¿Es así?

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Kazutora te acompañó al gimnasio, obviamente con mucha discreción, pues si el entrenador lo veía podría meterse en más problemas.
Se puso cómodo a un costado de la pared del gimnasio para esperarte, te pidió que tuvieras cuidado y que si algo pasaba lo llamaras.

Él estaba extremadamente preocupado por tu seguridad al estar en el mismo sitio con aquel tipo que quiso herirte la última vez.

Cuando entraste al gimnasio pareciera que todos estaban esperando por ti. Las chicas de tu equipo te rodearon y te preguntaron si ya habías pensado lo de convertirte en capitana del equipo. Todos estaban mirándote; la verdad es que no estabas de humor, extrañabas a Kazutora y sentías mucha impotencia de no poder ayudarlo.

Miraste al entrenador y le dijiste que aceptaba ser la capitana si él ayudaba a Kazutora a volver al club. Todo el gimnasio quedó en silencio luego de que dijeras eso.
Incluso Kazutora te escuchó y para no soltar una carcajada tuvo que tapar su boca.

El entrenador no te respondió. Decidió ignorar lo que dijiste y le pidió a las chicas que postularan a otra chica para capitana.

No podías creer que te ignoraron. Así que te acercaste al profesor y en una actitud bastante intimidante lo tomaste de su chaqueta y lo acercaste hacia tí.

-Escuche, si no hace algo va a perder a otro jugador valioso en su equipo. Haga algo para mantener en pie sus triunfos.

Cuando te diste cuenta de lo que hacías fue demasiado tarde. Intimidaste a un profesor y tu actitud cambió por completo.
El entrenador solo te miró confundido, acomodó su chaqueta y te tomó del hombro.

-Eso no depende de mí.-dijo en voz baja.

El entrenamiento otra vez dió inicio. En todo tu tiempo ahí, nadie volvió a mencionar la palabra "capitana".
Cuando las actividades en el club dieron fin y casi todos ya se habían ido el entrenador te llamó.

-No creas que olvidaré tan fácilmente tu intento de amenaza, ____. Tienes suerte de que no te reportaré, pero si vuelves a faltarme al respeto no tendré opción y te enviaré junto a Hanemiya tanto como deseas.-se dió la vuelta y se fue.

Kazutora salió del pequeño pasillo donde se había metido para no ser descubierto. Se puso frente a ti.

-Agradezco que intentes ayudarme. Pero no podemos hacer nada contra la palabra del director y su sobrino.

Pareciera que estabas sorda. Ni siquiera volteaste a ver a Kazutora y avanzaste hacia la salida.
Él caminó detrás de ti y al ver que no emitías ningún ruido de inmediato te alcanzó y te preguntó si estabas bien.

-...

-Vamos ____ dime algo.

-Esto es inútil. No puedo ni siquiera ayudar a la persona que me importa.- estabas hablando en voz súper baja, casi no se te escuchaba.

-No importa si no logras nada, con que estés aquí me basta.

Kazutora intentó abrazarte pero tú de algún modo lo evitaste.

-¿Qué tienes?

-Por favor déjame sola.

-Pero...

Avanzaste, pero no aceleraste el paso, caminaban a tu ritmo, lo suficiente lento como para pensar mientras caminabas. Sabías que él estaba caminando muy atrás de ti, pero no importaba. Necesitabas estar un momento tú sola para pensar la situación.
Ese chico en verdad te gustaba. Te tenía tan apegada a él que incluso pudiste amenazar a un profesor sin miedo a las consecuencias.
¿En qué te estabas convirtiendo? ¿En eso te convierte el amor? ¿En alguien sin miedo a lo que pueda pasarle a los demás?

𝓜𝓮 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓽𝓾 // 𝕶𝖆𝖟𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𝖝 𝖑𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora