Aquí y ahora.

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—Mira, Rin, ella es tu hermana mayor ____. La encontraste.—dijo con una voz que se iba cortando.

Tú lo empujaste y lo miraste a la cara, te sentías muy enojada y confundida.

—Yo no soy su hermana, no le digas mentiras.
Crees que aparecer con una niña pequeña te perdonaré tan fácil, pero no es así. Yo aún no siento ni un poco de compasión por tí.—dijiste con firmeza.

—Te equivocas, no la traje para eso. Quería verte y quería que la conocieras. No me importa si no me perdonas, pero por favor no le des la espalda a ella.

Los miraste a ambos y de forma muy seria le pediste a tu padre que se fuera, que no querías volver a verlos, que no te importaba tener una hermana y que en definitiva no volverías a escuchar una sola palabra de él.
Tomaste tu mochila del piso y te fuiste a casa. Sentiste horrible tener que verlo de nuevo y estabas muy preocupada por tu pequeña hermana, aún así no te detuviste hasta llegar a tu casa.
Recordaste que no importaba lo amable, cariñoso y atento que fuera, traicionó toda tu confianza y amor, te abandonó, en definitiva no le importabas, porque de lo contrario él seguiría a tu lado.

Empuñaste tu mano y diste un golpe fuerte en el espejo del baño al recordar lo traicionada que te sentiste por tu padre. El espejo se rompió y tu mano comenzó a sangrar, pero no sentías dolor, estabas demasiado enojada. Te tumbaste en el piso de tu baño con la cabeza hacia abajo.

Tu celular sonó, era un mensaje de texto de Kazutora.

"¿Tienes alguna idea para nuestro disfraz de pareja? ;)"

Una sonrisa salió de ti y agradeciste por tener a Kazutora a tu lado.

—¿Pareja? ¿Eso somos ahora? ¿Una pareja?—pensaste.

"Hay que discutirlo mañana :)"

Le respondiste y te dispusiste a limpiar el desorden que dejaste por el espejo roto.

Luego de todo el desastre del día anterior, te preparaste para el festival de halloween de tu escuela, para el cuál tu clase preparó una casa de terror en conjunto con otros tres grupos. Afortunadamente tú no debías participar, solo debías asegurarte de que la decoración y los participantes estuvieran bien.

Tu mano se encontraba bien, pero estaba vendada, tu madre cuando vió el "accidente" se preocupó mucho por tí y se aseguró de sanarla.

Cuando llegaste a tu escuela todos estaban muy apurados con las decoraciones, pues era un evento de puertas abiertas para todo aquel que quisiera pasar un rato en el festival.

Reira corrió hacia tí y cuando notó tu mano lastimada se preocupó mucho, así que se ofreció a ayudarte con las decoraciones de su evento para que no te esforzaras tanto y abrieras tus heridas.

Todo tu grupo estaba muy apresurado haciendo las últimas decoraciones, pues faltaba poco para dar inicio a su festival. La herida en tu mano parecía no ser una molestia, por lo tanto no te fue difícil ayudar a los demás.
Tu salón de clases fue el elegido para ser la casa del terror, así que para Kazutora fue muy fácil encontrarte.

Mientras estabas colgando una cortina en la puerta Kazutora muy discretamente te pellizcó con suavidad tu muslo, lo cual te asustó y soltaste un gritó.

—¡Ahhh! lo siento, no pensé que te ibas a asustar.—él también se asustó al oirte gritar pero después comenzó a reírse.

—Eres un tonto, cómo se te ocurre hacerme eso mientras estoy concentrada.—

Cuando te pusiste frente a él no pudo evitar mirar tu mano lastimada.

—¿Qué le pasó a tu mano?—no dudó en tomarla.

𝓜𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓽𝓾 // 𝕶𝖆𝖟𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𝖝 𝖑𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora