Reencuentro

29 4 1
                                    



3 meses después

¿Cómo te has sentido? -el doctor movía en círculos el pequeño transductor sobre mi vientre aún plano.

Sigo sintiendo muy mal en las mañanas y me he sentido con cambios de humor más frecuentes -dije observando la pantalla a un costado mío- ¿todo bien? -el doctor miraba con atención aquel pequeño bulto que se veía dentro de mi vientre-

Todo bien, debes seguir descansado y tomando tu medicina, ya empieza a formarse pero aún sigue en riesgo... -minutos más tarde ya me encontraba sentada delante del doctor- tomarás estas pastillas, -me entrega una receta y luego levanta la vista- ¿tu papá está afuera verdad? -asiento levantándome y dándole la mano- espero verte de aquí en 90 días.

Salí del consultorio y me encontré con mi padre quien hablaba por teléfono, sonreí y le enseñe la foto de la ecografía, se veía más tranquilo y feliz, yo también estaba más tranquila.

Mi padre había terminado la llamada, observé que me miraba y sonreí, -pasa algo ¿verdad?

¿Por qué no vamos a comer un helado? -pregunto posando su mano sobre mi espalda y dirigiéndome a la salida, asentí con un presentimiento en el pecho.

Papá has estado pensativo de camino acá y sigues sin decirme nada -cuestioné- ¿qué sucede?

La tensión de repente se volvió palpable, lo escuché carraspear y arreglar sus gafas. -Yoongi está aquí.

Mis ojos se abrieron de par en par, de repente sentí mi corazón detenerse y mi cuerpo tembló, una sensación y mezcla de emociones extrañas.

Si -continua con algo de duda- si no quieres verle, te apoyare, pero creo que como padre tiene el derecho de al menos saber sobre el bebe.

Mi padre era un gran hombre, de gran corazón y comprensivo, siempre había admirado su fuerza de voluntad y su ímpetu.

Levante la mirada y lo mire a los ojos, el me veía preocupado y a la vez se notaba que sufría por mí, tome su mano con delicadeza y sonreí – si el tiempo debía llegar entonces ya llego-

El recorrido a casa fue tranquilo, me dejé llevar por mis pensamientos mientras apoyaba la cabeza en la ventana, de repente habían empezado a caer unas cuantas gotas que no me dejaban ver a través del vidrio y me dormí.

Quería verle, pero a la ves sentía miedo, tenía tantas preguntas, quería tantas respuestas y a su vez mi estómago se agriaba con el tan sólo pensar en verle.

Pero él ya estaba aquí no podía simplemente quitarle el derecho a estar a mi lado si él quería, tampoco sabía todo lo que había pasado en Corea y tenía tantas dudas que quería aclarar.

Después de tanto tiempo lo iba a ver, estaba segura de que no Iba a poder estar cerca que quizás los problemas venían con él; tenía miedo, realmente tenía miedo, pero dentro de mi corazón el aún seguía latiendo con mucha fuerza.

Después de una semana la cita con Yoongi se había concretado, me aliste sin muchas ganas, las náuseas matutinas eran difíciles, mi corazón latía con rapidez y mis manos temblaban un poco, Sali de mi habitación y mire a mi padre quien tomaba un café, él se levantó y beso mi frente dulcemente.

Iba a ser fuerte por él bebe en mi vientre, por mí y por este amor que aun ardía con fuerza en mi interior, sentía que quizás importante iba a suceder pronto.

Mientras llegaba al parque donde mi padre había citado a Yoongi me preguntaba realmente si esto era una realidad, si Yoongi había venido a buscarme, si estaba escapando o qué había sucedido; después de todo lo que había visto en televisión o me habían comentado mis amigos no sabía ya que pensar.

Yo llevaba un vestido largo blanco, un sombrero y un pequeño chándal que me había acompañado durante el tiempo que estuve aquí desde que llegué.

así que aquí estaba esperándolo, no sabía realmente vendría, pero aquí estaba esperándolo en este parque, pero de repente sentí la mirada de alguien, levante mi rostro y el mundo a mi alrededor se detuvo, recordé la primera vez que lo vi, lucia más joven, más inseguro y sobre todo lucia más triste y solo.

Me levante y camine dos pasos hacia el pero no hizo falta más, el corrió hacia mi y me abrazo con fuerza, su aroma, su cabello, su calor nuevamente entre mis brazos, de repente un sollozo se escuchó y cayo al suelo sin dejar de abrazarme.

Min Yoongi el chico malo que una vez conocí apenas era un gatito bebe asustado que no dejaba de temblar, acaricié su cabello y no me pude contener más, las lagrimas empezaron a caer por mi mejilla, el aire frio enfriaba mi rostro, pero las lágrimas caían calientes como recién salidas de mi corazón.

Yo... -su voz realmente también había cambiado, de repente era calidad y suave como si tuviera miedo de que sus demonios lo escuchasen, levanto su rostro y sus ojos llenos de lágrimas me miraron- Jennie

Min Yoongi al que un día le tuve miedo me miraba de la forma mas cálida como si hubiera dejado todo su pasado atrás, como si esos demonios que lo atormentaban hubieran desparecido, ¿Qué paso en corea min Yoongi? ¿Qué te hizo cambiar así?, palabras que no salieron de mi boca, aunque mi corazón lo gritaba.

Yoongi... -de repente se levanto y me beso, sus labios eran cálidos, húmedos y dulces como la miel, nuevamente había vuelto a mi hogar, a sus brazos-

Me senté en aquella banca vieja de aquel gran parque y sonreí genuinamente, como hace meses no lo había hecho, Yoongi tomo mi mano con fuerza sin decir nada, pero era suficiente para mí, estaba a mi lado de nuevo y era lo único que quería.

He venido por ti Jennie, para recuperar el tiempo que estuvimos separados... -realmente min Yoongi había cambiado-

Y yo estoy aquí para quedarme a tu lado siempre... Yoongi, estoy esperando un hijo tuyo -lo mire a los ojos y me quede callada, su mano de repente me apretó con fuerza, pero esta vez él sonrió mostrándome sus encías gomosas, este min Yoongi era diferente al que había dejado en corea, de repente el dolor había desparecido y me gustaba, me gustaba mas que antes-



"Nunca quise un príncipe azul, siempre esperé un guerrero como tú, para luchar contra cualquier obstáculo por el resto de mi vida"

Anónimo 

DULCE VENGANZA: MARIPOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora