Llegaron a Neugdae a eso de las 9:00 am.
Durante todo el camino, Jeno se dedicó a mirar por la ventana del auto, intentando capturar algo novedoso en el paisaje.
En realidad era simplemente una carretera y una desviación más pequeña en medio del bosque. Se encontraban árboles por aquí y allá, sin nada sorprendente.
Jaemin durmió durante el tiempo que el recorrido duró.Al llegar, Jeno miraba todo con curiosidad, desde la entrada a la manada, la cuál era una especie de enorme reja sujeta a dos grandes troncos, que en realidad no tenía mucho sentido de ser, ya que Neugdae no se encontraba cercada o algo así, hasta las estructuras de piedras y madera con pinta rústica que hacían función de casas.
La camioneta estacionó frente a una de estas casas, que era grande y de aparentemente dos pisos.
Después de llegar, la abuela salió y saludó a Jaemin con un fuerte y duradero abrazo, luego saludo a Jeno, quien fue presentado brevemente por el Omega.
—Abuela, el es Jeno, el alfa del que le habló el padre de Haechan. Es un vecino. —Jaemin señaló al alfa quien caminaba algo desubicado detrás de él, observando todo a su alrededor.
Jaemin caminó rumbo a la habitación donde usualmente se quedaba cada que visitaba la manada, mientras la abuela le hacía plática a Jeno, preguntándole algunas cosas básicas para conocerlo mejor.
Después de algunas preguntas, la Omega llamó a Jaemin de vuelta para que le mostrará la habitación donde descansaría durante su estancia.
—Oh, Jaemin, la habitación donde él se quedará será la misma que la tuya. —Habló la abuela. Jaemin en cambio la miró con disgusto y como respuesta la mujer sonrió inocentemente.
—¿Que pasa con la otra habitación? —Preguntó el Omega menor.
La casa de la abuela contaba con la habitación principal, la cuál era la propia y dos más, una de ellas había sido adaptada para Jaemin y estaba llena con sus cosas y la última era utilizada para visitas.
—Bueno, la empecé a usar como bodega y ahora está lleno de cosas, intenté arreglarla para la visita pero hay demasiadas cosas para que sea habitable, hijo.— Respondió Simple y… qué conveniente.
Jae no entendió por qué su abuela dejaría que un alfa durmiera peligrosamente en la misma habitación que el, un Omega sin marca y vulnerable para él.
La mujer levantó sus hombros restándole importancia al asunto. Jaemin hizo una mueca y señaló a Jeno llamando su atención para que lo siguiera, caminando de mala gana hasta aquel cuarto amplio con un par de muebles de madera y una cama grande en el medio.
Al menos podían colocarse en el extremo contrario de la cama y habría espacio de sobra entre ambos. Eso fue lo que Jeno imaginó.
Jaemin caminó hasta un armario de donde sacó una especie de edredón y lo lanzó bruscamente a Jeno, quien al estar distraído captando cada detalle, no pudo atraparlo y este solo calló sobre él de una manera algo cómica, que de hecho hizo reír a Jaemin.
El alfa se quitó de encima la sobre cama y miró seriamente al contrario.
A pesar de que de alguna forma se estaban acercando, la situación era incomoda hasta cierto punto. No estaban acostumbrados a estar cerca el uno del otro y de la nada ahora tenían que convivir.Jaemin llegaba a fastidiarse más fácil y por su parte Jeno era más tranquilo, pero de alguna forma la actitud de Jaemin lograba sacarlo de quicio. ¿Acaso el omega no podía entender que lo que le estaba pasando no era su culpa y que si fuera por el tampoco estarían conviviendo? O bueno…
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HΛDӨ | ɴᴏᴍɪɴ
Hombres LoboJeno y Jaemin se conocen prácticamente desde que nacieron, apesar de eso, no se llevan nada bien, pero el destino los obligará a acercarse incluso más de lo que alguna vez pensaron. ¿Cómo enfrentar un mundo que solo creías posible en una película o...