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Las gotas corren, libres como las gotas de agua sobre las ojas de los arboles, o sobre las ventanillas de los automoviles cuando llueve, siempre creímos que jugaban carreras y elegiamos una para ver si ganaba. Pero no es lo mismo, esas gotas eran transparentes, puras como una flor que florece en un dia soleado; en cambio estas gotas son oscuras, casi como una tormenta, destilando un brillante rojo casi bordo.

Cualquiera diria que es un acto mundano y de poca fé, pero en ocaciones es lo unico que funciona para tranquilizarse, ver como esas pequeñas gotas son liberadas y resbalan manchando todo lo que tocan. Desde la piel hasta el filo de la navaja con la que fue cortada.

Es arte para quien lo sabe apreciar, ver esa hoja de metal afilada dejando un camino rojo intenso por unos delgados brazos y esos pequeños tonos verdes que son la ruta por la cual viajan esos pequeños cristales rojos. Tantos colores, unos mas brillantes y vivos y otros mas opacos y apagados.

Pero lentamente esos colores van cambiando a medida que pasa el tiempo; despues de haber desgarrado la piel y que las pequeñas gotas de sangre cayeran, estas se empiesan a secar, tornandose de un color marrón casi llegando a negro y a su alrededor la piel hinchada y colorada por haber sido lastimada, luego la sangre seca se cae y debajo de esa capa oscura se puede ver como la piel vuelve a tomar su color normal poco a poco, pero con una linea un tono de piel mas clara de lo normal, dejando de recuerdo todo ese proceso algo extraño pero que para muchos es fascinante.

Pero como todo lo bueno acaba se escucho el timbre de la escuela sonar, por lo que rapidamente el pequeño castaño agarro una venda de su mochila y empeso a envolver su brazo para luego bajar la manga del buzo y salir del cubiculo de baño en el que se encontraba y luego ir hacia el salón donde iba a tomar las primeras clases del dia.

Siendo nuevamente un aburrido lunes el cielo se veía gris, en cualquier momento lloveria lo cual es genial, hay gente que cree que los dias así son tristes y aburridos, pero Jungkook creia todo lo contrario, para él estos dias son los mas lindos.

Entro a su salon de clases yendo hacia su respectivo lugar a tomar asiento hasta que...

-Jeon Jungkook ¿donde te habías metido?- pregunto el profesor con notable molestia.

-Fui al baño- contestó simple esperando que no se enoje más.

-Esta bien ve a sentarte- Jungkook soltó un pequeño suspiro y fue a sentarse, atrás de todo para ser mas exactos, empezó a sacar los útiles mientras sentia varios ojos sobre él. Intentó no darle importancia y no levantar la cabeza.

-Bien alumnos empesemos la clase- y ahí vamos, horas de aburrimiento insufrible que soportar.

Literalmente no estaba prestando atención a lo que explicaba el profesor, con solo ver esa mezcla de signos números y letras en el pizarron ya le hacía doler la cabeza, si, matematicas, es decir ¿podia pasar algo peor?

Y si, la respuesta era si, porque inmediatamente que termino de pensar aquello comenzó a escuchar murmullos a los costados mientras ve como una bolita de papel cae sobre la mesa, era obvio de que iba eso, pero quería saber con que salían ahora. Así que la agarró y comenzó a desarmarla para luego leer otra de las verdades mas dolorosas en él, porque a pesar que cosas infantiles como estas no deberian afectarle, lo hacían. El papel decia con letra clara y en lapicera azul "vete de esta escuela maldito demonio".

Intentando controlar las ganas de llorar el castaño arrugo el papelito y lo tiró a un costado mientras el profesor no veía.

El día pasó y ya se hacia hora de volver a su casa, pero como no tenia ganas agarro sus cosas y rapidamente se fue hacía otro lado.

Las calles estaban vacias, casi desiertas solo algún que otro auto probablemente yendo a su casa a cenar. A lo lejos se dejo ver una pequeña plazita, estaba haciendo frío y ya casi estaba completamente oscuro por lo que esta estaba claramente vacía, Kook se acercó hasta un banco que había ahí y tranquilamente tomo asiento para poder descansar las piernas, es verdad que desde la escuela hasta ahí no habia un largo camino que recorrer pero de todas maneras estaba cansado, a pesar de correr un gran riesgo de que intenten cometer algun acto de violencia contra él estubo unos minutos mirando el cielo, en el cuál las estrellas eran inexistentes, en cambio éste estaba cubierto de una capa espesa de nubes oscuras.

El frío estaba comenzando a ser cada vez menos soportable, y de a poco las gotas de agua comenzaban a caer, al fin iba a llover, cada vez las gotas se hacían mas constantes por lo que Jungkook se levantó y empezó a caminar en dirección a su casa, la cuál solo quedaba a unas cuadras, en el transcurso de la vuelta a su hogar notó que se acercaba otra persona, vestida de negro y con la capucha puesta. Emanaba un aura oscura, cuando se cruzaron, esa persona levanta la mirada, haciendo contacto visual por unos segundos con Jungkook, ese poco tiempo fue suficiente para el castaño saber que esos ojos, los cuales no se podían percibir bien el color por la poca luz, se encontraban llenos de sufrimiento, iguales a los de Jungkook, a diferencia que había algo diferente en esos porque a pesar que denotaban el dolor de una persona tambien tenían ese toque que lo hacia diferente, como si hubiesen dos personas en una.

Siguió caminando mientras pensaba en ese chico con ojos tristes, fue muy poco tiempo el que tuvo para apreciarlos, pero el suficiente para saber que habia tenido mucho sufrimiento y dolor en su vida, cuando se dio cuenta que ya estaba llegando a su casa. Sacó las llaves del bolsillo y abrió la puerta dejando las zapatillas todas mojadas afuera.

-Hijo llegaste- dijo emocionada Minsoo su madre -la comida ya esta lista ve a cambiarte y ven a comer.

-Esta bien mamá ya comi en la escuela gracias-

-Pero come de nuevo- lo miro con una cara suplicante.

-Ella tiene razón ven a comer- hablo su padre desde el comedor.

El menor no se encontraba con ganas de comer pero no le quedo otra opción que obedecer -Esta bien, voy a cambiarme- dicho esto subió a su habitación, dejando la mochila a un costado y se sacó la ropa mojada para ponerse una más comoda y luego comenzó a bajar las escaleras a un paso bastante lento.

-Kookie cuentanos como te fue en la escuela- habló Minsoo mirando expectante a Kook.

-Bien, la semana que viene tengo un examen-

-Ahh estudia mucho y trae una buena nota- dijo el hombre serio.

-Si papá-

La cena transcurrió en silencio, lo unico que se escuchaba eran las noticias. La cual estaba anunciando el caso de un asesinato escalofriante.

-El cuerpo se encontró en varios basureros de la ciudad, aparentemente el asesino a descuartizado el cuerpo con algún artefacto punzante y luego distribuido los pedazos en varios lugares. Los forenses estan investigando las huellas dactilares para dar con el asesino, pero hasta ahora no encuentran nada. Seguiremos con este caso cuando obtengamos mas información- se escuchaban las palabras dichas por la joven mujer periodista quien a pesar de estar dando a conocer una tragedia como esa se mantenía firme y seria.

-Ultimamente el mundo es una locura, ya no hay seguridad- reclamo el hombre.

-Termine de comer, ¿puedo subir a mi habitación?- preguntó Jungkook a lo que su madre asintió.

La noche estaba tranquila, se escuchaban las gotas de lluvia cayendo sobre el techo, pero no era momento de dormir, el joven chico tenia que estudiar para sacar una buena nota en el examen, así que sacó sus libros y se dedicó a leer intentando entender sobre lo que hablaba.

Habian pasado horas desde que el castaño había empesado a estudiar en esa habitación oscura y solitaria, con solo las paredes como testigo de todo el esfuerzo que ponía, eran aproximadamente las tres de la mañana, cansado y con sueño bajo a buscar agua y al subir se recostó en su cama para poder descansar un rato mirando las gotas de lluvia correr por la ventana.

~15/12/21~

Ilusión | Vkook |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora