Mi Dulce Venganza [ Editando ]

Capitulo 3

Piensa muy bien en tus acciones. Porque recuerda, el karma existe y te puede cobrar mucho peor.

Me quedé paralizada. Horrorizada. En shock.

Esa voz...

Él...

Me quedé en silencio encontrando mi voz. Trate de no sonar nerviosa ni asustada, pero fallé.

—¿Que-que quieres?

—Tu y yo debemos hablar— respondió— No tienes escapatoria Emily, tu hermana estaba involucrada conmigo, y como ella no está, tú debes pagarme.

No sabía que decirle, no lo quería ver, no quería hablar con él. Lo vería solo para destruirlo.

—Yo no tengo nada que hablar contigo, ni te debo nada— respondí — lo que sea que te haya hecho mi hermana no es mi problema, yo no tengo la culpa de tus desgracias.

—Tu hermana tenía deudas conmigo Emily, si a eso se le llama deudas— odiaba que pronunciara mi nombre— Ella hizo algo muy terrible, dañó mi vida por completo, era una desgraciada. Y si tú no me quieres pagar, te haré la vida imposible, con eso me basta. O le puedo decir a tus padres, pero tú no quieres eso ¿verdad?

Claro que no lo quería, ellos no sabían nada de esta horrible persona, y mucho menos de mi venganza. Pero si no hacía lo que me decía entonces me haría la vida imposible, vendría siendo lo mismo en realidad. Para ellos mi hermana murió en un accidente de auto. Algo que no era cierto, pues según esa carta que me llegó hace mucho, a ella la mataron.

No me quedó de otra que aceptar lo que me decía. Mis padres no podían saber nada de esto.

—Esta bien— acepté — ¿Cómo rayos te voy a pagar? Que quieres ¿Dinero?

—¡El dinero no pagará nada de esto! Para ser sincero, no tienes como pagarlo. Es un precio muy alto, y como ya lo dije, no hablo de dinero. Solo cuídate— dijo — En estos días no podré verte, pero no pienses que no te volveré a llamar. Solo espera mi llamada en unos días y nos veremos.

Y entonces cortó la llamada.

Tomé una profunda respiración. Ese hombre me ponía muy nerviosa, no se que quería de mí. Dejé el teléfono y me acosté en mi cama. Estaba amaneciendo, pero me quedaba otro rato más, las clases podrían esperar.

Esto no me puede estar pasando a mi.

No sé que había hecho mi hermana, era algo que debía averiguar, quería saberlo pero al mismo tiempo me asustaba esa verdad. Tuvo que haberle hecho algo terrible porque estaba muy molesto.

Pero siempre venía a mi las mismas preguntas, siempre que él me llamaba. ¿Que le había hecho mi hermana para que estuviera tan molesto? ¿Y porqué debía pagar yo todo lo malo? ¿No se podía rendir alguna vez? ¿Dejarme en paz?

Después de pensar mucho sobre el tema, me quedé dormida de nuevo.

***

Ya era viernes, mis padres habían regresado a casa y nos íbamos a un fin de semana en familia.

¡Que emoción! No, claro que no.

Siempre que volvían de sus trabajos hacíamos reuniones porque no nos veíamos todos los días. Al principio era divertido, pero todos los fines de semana resultaba muy aburrido.

Hoy íbamos a la playa, nos quedaríamos todo el fin de semana. Y volveríamos el domingo en la tarde ya que luego el lunes debían trabajar y yo tenía clases.