Mi Dulce Venganza [ Editando ]

Capitulo 15

En este capítulo hablaremos un poco de lo que fue la vida de Jackson, este es un personaje, que al igual que Emily, sufre mucho.
Así que iremos años atrás para saber que fue lo que ocurrió en su pasado.

Jackson

5 años atrás

Tan solo tenía 12 años y la vida ya me había golpeado miles de veces, a tan temprana edad no era feliz. Había sufrido mucho a lo largo de mi vida y eso no me gustaba para nada, en mi familia todo era un desastre. Peleas, discusiones, golpes. Nada era como todos pensaban; a la sociedad le hacíamos creer que éramos esa familia feliz al estilo película, pero cuando llegaba la noche, cuando no había nadie más que nosotros. Todo cambiaba.

Mi padre, para mí su cambio fue muy repentino, cuando tenía menos edad lo admiraba por ser ese hombre que trabajaba para llevar a su familia adelante, era mi ídolo, realmente sentía una gran admiración por el. O al menos lo fue hasta que todo dió un giro y todo quedó automáticamente en el olvido, ya que nada pareció ser lo que pensaba que era. Todo había sido una gran mentira.

Mi padre tenía problemas, el no estaba bien. Y eso yo no lo sabía porque me encontraba en una pequeña burbuja que yo mismo había creado, porque el siempre dió señales de no estar bien, pero mi mente simplemente ignoró todo ese desastre y me hizo ver algo que realmente nunca existió. Creo una realidad imaginaria, que tal vez era la que yo siempre desee pero que realmente nunca estuvo ahí.

Cuando era más pequeño el me amaba, amaba a mi madre; nos quería. Al menos eso era lo que podía recordar gracias a todo lo que mi cerebro había creado, tal vez nunca nos amó en realidad, pero eso es algo que jamás sabré. Pero luego, me dí cuenta de que ya no nos amaba, yo lo sabía, mi madre lo sabía, todos lo sabíamos. Me gustaba pensar que en algún momento el podría conseguir a alguien más y nos dejaría en paz. Otras personas tal vez preferirían que el cambiará y volviéramos a ser esa familia feliz, pero el nos daño demasiado y eso es algo que ni en mi peor momento desearía. No me importaba tener que dejarlo solo, de estar solo yo y mi madre, quería ser feliz.

***

Estábamos mi madre y yo en casa, todo estaba en silencio, había una extraña pero muy necesaria paz. Nos encontrábamos en ese momento haciendo galletas de chocolate, solía hacer eso con ella la mayoría de las veces que nos quedabamos los dos solos.

—¿Y si las decoramos con caramelos de colores?— pregunté.

—Hay unos en la alacena, ve a buscarlos— respondió.

Corrí a la alacena como un pequeño niño cuando le regalaban un juguete nuevo, busque lo que me pidió, regrese de nuevo y me senté frente a ella. Abrí la bolsa de caramelos y me robe uno y lo llevé a mi boca sin que mi madre se diera cuenta, al menos quería pensar eso porque yo sabía que si me había visto. Todo estaba normal, paso el rato entre charlas y risas, y mi madre que me estaba reprendiendo por tomar los caramelos.

Luego de muchos minutos escuchamos un fuerte ruido desde la entrada de la casa, ambos nos quedamos en silencio y nos giramos automáticamente a observar, y era él, ya había llegado.

Alguna vez el fue mi ejemplo a seguir, pero realmente ahora me arrepentía de haber pensado eso en algún momento, ahora tan solo le tenía miedo, un gran miedo, porque cada día era algo nuevo. Unas veces estaba todo normal... y otras no.