Qué cálido.

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-Entonces solo debo firmar está hoja y ya estoy dentro del equipo?- te dirigiste hacia Kazutora.

-Sí, eso es básicamente todo.-respondió amablemente.

En la escuela solo había un gimnasio, esto significaba que tanto el equipo femenino y masculino de basquetbol debían equilibrar sus horarios para poder practicar ambos.
Por parte del equipo femenino solo había otras 8 chicas además de ti, mientras que en el masculino había al menos 15 chicos. Kazutora era algo así como el subcapitán del equipo, se encargaba de mantener todo en completo orden y era bastante serio con sus actividades del club.
El castigo de Kazutora por fin se había terminado, así que él ya podía practicar el tiempo que quisiera en el gimnasio, con o sin los miembros del club.

Al terminar de firmar tu papeleo para ser miembro oficial querías irte a casa, pero no querías irte tú sola, te acercaste a Kazutora quien estaba bastante motivado tirando canastas y anotando el balón sin parar.

-Hey!, debo irme a casa ahora ¿quieres que te espere?

-Ah? irte?, pero debes hacer unas pruebas primero.

-No mencionaste nada sobre unas pruebas.-estabas confundida.

-Ups, quizá no lo hice para que primero firmaras los papeles. Sé que no te gusta comprometerte tanto en este tipo de actividades, pero si quieres estar aquí debes ser seria en todo momento, ____.

Miraste a Kazutora con el ceño fruncido, querías enojarte con él pero no podías. Él te dió una bolsa con un conjunto para que aplicaras las pruebas con mayor facilidad. El conjunto era unos shorts con una camiseta un poco holgada de color blanco. Te prestaron unos tenis especiales.
Fuiste a cambiarte, te recogiste el cabello y te veías espectacular. Todos en el gimnasio voltearon a verte casi boquiabiertos, pues tu figura era increíble.
Cuando Kazutora volteó a mirarte se sonrojó demasiado, pero no se notaba porque igual estaba algo sudado y agitado.
De pronto el entrenador llegó, él se encargaba de ambos equipos, ya que los entrenaba juntos.
Te puso a ti y a las demás chicas a calentar para iniciar con las pruebas, algunas chicas ya estaban inscritas al club desde antes, pero debido a la deplorable situación del gimnasio de suspendieron las actividades y no pudieron participar mucho en el club. Prácticamente casi todas las chicas eran nuevas.

Los chicos estaban teniendo un partido de práctica usando solo un lado de la cancha, mientras tú y las demás iniciaban sus pruebas físicas.
Estás consistían en aguantar tu propio peso, ver qué tan alto puedes saltar, si tenías buena puntería, resistencia y fuerza en las piernas.
Pasaste todas las pruebas sin problema, lo cual no te sorprendía, pues siempre trataste de mantener un peso adecuado y resistente.

Kazutora no se perdió ninguna de las pruebas que realizaste, cada que veía que era tu turno de participar salía por un momento de la cancha a "tomar agua" y observaba tu increíble resistencia.
Luego de unos minutos el entrenador comenzó a elegir a aquellas quienes serían titulares del equipo femenino. La primera a quien el entrenador nombró sin dudar, fue a tí. Kazutora y todos aplaudieron, pues lo habías hecho bastante bien.

El entrenador terminó de nombrar a las titulares y les pidió a todos en la cancha que tomaran asiento porque iban a decidir los horarios y los días de entrenamiento. Kazutora inmediatamente tomó asiento junto a tí. Él estaba muy caliente, podías jurar que veías el vapor que abandonaba su cuerpo. Intentaste no distraerte por verlo sudando en esa camiseta sin mangas que traía puesta.

Terminando la primer reunión de tu nuevo club decidiste no cambiarte las prendas que te entregaron en el gimnasio, pues estabas bastante sudada y decidiste no ensuciar tu uniforme formal.
Esperaste a Kazutora, quien por alguna razón se estaba atrasando demasiado. Tu agua se había terminado, así que fuiste a rellenarla a los bebederos que estaban a un lado de la puerta del gimnasio.

-Hola!- una voz varonil te sorprendió. -De verdad lo hiciste muy bien en las pruebas, no pude dejar de mirarte por un segundo.-dijo de forma nada agradable.

-Uhm, sí, seguro, gracias.- tú intención era hacerle saber que no te interesaba mantener una conversación con él.

-Solo eso dirás? pero qué chica resultase ser.-Seguro solo estás aquí porque Hanemiya te lo pidió, le hizo lo mismo a las otras chicas que estaban aquí cuando llegaste.-usó un tono bastante atrevido y te resultó molesto.

-Eso no me interesa.- respondiste bastante fría.

El tipo se acercó lo suficiente a ti cómo para que pudieras sentir el calor de su cuerpo, pero no era nada agradable como el de Kazutora.

-Si no te interesa entonces empieza a pasar tiempo conmigo, Hanemiya no sabe cómo tratar a las mujeres.- el tipo estaba siendo bastante engreído.

Esta persona en serio estaba molestándote, estaba acercándose demasiado a ti, lo único que pudiste hacer fue empujarlo pero él se aferró a tu muñeca y te jaló hacia él.

-DÉJALA!-escuchar eso realmente te alivió.

-Maldito idiota, nunca puedes ver a una mujer y controlarte ¿cierto?-. Kazutora lo estaba sujetando de la sudadera que tenía puesta.

Viste cómo él alzó su puño para golpearlo, estaba a nada de hacerlo, cuando el entrenador salió y detuvo a Kazutora.

-¡Hanemiya! te recuerdo que acabas de terminar un castigo y si vuelves a meterte en problemas tendrás prohibido reincorporarte al club. -el entrenador estaba bastante exaltado.

Kazutora soltó al tipo y se disculpó con el entrenador, tomó sus cosas y te tomó suavemente de la mano, llevándote fuera de las instalaciones del colegio.

-Kazutora ¿estás bien?-preguntaste muy angustiada. Era la primera vez que veías a un chico ponerse así de molesto.

-No. Ese tipo intentó pasarse de la raya contigo. A pesar de que lo estabas alejando. Mira las marcas que te dejó.

Kazutora se escuchaba diferente, su voz se cortaba y parecía que quería llorar de la impotencia.
Apretaste su mano y él se detuvo.
Le agradeciste por defenderte y algunas lágrimas cayeron por tu rostro. Él te limpió las lágrimas y acarició tu mejilla. A lo cual tu reaccionaste de inmediato mirándolo a los ojos. Él estaba perdido en tu mirada, soltó una sonrisa y dijo que estaba molesto porque ni siquiera él mismo se había atrevido a tocarte porque primero quería tener tu consentimiento.

Al escuchar eso tu corazón se aceleró, te sonrojaste y lo miraste a los ojos.

-Sí puedes tocarme.-le dijiste con tu voz quebrada por el llanto.

Él tomó tu cabeza y la puso en su pecho mientras te abrazaba.

-Perdona si huelo mucho a sudor.-te dijo mientras ambos reían.

Tú rodeaste ambos brazos en su cintura, y sentiste como sus latidos se aceleraban. Eso te puso muy feliz. Era bastante cálido.
Luego de eso, ambos caminaron hacia tu casa, él quería asegurarse de que llegaras a salvo. Se despidió de ti en la entraba y sin dudar ambos volvieron a abrazarse, pero este abrazo fue más intenso que el primero. Pudiste sentir todo su pecho y como apoyó su barbilla en tu cabeza, te dió un beso tierno en ella, pero después de que hiciera eso no pudiste ver su cara, así que pasaste el resto de la tarde imaginándola.
Te duchaste y te pusiste tus pijamas más cómodas, serviste cereal y leche en un tazón, prendiste la televisión en un canal aleatorio. Pasados unos minutos llegó tu mamá. A penas eran las 7:00 p.m. Llegó algo tarde porque tuvo que cubrir a un compañero de su trabajo. Ella se sentó junto a ti, luego te recostaste en su regazo y comenzó a acariciar tu cabello. Comenzaste a contarle tu día y cómo te uniste al club de basquetbol. Tu madre estaba muy orgullosa de como estabas saliendo poco a poco de tu zona de confort.

-¿Y qué hay del chico que te llevó el almuerzo el primer día?- no le habías hablado mucho de Kazutora a tu madre pero sentías que ya era momento de hacerlo.

-Tiene un nombre, mamá, un nombre muy bonito.-dijiste eso estando somnolienta, tu voz era cada vez más débil.

-Su nombre es Kazutora y es mi sol.- luego de decir eso te quedaste dormida en el regazo de tu madre.

Ella sonrió al saber que su hija estaba creciendo día con día. Estaba muy feliz por tí.

𝓜𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓽𝓾 // 𝕶𝖆𝖟𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𝖝 𝖑𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora