Desde que descubrí que realmente era Luna, me sentía nerviosa cada vez que estaba junto a Theo. No podía dejar de pensar que él fue o más bien es mi esposo. Ese hombre tan sensual y varonil es mi esposo.
El reencuentro que tuvimos no fue tan agradable, aun así no pude dejar de pensar que era un hombre muy atractivo; con su cabello castaño, un poco largo que le daba un aspecto salvaje, sus penetrantes ojos color avellana, sus labios carnosos y bien formados, con su traje caro que hacía resaltar levemente sus músculos, de brazos y piernas.
Después de convivir con él un tiempo, me di cuenta de que no solo era cara y cuerpo también era un hombre inteligente, apasionado al trabajo, el ser más dulce que había conocido, respetuoso, amable, dispuesto a ayudar, amaba a los niños, era considerado, detallista y maduro. Por todas esas pequeñas cosas me sentía tan bien a su lado.
Hasta esa noche que me besó, su beso hizo que mi cuerpo reaccionará con deseo, lo deseaba tanto, de repente mi mente se paralizó, creyendo lo inevitable él, únicamente pensaba que estaba con su esposa y yo no lo era, al menos no sabía que lo era y lo corrí, esa fue la última vez que lo vi antes de enterarme de que realmente era Luna.
Desde ese día cada vez que lo veía mis piernas temblaban, ahora era un manojo de nervios, cada que tenía que practicar algún hechizo, y él estaba presente, no sabía cómo actuar ni que hacer. Ginny se daba cuenta, supongo que todos se daban cuenta. Una de esas tardes donde estaba practicando el hechizo "Accio" útil y sencillo según las palabras de Ginny, no podía concentrarme, mi voz temblaba y ni siquiera recordaba que tenía que hacer, mi amiga frustrada por la situación, corrió a Theo molesta, argumentando que yo no podría avanzar si todo el tiempo me está viendo cómo si me fuera a comer.
Después de que Theo se fue, Ginny se disculpó conmigo por correrlo. -Lo siento Luna, pero hasta a mí me desconcentran sus miradas, sé que se muere por tenerte en su cama y solo para él, pero puede esperar hasta que te lleve a casa. - me dijo con una sonrisa pícara y una mirada juguetona.
-Eso no pasará. Quiero primero conocerlo, él me recuerda pero yo a él no. No pienso entregarme a alguien nada más porque según eso soy su esposa.- dije roja de la vergüenza, al hablar de eso con ella.
-Vaya no lo imaginaba, con razón el pobre hombre te mira con hambre, pero está bien que te tomes tu tiempo.- dijo mientras me sonreía.
-¿Lo crees?, porque se me hace tan difícil como si una parte de mí quisiera, encerrarlo en mi habitación y no dejarlo salir jamás, todo él es un Adonis tan sensual que siento ahogarme de deseo hasta por verlo beber agua. - le dije mientras sentía mis mejillas rojas.
-Estás segura de que no recuerdas nada, es lo mismo que me dijiste la última vez que hablamos de él, solo que esa vez agregaste un el sexo con él es erótico, salvaje y delicioso. - al escuchar su frase sentí las mejillas más rojas.
-Lo mejor será que no aparezca por aquí, al menos mientras practicamos los hechizos, también me gustaría que tú me llevarás y trajeras, verlo deja a mis hormonas por las nubes. - le dije avergonzada.
Después de esa extraña, pero reconfortante conversación, lo evité lo más que pude, no podía sacar de mi cabeza "erótico, salvaje y delicioso", quedándome en shock cada vez que recibía un ramo de flores o algún regalo en el consultorio.
Y eso me lleva hasta el día de hoy dos semanas después de cuando Ginny lo había corrido y yo no lo había vuelto a ver, únicamente recibía regalos, flores o chocolates, pero ese día no recibí nada, toda la mañana espere a Francis el adorable mensajero. Pero nada, no, hoy no había nada.
El día en el hospital fue desgastante, ese día cubrí a un colega en la sala de emergencias, hubo de todo, desde niños con fiebre, intoxicados, hasta un policía con herida de bala. Fue un día fatal, ni siquiera había podido ir a desayunar solo bebí el café que me llevo Maggi.
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Tu recuerdo (Thuna)
FanfictionTheo Nott, sufre por tener que vivir con los recuerdos de la mujer que más amo en la vida, sufrir su perdida, y sus patéticos intentos de ser valiente, son destrozados al enterarse de toda la historia. Lo que el mismo provocó, sin saber cómo soluci...