HΛDӨ | ɴᴏᴍɪɴ

𝟎𝟒

Nunca había despertado más cómodo y relajado como hizo en está mañana.

Incluso cuando estaba libre del celo solía dormir bastante mal, debido a todas las mañas que tenía al dormir.

Jaemin no era una persona con el sueño necesariamente ligero, tampoco tenía el sueño demasiado pesado, pero sentía que anoche había dormido en las nubes.
A pesar de eso, cuando intentó cambiar su postura para estirarse, sintió un peso extra sobre sus caderas.

Estaba durmiendo de lado, abrasado a algo suave y cómodo que encontró en su cama, de esas cosas que eran parte de su colección y estaba cubierto por estas mismas. Pero sabía que ninguna de estás era lo suficientemente pesada como para entorpecer su movilidad.

El omega aun no había abierto los ojos, así que en el momento en el que bajo su mano con curiosidad hasta donde ese peso sé encontraba, abrió los ojos a mas no poder.

Un escalofrío lo recorrió cuando miró hacia abajo y un brazo, con la piel suave, algunos bellitos, con músculos y venas muy bien marcadas, lo aprisionaba por la cintura con la mano abierta sujetando sobre su abdomen.

Ya habia sentido su aroma, ahora mucho más fuerte de lo que normalmente era, de hecho impregnaba todo el lugar, con algunas notas diferentes a lo común y excesivamente atrayente para el lobo dentro de Jaemin. Normalmente su cuarto se impregnó a él cuando estaba en celo y cualquier mínimo aroma diferente en el ambiente lo irritaba, no entendió porque su cuerpo no rechazo la marca de olor.
Jaemin conocí bien esa fragancia que ahora lo inundaba, a pesar de eso el omega se negaba a aceptar que la persona que lo estaba abrasando era él y lo tenía que confirmar viéndolo con sus propios ojos.

Así que después de deshacerse del agarre tomando con tres dedos la mano contraria, como si lo fuera a ensuciar con ella y haciendo muecas de disgusto, se sentó en la cama dispuesto a destapar a la persona a su lado.

Pero ya lo sabía. Sabía que esa persona era Jeno, así que al ver la cara del chico, simplemente se limitó a gritar dramáticamente, saltando de la cama y despertando a su vecino por el alboroto.

Jeno también saltó por el susto y miró todo a su alrededor, desubicado y muy agitado.

—¿qué haces aquí?!! ¿Y desnudo?!! —Gritó Jaemin aún más dramático. Y es que si, de hecho Jeno se encontraba completamente desnudo.

Con una cara de pánico miró hacia abajo y rápidamente tomó algo del nido del omega y se tapó como pudo, igual o más sorprendido por lo que estaba pasando, no teniendo ni idea, sin saber que decir, balbuceando y mirando para todos lados.

Los padres de Jaemin ingresaron rápidamente a la habitación del omega, a causa del escándalo, pero cuando se percataron de que Jeno estaba totalmente desconectado, del otro lado del cuarto, intentaron tranquilizar primero a Jaemin y así poder explicar un poco la situación, porque si, ellos ya estaban al tanto de lo que estaba pasando.

La señora Na rápidamente corrió fuera del cuarto y regreso con una bata, entregándosela el pobre Jeno que aun estaba paralizado por el desconcierto.

—Jaemin cálmate por favor. —Dijo su padre con voz tranquila mientras lo rodeaba con un brazo, intentado tranquilizarlo, Jaemin solo miraba con enojo al pelinegro y respiraba agitado y con irregularidad.

Para no perturbar mas el nido del omega, que aún se encontraba en pleno ciclo de celo, los Na sacaron cada quien a uno de los chicos para sentarlos en los sillones que se encontraban cerca de la escalera y así contarle con tranquilidad todo lo que habia sucedido.