Capítulo XVII.

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La sirvienta de Richard, la tal "Lana" le llevó a Richard la botella y las copas y luego de eso Richard me invitó a su sala la cual tenía un conjunto de sofás  fundados de color cobre de forma elegante y una mesita de vidrio en el centro de aquellos donde yacía un cenicero y un pequeño florero con unas rosas bien cuidadas.

¿Vaya que ese tipo tenía dinero eh?

Colocó las dos copas en la mesita y abrió la botella de vino sirviendo de aquel en las dos copas por la mitad y así tomando una y ofreciéndome la otra.

Recibí la copa con un poco de inseguridad para luego sentarme.

Y... Sí tenía algo la cop-

Richard bebió un trago y luego alzó la copa de nuevo dándome así de cuenta que la bebida no tenía nada peligrando.

Se sentó en el sofá y me señaló con la otra mano el otro sofá pequeño que yacía a medio metro a lado suyo.

Me senté un poco tensa e hice una mueca por lo cómodo que se encontraba el sofá y me removí un poco acomodando mi cuerpo.

-¡Brindemos por tí Hannah!. Que puedes hacer que un pecador cambie su camino.- dijo y sonreí de medio lado negando con diversión alzando mi copa también y chocando con la suya.

Sí quería salir de acá tenía que seguirle el rollo.

-¡Salud!- dije sonriendo y el regresando el gesto hacia mí.

-¡Salud!- dijo y bebimos a la vez un trago dulce del vino.

Richard me miró con sus ojos verdes profundamente, lujurioso mientras bebía la copa y copié su acto.

Su cabello castaño claro, su piel pálida,su barba de medio mes castaña también, sus ojos verdes y su cuerpo he de admitir que me tientan muchísimo.

Y no puedo evitar lamer mi labio y luego mordisquearlo.

***

Empezamos a beber copas de más y ya el alcohol empezaba a actuar en mi cerebro mareándome un poco y riéndome de cualquier tontería con Rich.

Empezamos a hablar de nosotros para conocernos.

Me contó que tenía 23 años de edad y que era un ex-narcotraficante en España y que por eso tenía dinero a montón eso me decía por qué tenía tanto el acento marcado. También me ofreció un poco de cocaína para cuando necesitara, ya que le conté todo sobre Sarah y Juan, y como comenzó todo el desastre.

Recuerdo haberle dicho que dejara unas bolsitas en mi nueva mesa nocturna.

También no quedó muy convencido con lo de porque mataron a mis abuelos ya que si se supone que me querían no debieron hacer eso, me aseguró que mandaría a sus hombres a investigarlo todo.

Richard de un momento a otro se volvió mi cómplice. Hasta parecíamos mejores amigos, ¡Ugh!

Tragué saliva incómoda cuando pasó eso por mi mente.

-Richard...

-Habla.

Tragué saliva y miré al suelo.

Duré unos segundos en silencio apretando los labios.

Mientras tanto, Richard sacó una mota y la encendió dándole una profunda calada.

Solté un suspiro y lo miré nuevamente.

-¿Por qué me tienes acá como a una invitada y no como a una secuestrada?,- aclare mi garganta- Digo... Porque supongo que debería estar en un sótano con la boca amarrada con un trapo.

Obsesión de Venganza (𝖤𝖭 𝖯𝖱𝖮𝖢𝖤𝖲𝖮 𝖣𝖤 𝖤𝖲𝖢𝖱𝖨𝖳𝖴𝖱𝖠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora