𝓜𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓽𝓾 // 𝕶𝖆𝖟𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𝖝 𝖑𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆

Se trata de ti.

-¿En verdad consideras a Reira tu amiga?-Kazutora estaba tan confundido como tú.

-N-no lo sé. Debe haber una razón por la que hizo esto.

Miraste a Kazutora, y sus ojos miraban hacia abajo, parecía que estaba recordando algo.

-¿Tú conoces a Reira?-tu voz fue firme al preguntarle.

-Uhmm, jajaja, supongo que debo contarte.

Te sorprendiste al escucharlo decir eso.

-Hace unos 6 años, cuando mi padre se fue, mi madre tuvo que buscar un empleo para mantenernos. Consiguió uno con buena paga, pero ese sueldo implicaba una jornada bastante pesada para ella. Yo estaba recién comenzando mi vida con el basquetbol, así que yo llegaba muy tarde a casa, cómo era un inútil no sabía hacer de comer y terminaba sin nada en el estómago por un buen rato. Así pasaron un par de meses, cuando mi desnutrición empezó a ser más notoria mi madre decidió contratar a un tipo de nana que nos ayudara con los deberes de la casa y también para que cuidara de mí.
Ésta nana era la mamá de Reira, la conocí porque ella también pasaba tiempo en mi casa, llevaba a su hija porque se encontraba en la misma situación de mi madre y ella empatizó con ella, por eso la dejó llevar a Reira a mi casa.
Reira era muy atenta conmigo, su madre siempre le pidió que si quería pasar tiempo conmigo no podíamos estar solos, su madre era bastante conservadora y protectora con ella. Y así pasó el tiempo, pasó un año, ella y yo nos hicimos buenos amigos, yo aprendí de su orden y limpieza, y supongo que ella también debió aprender algo de mí.
Un día tuve un resfriado terrible, estuve en cama con una fiebre altísima. Mi madre le pidió a la nana que se quedara a dormir ese día porque debía ampliar su turno y llegaría más tarde.
No recuerdo mucho en qué momento del día Reira entró a mi habitación, yo tenía mis ojos entreabiertos y pude verla acercarse a mí. Acarició mi rostro, mi cabello y con su dedo índice tocó mis labios. Parecía que me estaba examinando.
De pronto, ella me besó. Su madre la vió, la jaló del cabello y soltó un par de golpes. Los gritos de Reira me hicieron levantarme y su madre se arrodilló mientras se disculpaba una y otra vez.

Luego de eso la madre de Reira le prohibió acercarse a mí, no la dejaba estar en la misma habitación que yo, a veces no la dejaba ni siquiera mirarme. Ahora que lo pienso, hacerle eso a Reira fue lo peor que pudo haber hecho su madre.
Fue entonces que Reira empezó a desarrollar una obsesión hacía mí. Me dejaba notas en mi habitación, en mi mochila, las notas tenían frases como "te amo" y "no me olvides".
Yo no lo entendía, decidí no darle importancia.
Luego se puso peor, bajo mis sábanas dejaba sus prendas, a veces interiores acompañadas con mechones de su cabello. Fue ahí cuando comencé a tenerle miedo.

Una noche ella se escabulló hasta mi cuarto, se acostó en mi cama y empezó a tocarme. Me desperté de inmediato y me puse de pie.
Ella estaba sonrojada, pero no se veía para nada tierna, pude ver la obsesión y lujuria en su cara.
Salí de mi cuarto a buscar a su madre.

En ese momento ví como la cara de Reira cambió y el miedo se apoderó de ella. Los golpes de su madre fueron más duros esta vez. Ese día su madre no se disculpó, sino hasta que mi madre pudo verla.
Presentó su renuncia al día siguiente y se fueron.

Para ese entonces yo ya era un poco independiente, así que ya podía valerme por mí mismo mientras mi madre trabajaba.
Luego de unas semanas recibí una carta de Reira, me sorprendió ver cómo seguía teniendo mi dirección. Su carta decía que no podía olvidarse de mí y que me extrañaba. Nunca le respondí, simplemente lo ignoré y lo dejé pasar. Hasta que entré a la preparatoria y después de tanto tiempo nos vimos. Ninguno dijo nada y hasta la fecha no hemos mantenido una conversación normal.

Kazutora detalló su historia con Reira lo mejor que pudo. Estabas sorprendida, en verdad no podías creer que se tratara de la misma persona.

-Viendolo bien, creo que los traumas de abandono y la violencia de su madre fueron los causantes de que Reira se obsesionara conmigo. Nunca tuvo a alguien que le mostrara cariño verdadero.