Epílogo

319 44 29
                                    

El lugar estaba silencioso, el comandante seguía callado, al escuchar aquellas palabras el agarre que tenía en el soldado, fue debilitándose para finalmente soltarlo y se sentó nuevamente en la camilla en silencio, se tapó la cara frustrado y comenzó respirar con calma.

>>> La noche era tranquila y solo se encontraban ambos disfrutando de la calidez de sus cuerpos.

— ¿Y si me matan? — preguntó el pelinegro estando debajo del comandante mirándolo.

— No lo harán Levi, fingiremos la muerte para salir de este lugar, si en caso que el primer plan no funcione, tendrás que fingir la muerte tú solo.

— ¿Cómo lo haría? — el comandante acarició su cabello con delicadeza.

— Te pondremos sangre por todas partes y yo fingiré encontrarte.

— Entonces... al hacerme un funeral escaparemos los tres — completó y Erwin asintió.

— Es la única opción que tenemos para escapar del cuartel, enterramos a los reclutas en un lugar un poco lejos de Lemick, cuando todos se vayan, estaré ahí para sacarte y escapar.

— Me parece una excelente idea — lo miró— Aparte de sexy eres muy inteligente Smith — sonrió con lujuria y comenzó a besarlo.

No iban a negar que ambos tenían un poco de miedo que los planes no funcionen pero estaban confiados en que lo harían bien ya que ambos tenían muy buenas capacidades y habilidades, esa última noche en la carpa, luego de hacer el amor un tanto silencioso para no despertar a Mike y a Farlan, el pelinegro se quedó sentado en su encima viéndolo a los ojos, una lámpara iluminaba la carpa con una luz tenue.

— ¿Qué tengo? ¿Por qué me miras así? — soltó una risa un poco suave acariciando una de las piernas del recluta.

— ¿Qué se supone que haga si mueres? — preguntó inesperadamente, lo cual dejó sorprendido al comandante y en silencio por unos cuantos segundos los cuales parecían ser eternos.

— No voy a morir Levi — Lo miró con una sonrisa leve — Ni tú, ni yo moriremos. — la expresión triste del menor se hizo presente.

— No quiero perderte. — soltó de repente.

— No lo harás, ya no pienses en eso.

— Erwin.

— Dame un último beso entonces — pidió el rubio subiendo una de sus manos a la cintura del recluta comenzando a acariciarla.

El pelinegro se quedó mirándolo unos segundos para luego dar un suspiro y acercarse a él uniendo sus labios nuevamente en un beso lento y lleno de amor como si fuera el último, al separarse el recluta se echó a su lado acomodándose abrazando al ojiazul.

— Quédate conmigo siempre — Habló el de ojos grises un poco bajo, apoyado en el pecho del rubio mientras escuchaba los latidos de su corazón.

— Lo haré... — respondió de la misma manera mientras acariciaba el cabello del recluta con los ojos cerrados disfrutando de aquel momento, el cual le hubiera gustado que durase por siempre.<<<

Las lágrimas del comandante amenazaban con salir al recodar esa noche que habían tenido en la carpa la cual no sabía que se convertiría en la última, levantó la cabeza y con la mirada perdida al frente murmuró.

— No está muerto.

El soldado intentó acercarse a él tratando de consolarlo pero antes de decir alguna palabra volvió a hablar.

LEMICK  |Eruri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora