𝓜𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓽𝓾 // 𝕶𝖆𝖟𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𝖝 𝖑𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆

Tú de nuevo.

"Amar a alguien"

Esas palabras que salieron de su boca causaron un gran impacto en tí. Parecía que realmente entendías sus sentimientos, pero aún así no podías evitar sentirte un poco extraña. Cada que recordabas lo que te había dicho sentías como si cayeras a un vacío.
Aún así, debías enfrentar tus propios sentimientos, pues ahora ya no estabas sola, y existía una posibilidad de tener a alguien a quien amar a tu lado.

Pasaron algunos días, tú y Kazutora se distanciaron un poco, realmente lo extrañabas, no sabías si enviarle un mensaje o llamarlo para saber si estaba todo bien. Querías verlo, abrazarlo, en verdad estabas ansiosa por tenerlo cerca, pero al mismo tiempo estabas asustada, en definitiva no querías molestarlo.

Un jueves, te encontrabas en tu casillero sacando algunos libros, pues era material para tu siguiente clase. Cuando ya tenías todo en tus manos y cerraste el casillero chocaste con Kazutora. Tenías los nervios a tope, y no querías levantar la mirada, hasta que delicadamente tomó los libros que tenías, rozó tus manos con sus delgados dedos, estaban fríos, pero solo a tí te transmitían su calidez.

Comenzaron a caminar a la par hacia tu salón, querías hablar pero tu voz no salía, tu garganta de pronto se sentía seca y el aire comenzaba a faltarte.
No sabías qué era lo que estaba pasando contigo.

-Hay una fiesta de disfraces el sábado. Pensé que querrías ir conmigo.

Soltaste un suspiro de alivio.

-Ya veo ¿y de qué irás disfrazado?

-Uhm, más bien pensaba en tener un disfraz en conjunto contigo.-se sonrojó.

No esperabas que él te propusiera algo como eso, aún así te emocionaste demasiado y dejaste salir una risa nerviosa.

-Eso sería increíble, Kazutora.-

Ambos se veían muy emocionados por la fiesta, aunque las fiestas no eran tu fuerte querías saber cómo sería ir a una con él.

Cuando llegaron a tu aula, él se adentró a dejar tus libros en tu asiento y volvió a acercarse a tí. Acarició tu mejilla, dió un beso en tu frente y se despidió.

-¿E-estaremos juntos mañana en el festival?-preguntaste nerviosa.

-No planeo soltarte ni un segundo.-dijo con una sonrisa atrevida.

Te sentías tan agradecida por esas palabras, en verdad cada cosa que él decía se repetía en tu cabeza sin parar. Ese chico te tenía en las nubes.

Volviste a tu asiento y acomodaste tus cosas, cuando Reira llegó del sanitario.

-Hey,____. Me acaban de invitar a una fiesta de disfraces el sábado.-se escuchaba muy emocionada.
-Por favor ven conmigo.

Estabas dudando en decirle que Kazutora te invitó, pues tenías muy presente que en algún momento Reira presentó un tipo de obsesión hacía él.
Y además no sabías si era la misma fiesta, primero debías asegurarte que era el mismo evento.

-¿En serio? había escuchado de una fiesta con unos chicos de nuestro mismo año, ¿es la misma?

Reira asintió.

-Todos hablan de esa fiesta, solo hay una, así que la mayoría de nuestro año estará ahí.

Debías decirle que alguien más ya te había invitado, pero la emoción de Reira no te dejaba hablar, incluso comenzó a enlistar los posibles disfraces que podían hacer juntas. Ahora te estabas comenzando a sentir avergonzada de decírselo.
Preferiste esperar para hacerlo, así que tomaron las últimas clases, y sorprendentemente su entusiasmo duró hasta la última hora.

-¿Hoy no tienes club?-preguntó.

-Se canceló porque van a preparar algo del festival en el gimnasio.-

-Bien, entonces vayamos a buscar nuestros disfraces.-tomó tu mano e intentó correr, pero tú no te moviste.

-Ahm, Reira, yo... ya tengo planes para el sábado. Y creo que nunca te respondí que iría contigo.-dijiste súper seria.

-Oh ya veo. No te preocupes, ____. Me hubieras detenido antes jeje. Supongo que ir sola no estará tan mal.

De pronto sentiste lástima.

-Si cancelo mis planes del sábado estaré contigo.

A Reira parecía ya no importarle lo que decías, así que se despidió y se fue.

Tus sentimientos hacia ella eran raros, por un lado, todo de ti apoyaba completamente a Kazutora, creíste en lo que te contó acerca de Reira e incluso desarrollaste una especie de temor a su presencia.
Para tí era mejor estar lejos, aunque sabías que tarde o temprano te enfrentaría a ti o a Kazutora.

Caminaste hacía tu casa, aún era temprano, no había prisa por nada, tenías muchas ganas de comer helado, por lo tanto fuiste a la tienda cerca de tu casa, ésta era bastante grande, era como un mini super. Cuando saliste tu banca favorita del parque estaba disponible solo para tí.
Tomaste asiento y comenzaste a disfrutar de tu helado, había bastantes niños en ese parque.

De pronto una niña pequeña sujetó tu falda con fuerza, haciendo que voltearas a verla de inmediato. Era bastante pequeña, tenía al menos 3 años, sus ojos estaban llenos de lágrimas, y entre balbuceos te dijo que no encontraba a su papá.

Tomaste su mano y le preguntaste como iba vestido y en qué lugar lo vió por última vez. Ella dijo que su padre usaba color café y señaló la tienda que estaba justo frente al parque.
Te levantaste y limpiaste sus lágrimas, le diste un poco de tu helado mientras la llevabas a la tienda para buscar a su papá.
Se quedaron en la entrada, y mientras ella comía tu helado, tú observabas a todo el que salía de la tienda para ver si alguno llevaba algo de color café en sus ropas.

En un momento escuchaste a la niña gritar por su padre, el cual venía cruzando la calle. Viste cómo él corrió hacia ella y la cargó dándole un abrazo lleno de alivio. Luego la niña te señaló y ambos se acercaron, el hombre te dió las gracias y cuando volteaste no pudiste evitar reconocerlo.

-¿Papá?

Se veía aterrado, como si su alivio y gratitud hubieran desaparecido, con su mano tomó tu hombro y te acercó hacia él para abrazarte.
Las lágrimas se desataron, definitivamente era él, reconociste su esencia, su complexión y su voz.