Capitulo 4

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Maratón 1/2

Nunca estarás del todo sola, siempre habrá alguien detrás de ti observando todo lo que haces.

Volvimos de nuestro fin de semana en la playa. La pasamos súper, no sabía que me hacía falta algo así, pero lo hacía. Fue muy relajante.

Ya era lunes de nuevo. ¿Ya dije que odio los lunes? Son muy aburridos y tediosos. Además de que era un inicio de semana, un inicio dónde habían clases incluidas. Podía odiar las clases y de todas maneras salía excelente.

Las clases fueron rápidas. Algo muy raro a decir verdad, pero no me quejaba. Luego de salir Alex, Jackson, Cristhian y yo nos fuimos al parque. Era un día soleado, todo se veía hermoso ya que se acercaba la primavera. Los árboles y arbustos ya empezaban a florecer, era impresionante. Tomé mi celular y tome algunas fotos. No sé para qué en realidad, pero solo lo hice.

Compramos unos helados y nos sentamos en unos banquitos cerca del área de juego de niños. Me distraje tanto que había olvidado el hecho de que mañana era martes y debía ver a Marco.

Marco siempre arruinando mi vida, genial.

Estaba muy asustada, no quería verlo en persona de nuevo. Y no después de todo lo que ha pasado. Me quedé paralizada un momento. Alguien me estaba observando, podía sentirlo.

Voltee lentamente hacia atrás y no había nadie, seguro era el miedo de que algo malo pasará. Aunque estaba segura de que si me veían.

—¿Emily?

—¿Ah?— respondí.

—Tu helado se ha derretido en tu mano, no comiste nada— habló Jackson.

—Estas metida en tus propios pensamientos— dijo Cristhian.

—¿Que te sucede amiga?— preguntó Alex.

—¿Pueden parar?— dije — son demasiadas preguntas.

Pensé que decirles pero no se me ocurrió nada, no podía solo decirles que sentía que me observaban. Después harían muchas preguntas, más de las que ya me habían echo, y no quería responderlas.

—No pasa nada ¿Ok? solo me distraje viendo a los niños jugar— respondí señalando a los niños al otro lado del parque.

Nadie dijo nada, se que no me creían. Pero agradecía que lo dejaran hasta ahí y no les convenía saber en qué pensaba.

***

Los chicos se fueron a un bar a tomar un rato, me preguntaron si quería ir con ellos, pero les dije que volvería a casa a descansar.

Lo necesitaba.

Ya las calles estaban oscuras y solo estaba la luz de las farolas. Iba camino a mi casa, no era tan lejos del parque. Eso era bueno, porque no quería caminar. Volví a tener esa horrible sensación de que me observaban, los pelos se me pusieron de puntas.

Era él.

Me estaba observando.

No estaba del todo segura, pero creía que si.

Acelere un poco el paso, sin que se notara que estaba escapando. Tantee mi teléfono en mi bolsillo para asegurar que estuviese allí por si algo pasaba. Aún me observaban, las calles estaban solas y solo habían algunas personas caminando de aquí para allá.

Así era como sabía todo de mi.

Él me observaba y nunca lo supe.

Hasta este momento.

Mi Dulce Venganza [ Editando ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora