El comandante se había levantado más temprano de lo usual esa mañana, era raro para alguien que había usado toda su energía la noche anterior, se dirigió a su oficina luego de acariciar el cabello del pelinegro que se encontraba dormido profundamente, dejándolo en su habitación toda la mañana. Comenzó a hacer los planes del campamento que realizarían en unos meses para estudiar al pueblo del noroeste, estaba inseguro de atacar sabía que luego se arrepentiría pero tenía que seguir adelante y acabar con todos los pueblos que quedaban.
La primera vez que atacaron un pueblo fue con su padre hace unos 7 años atrás, ese día quería hacer todo para impedirlo pero no lo había logrado su padre estaba decidido en llevar acabo aquel exterminio, era demasiado cruel de su parte matar a cientos de personas inocentes, Erwin no quería llegar a ser como su padre, pero desde que murió, no le había quedado de otra más que fingir ser alguien que no quería ser.
— ¿Ya despertaste? — Entró el rubio a su habitación cerrando la puerta con un pie y teniendo una bandeja en sus manos.
Levi seguía en cama sin intención de levantarse, al escuchar la puerta y escuchar la voz de Erwin, simplemente asintió aun echado y seguido de eso dio un bostezo de cansancio.
— Te traje el almuerzo, pensé que tendrías hambre. — Se acercó a él para dejar el almuerzo encima la mesita de noche y sentarse en la silla frente a él.
— Gracias al cielo. — se incorporó rápidamente sin percatarse del dolor que ese movimiento le provocaría en la espalda baja — ¡A-AH MIERDA! — se quejó con el ceño fruncido y los ojos cerrados, volviendo a echarse como anteriormente lo estaba, no se imaginaba que el dolor sería tan punzante en esa zona.
— ¡Levi! ¿Qué pasó? ¿Te encuentras bien? — se acercó a él preocupado sin saber que le pasaba.
— Es tu culpa, me duele el trasero — respondió aun con los ojos cerrados, al escuchar aquello el comandante se puso rojo estando un poco avergonzado y sonrió leve sentándose al borde de la cama.
— Tú lo querías fuerte. — se defendió esperando ver la reacción del contrario.
— Cállate. — respondió tapándose el rostro con una almohada, también estaba un poco avergonzado y no quería mostrar su cara. — Quiero estar solo, vete. — habló con la almohada encima.
— Levi... — acarició el cabello del pelinegro y trató de quitar la almohada.
— ¡VETE! — Erwin sonrió al escucharlo de esa forma, pues sabía que a Levi le costaba hablar cuando estaba avergonzado y se ponía de mal humor.
— Se va a enfriar tu almuerzo. — al quitarle la almohada dejándola a un lado pudo ver el rostro del recluta un poco sonrojado mirando a otro lado.
— No me mires. — se quejó un poco bajo pero el rubio lo ignoró.
— Siéntate con cuidado, vamos. — habló tratando de ayudarlo y en eso pudo notar varias marcas en su cuello y una que otra en las clavículas, que Erwin había dejado la noche anterior, sonrió sabiendo que solo él podía tener a Levi de esa manera y acarició su cabello dejando un beso en su sien.
El menor hizo caso acomodándose lentamente para evitar aquel dolor y se sentó apoyando su espalda a la cabecera de la cama, al ver eso, el comandante agarró la bandeja de comida y se la puso en las piernas. Levi agarró el plato comenzando a comer lo que le había traído, sin darse cuenta comenzó a comer apresuradamente disfrutando de aquella comida por primera vez.
— Mmm...mmhm. — articulaba masticando la comida con los ojos cerrados.
— ¿Te gusta la comida? — preguntó el rubio mirándolo atentamente.
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LEMICK |Eruri|
FanfictionLemick, un lugar que parece perfecto pero en realidad guardan oscuros secretos los cuales jamás saldrán a la luz. Erwin es un chico el cual debe mantenerse firme a los ideales de su padre, hará lo mejor por realizar aquellos planes despiadados prop...