo – Oye, ¿cuándo me vas a dar la fórmula para crear la permanente? – Preguntó bromeando con Himeko mientras llenaba de aire sus pulmones.

A ella le encantaba escucharle la boca al minion.

Himeko ¡¡Que son naturales, maldita teñida‼

Luego de aguantar el sermón super largo de Cejas-Chan, Yuzu precedió a ir a su aula la cual por suerte aún no ha llegado el maestro y en la que se encontraba su mejor amiga.

Harumin ¡Yuzuchi! – Exclamó luego de abrazar fuertemente a Yuzu.

Yuzu Ha... Harumin, no... Puedo... res-pi-rar - Decía, ahogándose entre los grandes pechos de la peli ciruela.

Harumin Ah, lo siento, es la costumbre - Decía mientras la soltaba y la observaba intentando recuperar el aire robado.

Luego de que Yuzu y Harumin conversaran de cualquier cosa, llegó el maestro a impartir las clases, después de su tiempo en la academia; Yuzu, Harumin, Matsuri y Nene fueron a una cafetería cercana a la escuela, en donde estudiaban y bromeaban hasta que se separaban, aunque la persona que más estudiaba de ese grupo extrañamente era Yuzu.

''Toda esta rutina siguió durante los próximos 6 meses.''

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Continuará...

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Aquí termina el capítulo de ¡¡Por favor, tomemos caminos separados!! - CITRUS.

Su linda autora-chan, los anima a que me sigan, voten y comenten ¿qué les pareció el capítulo? ¡Entonces, sin nada más que decir, me despido... Sayonara!

Con amor: Yuniper.

¡¡Por favor, tomemos caminos separados‼ - CITRUS (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora