Capitulo 17

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Hermanita...

Taylor

Luego de haber desaparecido por muchos años, regresar a un lugar el cual extrañabas era muy satisfactorio. Me hacía mucha falta algo así, ya odiaba un poco estar todo el tiempo con Tomás, aunque el era toda la compañía que tenía antes así que el odio era poco. Y hablando de él, me había preguntado a dónde me iba y yo simplemente le había dicho que me iría de allí a otro lugar, al principio su cara demostró un poco de lo que creí era tristeza pero luego simplemente asintió y me dió un abrazo de despedida. Él era un buen chico que no se merecía haber tratado conmigo ni un segundo, el no sabía con quién hablaba en realidad.

Y bueno, ¿Se habían olvidado de mi? Pues no soy tan fácil de olvidar, siempre estaré en sus mentes, ahora les digo que había vuelto otra vez. Y con volver me refería a que en realidad había vuelto, es decir, ya estaba en mi ciudad natal, solo que no como yo, si no como Stella Crowley. Pero bueno, eso ya lo sabían.

Me haría pasar por una mesera, ya saben, lo típico. Pero era el único trabajo que había podido encontrar gracias que a no tenía un buen currículum, en realidad no tenía nada en el, es por eso que ser mesera era lo único que me podían dejar hacer. Entré a mi nuevo apartamento y dejé las maletas sobre la cama, debía arreglar todo en mi nueva casa. Pero eso lo haría después, en ese momento me iría a un bar a tomar hasta perder la consciencia.

Últimamente tomaba sin control, no tenía una razón en específico. Solo lo hacía y ya, y no me quejaba en lo absoluto. Me dí una ducha caliente ya que hacía mucho frío, al terminar tomé unos jeans con un suéter de lana negro, entré en calor al instante. Salí a las calles y me detuve a pedir un taxi, le dije que me llevara al bar más cercano, no me importaba de que clase fuera, solo quería alcohol.

No conocía a nadie en este lugar, no tenía ni un solo amigo. Nunca en toda mi vida había socializado con muchas personas, por lo general no se me daban ese tipo de cosas. Pero eso no importaba, no era importante en lo absoluto. En ese momento solo era yo y mi botella de tequila quienes pasamos la noche.

Maldita vida.

No les pasa que son muy sinceros cuando toman mucho alcohol, pues yo era una de esas personas. Y lo odiaba, en verdad lo hacía. Les cuento, pasó que ya yo estaba muy ebria, aún sabía lo que hacía pero no del todo. Cómo toda ebria sin control ví a un hombre muy guapo, y sin saber que era lo que estaba haciendo, me levanté y me acerque a él.

Y cuando llegué le dije, "hola guapo, que hermoso estás esta noche" y resulta que cuando volteo me miró extraño, y luego sentí mi mejilla arder. Todo había pasado demasiado rápido y no entendía nada, luego reaccioné.

Si, tenía pareja.

Y yo fuí muy segura a quitarle a su hombre, me tuve bien merecido ese golpe, lastima por el que se perdió a una mujer como yo. Tomé otro vaso de tequila, ya no sabía ni que estaba haciendo o que estaba tomando. Si me dabas droga en ese instante diciendo que era chocolate yo lo aceptaría de inmediato.

Al diablo la cordura.

De un momento a otro me encontraba en la pista de baile con dos hombres bailando conmigo, no sabía quiénes eran ni de dónde habían salido. Solo sabía que estábamos los tres en la pista, y no podía siquiera ver como eran, mi vista estaba borrosa y todos parecían píxeles.

¿Que me pasaba?

Las luces me hacían marear mucho más de lo que ya estaba, y ya no podía ver bien. Me quite mi suéter de lana y quedé con una camisa de tirantes delgados. El calor me estaba matando, irónico ¿No?

Mi Dulce Venganza [ Editando ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora