- (''Pensé que mentías, cuando dijiste que en cualquier momento te podías alejar de mi'', pero aquí estamos, bailando en esa melodía que tanto nos gusta.) - Pensaba una castaña, no dejaba de dar vueltas y vueltas en la sala de su casa junto a su esposa. La música de fondo iba en su parte favorita, el nombre de la canción era: Dancing with your ghost, por alguna razón, siempre le gusto esa canción desde la primera vez que la escucho, así que le tomo dos segundos decirle a su amada que a partir de ese día bailen juntas esa melodía todas las noches, sin importar lo lejos que la una se encuentre de la otra, todas las noches, a la misma hora, los 7 días de la semana durante los 365 días del año, bailarían esa canción, incluso estando a solas.
Recuerdos de Yuzu de hace nueve años:
Estaba la rubia acostada en el sofá, su cabeza recostada encima del regazo de su esposa, sus ojos cerrados, ella disfrutaba de la paz que había, y es que eran justamente las doce de la madrugada, sus hijos ya estaban dormidos, ellas también deberían dormir, sobre todo Yuzu, ya que tenía que ir a la universidad en las mañanas y al trabajo en las tardes. Todo era tan pesado, además de que, había pasado un tiempo desde que estaba tan serena al lado de su esposa, adoraba estar así con ella, hacia lo posible para no pensar en sus deberes domésticos como escolares y laborales... Y es que, para ella, era un maldito martirio estar horas y horas afuera y llegar a casa y encontrar a sus hijos dormidos, y si contaba con menos suerte, su mujer también, ¡joder!, solo quiere un minuto en paz, pero su maldito jefe no la deja tranquila con trabajos rutinarios y sus maestros piensan que no tiene vida, su familia se ha vuelto la razón de su ser, sin embargo, tiene que esperar horas para verla, ¡carajo! solo tiene 23 años, ¡maldita sea, paz para mi vida! – En esos momentos, esos eran los únicos pensamientos que rondaban por su cabeza, eso hizo que, sin darse cuenta, frunciera su ceño, provocando la mirada de su esposa la cual se encontraba distraída con los audífonos puestos escuchando música, según ella, era la mejor manera de escapar de la realidad, a pesar de ello, cuando vio a su hermosa rubia fruncir su ceño, rápidamente, colocó su mano en su cabeza, específicamente en su cabello, y, procedió a acariciarla suavemente, como si estuviera tocando al ser más preciado de su mundo, y es que para ella, Yuzu, si lo es... es su todo. La rubia dejo de fruncir el ceño por el repentino toque, abrió los ojos lentamente, desvió su mirada a su dulce y loca esposa, ella, la miraba con una sonrisa tierna y adorable que hacía que su corazón saltara de ternura.
- ¿Qué pasa amor? ¿por qué de repente frunces el ceño? ¿te pasa algo? ¿hay algo que quieras decirme, cariño? - Pregunta, mientras la mira preocupada.
- No amor – Responde la rubia.
- Yuzu – La llama, con una ceja alzada, la miraba interrogativa, ya que ella sabe mejor que nadie que Yuzu está mintiendo.
- Ya, ya, ya – sonríe - ahora no se puede fruncir el ceño porque ya piensan que a uno le está pasando algo de gravedad.
- No es eso, cariño, es solo que me preocupo, ya sabes como soy, dulzura. – La mira con ternura.
- Y te lo agradezco mucho... Bueno, solo pensaba en mi estresante vida, y, en las ganas que tengo de que ya lleguen las vacaciones para irnos con los niños de viaje como todos los años, a un lugar donde no allá mosquitos, claro. - Dice riendo mientras mira como su adorable esposa se sonroja. - Por cierto, ¿qué escuchas? te veo desde hace rato con la mirada perdida. - Pregunta curiosa.
- Oh, es que me encontré una canción buenísima, se llama Dancing whith your ghost de Sasha Sloan. - Responde enérgicamente, con una energía de la cual no se sabe de dónde rayos y centellas ha sacado. - ¿Quieres escucharla?, es linda. - Dice, repentinamente nerviosa y sonrojada, por la respuesta de la rubia.
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¡¡Por favor, tomemos caminos separados‼ - CITRUS (EN EDICIÓN)
FanficLuego de que Mei le dejara la carta de despedida a Yuzu, Yuzu decide tomar cartas en el asunto. ¿Qué pasara? , descúbrelo aquí‼.