La iglesia y la joven

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"agradezco de corazón a los que están leyendo el libro,  este capítulo es un poco largo, fuerte e impactante, les pido que lo lean todo sin cortarle ninguna palabra ya que  todo esto es  real  gracias, Dios los   bendiga y que disfruten el capítulo" 

Al siguiente día me levanté en la mañana, pues tenia que ir a la iglesia ya que yo era baterísta, vocalista y el pianista de la iglesia así que si faltaba yo prácticamente faltaba la mitad de la iglesia, soy cristiano desde los 10 años, amo al Dios supremo pero estoy en contra de la apostasía y el evangelio barato legalista; me daba tristeza como la iglesia y la religión ha provocado tanta distinción con la humanidad  y por culpa de pastores ignorantes que mal interpretan la biblia se ha manchado el nombre de Dios sacando reglas que bíblicamente no existen... En fin fui a la iglesia, mi iglesia para otros pastores era el "hueco de los incomversos y seguidores de satanás", pues la iglesia estaba llena de lesbianas, gays, ladrones, y chicas con vestuarios destapados, nuestro pastor no ponía reglas estúpidas de como ir vestido ni como ser hipócrita para "agradar a Dios" pues la iglesia es para la gente que necesita ayuda no una crítica.

Mientras otras iglesias los pastores medio estudiaban la biblia en la sección del diezmo, llegaban en autos Audi, BMW,Mercedes Benz y muchos otros autos de gama, hablaban de prosperidad, sacaban dinero diciendo del diezmo obligatorio y pisoteaban al que vistiera mal, Mi pastor tenia 30 diplomados, 2 doctorados, su auto era un Renault 4 casi destartalado vivía sin lujos,  él tenia el dinero suficiente para vivir como el resto de pastores pero  decidió usarlo en fundaciones y casas de paso, pues eso es lo que manda Dios, él nos hablaba de los tres tipos de diezmos que habla la biblia no simplemente dar dinero a la iglesia se puede hacer ayudando un necesitado y esa  es la verdadera iglesia, ayudar al caído sin criticarlo, pues ¿quien soy yo para criticarlo?  ¿Acaso Dios no me sacó del mismo lugar que está mi hermano?.... En fin llegué y todos me saludaron pues era muy " popular " en la iglesia, al llegar El pastor me comunicó que iríamos a una calle de mujeres y niñas prostitutas después del culto,  no me gustaba ir a dichos lugares, porque siempre salía con lágrimas en mis ojos del dolor que se siente ver niñas de 12 años vendiendo su cuerpo porque la obligan, en fin tragué saliva pues sentí un nudo en la garganta.

Al acabar el culto salimos con el pastor al lugar, un lugar inóspito, una calle llena de basura, sin alumbrado y con ladrones rodeando la calle era el lugar donde tendría que bajarme.

Caminaba hacia el pasillo y nuestro objetivo era cada uno coger una prostituta y hablarle de  Dios y sacarla de allí, el pastor nos dio el dinero que equivale a el precio de un servicio de ellas, pues habían hombres que las vigilaban, teníamos que ser un cliente mas, pagarle a dicho hombre y ahí si coger una; para mí era muy doloroso tener que pagar por una mujer, me sentía poco hombre, un cerdo animal, pero sabia que era una chica menos en ese lugar.
Me acerqué al hombre, pagué y él me enseñó su "repertorio", al seguir caminando vi una niña, aproximadamente 15 años de edad era muy linda pero  completamente encogida, con mirada triste, acomplejada del salvajismo, me observó con mirada de dolor, quedé en shock ahí pude ver a Dios en una niña de la calle, suplicando morir, al verla mi fuerte coraza no pudo soportar esas imágenes y quise quebrar en llanto pero me contuve, señalé la chiquilla y   el hombre la tomó como un animal y le abrió las piernas salvajemente para mostrarme sus genitales  y me dijo -vea, bien estrecha, si no le cabe hágale que eso le abre, sangrará un poquito pero esa se recupera-  escuchar esas palabras fue como si me arrancaran el corazón de un manotazo, si embargo me contuve, le respondí "ok " y él me la tiró a mis pies y se alejó, la niña cayó llorando con un dolor incomparable de su vida.
Yo la levanté muy tiernamente y le sequé las lágrimas con las manos, le dí mi chaqueta, pues tenia frío y le limpié sus piernas que estaban llenas de polvo, ella no se atrevía a mirarme. Como un padre a su chiquita a pesar de que ella era menor un año que yo le abracé y le dije.

ElísabetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora