LEMICK |Eruri|

Capítulo 1

Todo parecía estar tranquilo, no había algún rastro de peligro, al menos eso era lo que pensaba Levi, por fin el día que tanto esperaba había llegado, cada vez el pelinegro se acercaba más y más, estaba bastante cerca de poder lograr su objetivo planteado hace cinco años atrás el cual era convertirse en un soldado de Lemick, lo estaba logrando poco a poco junto a su mejor amigo que era lo único que le quedaba, era la única persona cercana a él, lo consideraba familia, para Levi, Farlan era su hermano.

— Levi, ¿En que piensas? — Habló aquel chico de ojos celestes y cabello castaño, haciendo despejar a Levi de sus pensamientos, el más bajo lo miró y negó leve dando a entender que solo estaba distraído. — Ya es hora de ir al cuartel, ¿Estas nervioso? — preguntó acercándose a él mientras acomodaba su chaqueta militar.

— No, estoy normal. Un poco distraído en mis planes eso es todo. — Respondió terminando de amarrarse el cordón de sus botas las cuales le llegaban justo debajo la rodilla y se levantó del asiento para acomodar su remera poniéndola dentro el pantalón antes de colocarse la chaqueta. — ¿Estas listo? — Preguntó mirando a su amigo, este suspiro cansado y asintió.

— Si.... — Respondió un poco desanimado y lo miró para luego completar — ¿Qué haremos si no logramos entrar?

— Entraremos.

— Si, pero y si no entr....

— Ya te dije que entraremos. — Interrumpió nuevamente.

— Levi.

— Farlan. — El pelinegro se acercó a él un poco molesto, pues la paciencia no era una de sus virtudes, Levi tenía un carácter especial, lo tomó del cuello de su chaqueta haciendo que se incline un poco hacia él y al estar a centímetros de su cara habló — No nos preparamos cinco malditos años en vano, vamos a entrar a ese cuartel cueste lo que cueste, voy a matar a ese maldito comandante que vi en el pueblo y vamos a descubrir todas las mierdas que esta nación esconde. ¿Entiendes? — El más alto asintió un poco temeroso escuchando las palabras de Levi, pues a veces el pelinegro daba bastante miedo cuando hablaba seriamente.

— Eres consiente que probablemente no saldremos con vida de allí ¿No? — El pequeño soltó un suspiro rodando sus ojos y empujando un poco a Farlan soltando su agarre.

— Ya hablamos de esto muchas veces Farlan, ahora cierra la boca y vámonos, llegaremos tarde. — Respondió el más bajo y salió de la habitación.

Ambos vivían juntos en un piso que habían agarrado hace un par de años, pues claramente no eran de Lemick, ellos venían de un pueblo pequeño que se encontraba al norte a unas horas de la gran nación. Al salir de su residencia tomaron un transporte para poder llegar rápidamente al cuartel en donde se quedarían unos meses ya que los pondrían aprueba para ver si eran capaces de ser o no soldados de la nación de Lemick, eran muy estrictos al momento de elegir los soldados y Levi lo sabía más que nadie, por esa razón había entrenado lo suficiente junto a Farlan y por fin hoy pondrían un pie en el cuartel.

Al llegar notaron que eran los últimos ya que todos estaban formados esperando en el gran campo de entrenamiento, se disculparon con uno de los soldados, el cual era encargado de formar a los reclutas y les indicó en dónde ponerse, los habían separado a ambos debido a la diferencia de altura, a Levi no le gustó estar en frente, se sentía observado por todos y eso le incomodaba un poco, esperaron unos segundos y al escuchar que el comandante Smith estaba en camino, todos los reclutas se posicionaron firmes con la cabeza en alto. Cuando el comandante llegó, se presentó en general mientras caminada delante de los reclutas que se encontraban en primera fila.

En ese instante el pelinegro pudo reconocerlo, era aquel soldado al que había visto hace algunos años atrás en su pueblo, solo que ahora estaba un poco confundido ya que esperaba ver a aquel comandante de hace años y no al soldado que se encontraba con él.