¿Qué?

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Luego de que Kazutora se fuera de tu casa, lo primero que hiciste fue correr a tumbarte a la cama. Tu corazón estaba a mil por hora, sentías que podría salirse de tu pecho.
Te acostaste boca arriba y comenzaste a repetir ese mágico momento una y otra vez. De verdad no lo podías creer. Diste tu primer beso y fue con alguien que realmente te gustaba. Sus labios tenían un leve sabor a la malteada de vainilla que se había tomado, tenía unos labios bastante suaves y traviesos. Cada que lo recordabas sentías mariposas en tu estómago.

Quedaste tan metida recordando ese momento que sin darte cuenta te quedaste profundamente dormida.
Al día siguiente no sucedió mucho, tu madre estaba ya en casa y seguía acostada a pesar de que casi era medio día.
Hiciste tu desayuno y viste televisión un rato. Luego de pensarlo detenidamente, te acordaste que no tenías el número de celular de Kazutora y querías hablar con él aunque fuera por ese medio.

-Bien, supongo que mañana tendré que pedirle su número.-dijiste en voz baja.

Tu día domingo fue bastante aburrido, pero te emocionabas al pensar en que al día siguiente te tocaban actividades en tu club y eso significaba que pasarías más tiempo junto a Kazutora.
En verdad estabas en las nubes gracias a la magia de ese chico.

El lunes llegó, en cuanto sonó tu alarma te levantaste, tomaste una ducha, te arreglaste y desayunaste velozmente para llegar a tiempo a la escuela. Querías llegar temprano para verlo, pues él siempre llegaba mucho más antes que tú.
Antes de irte cepillaste tus dientes e incluso te pusiste un poco de perfume, cosa que no habías hecho nunca para ir a la escuela.

Tu madre recién estaba preparando su desayuno cuando ya te ibas, estaba sorprendida al ver lo rápido que te apuraste para irte.
Le diste un beso en el cachete y saliste rápidamente a la calle. Estabas cruzando los dedos por encontrarte a Kazutora de camino a la escuela, así que discretamente disminuiste tu velocidad antes de pasar por la calle en dónde él daba vuelta. Pero no había rastro de él, así que pensaste que sería mejor verlo en la escuela.

Unas cuadras antes de tu escuela escuchaste que alguien te llamó.

-¡Hey, ____!-. se escuchaban pasos de alguien corriendo.

Volteaste a mirar y era Reira. Parecía que llevaban muchísimo tiempo sin verse.
Te detuviste para caminar junto a ella.

-Qué raro que estés de camino tan temprano.-dijo.

-Dormí bastante bien, así que no me costó trabajo levantarme.-dijiste.

-Eso es bueno. Yo debo llegar temprano hoy porque me inscribí a una asamblea encargada de los preparativos de las festividades escolares.

Reira se escuchaba ansiosa por llegar a la escuela, así que sutilmente aceleraron el paso.
En cuanto entraron, Reira se despidió de ti porque debía estar en un salón especial para asambleas.

Tu fuiste de camino a tu casillero para sacar los libros que te tocaban ese día. Cuando ya estabas ahí, sentiste como alguien se recargó a un lado contrario de dónde tú estabas. La pequeña puerta no te dejaba ver quién era, hasta que retrocediste y la cerraste.
Era Kazutora, se veía muy atractivo recargado en la pared de casilleros mientras leía un volante.
Te emocionaste tanto que te sonrojaste y él se dió cuenta.

-Llegaste temprano.-dijo sorprendido.

-Sí, tenía algo que hacer.- obviamente debías disimular que estabas ahí tan temprano por él.

-¿Segura? ¿no era porque querías verme?-

Tu mirada te delató y el solamente se rió.

-Hagamos esto. Dame tu celular.-extendió su mano hacia tí.

𝓜𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓽𝓾 // 𝕶𝖆𝖟𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𝖝 𝖑𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora