Capítulo 8

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— Sobre los secret....

— Ya no quiero saberlos. — interrumpió Levi mirándolo.

— Per... — volvió a interrumpir, pero esta vez con un beso.

El beso comenzó a ir lento y poco a poco este comenzaba a subir la intensidad, el menor se levantó para acomodarse mejor, sentándose a horcajadas sobre Erwin, este lo agarró del trasero apretándolo un poco y acercó más el cuerpo del recluta hacia él. Levi rodeó sus brazos al rededor del cuello del mayor profundizando más el beso.

Estuvieron un tiempo de esa manera y luego se separaron con la respiración un poco agitada, mirándose a los ojos.

— Tienes... todos los archivos aquí Levi puedes...

— Si, pero no quiero ser el culpable de tu condena de muerte. — respondió interrumpiéndolo.

— Nadie puede enterarse ya que, estamos sólo los dos. — acarició la espalda del menor — Podemos mantenerlo en secreto.

— Por ahora no quiero saberlo. — sonrió leve mirándolo y dejó un corto beso en sus labios.

— Bien, ahora sabes que por ti, haría cualquier cosa. — el pelinegro asintió sin dejar de ver los hermosos ojos azules de su comandante — ¿Dormirás hoy en mi habitación? — preguntó el rubio acercándose al cuello del menor y acariciando sus piernas.

— Prometí desayunar con Farlan. — respondió el pelinegro viendo como el comandante se acercaba peligrosamente.

— Nos levantaremos temprano — dijo y comenzó a dejar unos cuantos besos en el cuello de Levi.

— Si, seguro. — respondió sarcástico soltando una risa corta al escuchar al rubio.

— Es en serio — respondió subiendo sus besos — ¿No me crees? — susurró en su oido haciéndolo estremecer.

— Confiaré en ti — inclinó un poco su cabeza para besar la mejilla del rubio y se levantó de su encima — Vámonos.

El comandante asintió levantándose caminando detrás del más bajo, a Erwin le parecía bastante tierno el hecho que aquel recluta tenga una altura muy baja, amaba cada parte de él, era perfecto en todos los aspectos. Lo único que agradecía de ese cuartel era haberlo conocido.

Salieron de aquella habitación observando atentamente los alrededores procurando que no haya alguna persona cerca, cerraron la puerta despacio intentando hacer el menos ruido posible y se dirigieron a la habitación del rubio sin dejar de mirar a todas partes para no ser descubiertos. Al llegar a la habitación, el recluta abrió la puerta adentrándose en el cuarto seguido del más alto el cual cerró la puerta detrás suyo.

— ¿Dónde te metiste en todos estos días? — preguntó Erwin acercándose al menor.

— No salí de mi habitación.

— Te estuve buscando cada día — sonrió melancólico.

— No quería verte — respondió honestamente, un poco despacio mirando el suelo.

— Yo moría por hacerlo.

— Lo siento — dijo sin verlo.

— Está bien — se apoyó en la pared mirándolo — Yo igual... lo siento, debí haberte explicado todo, antes.

— Fue un milagro que Zeke no haya ido a sacarme a gritos de la habitación — respondió mirándolo.

— Él no se acercará a ti, hablé con él luego de tu castigo y....

— No deberías haberlo hecho. — lo cortó de inmediato.

— Levi

— Erwin — se levantó de la cama acercándose un poco a él — Ese idiota te ve como una persona débil, no puedes dejar que eso pase.

LEMICK  |Eruri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora