Loud | Ziall

O56

La tía Loon recibió a Niall con un cálido abrazo, lo llenó de besos y piropos, como que era el sobrino más lindo y el más fuerte, y el hijo que nunca había tenido.

— Troye se ofendería— comentó la señora Horan, con una pequeña risita.

— Troye es un cobarde— dijo la rubia—. Cree que no me doy cuenta que está saliendo con su "mejor amigo" y en vez de salir del armario hace bromas homosexuales— Loon rodó los ojos.

Deseaba que su hijo tuviera la valentía para ser tan feliz y tan libre como Zayn y Niall.

En la cena hablaron de todos los temas, menos de su salud, y eso alivió bastante a Niall, quien no podía evitar reír por las anécdotas de su tía.

Fue a la cama con una sonrisa, y estaba decidido a cambiarse su ropa por el pijama para dormir de una vez por todas, pero el toque en la puerta lo tomó por sorpresa, aún con su remera pero con sus bóxers a la vista.

Se ruborizó completamente cuando los ojos de Zayn lo examinaron de arriba a abajo.

— Zeeeeee— se quejó.

— Bien, bien, privacidad— dijo el pelinegro, entrando rápido al dormitorio y cerrando la puerta detrás de sí.

— No~, tú tam-bién a-fuera— se quejó el rubio, quien no quería que ni su novio viera su cuerpo.

Era algo que Zayn nunca había entendido, el cuerpo de Niall era más que atractivo, bien trabajado pero delicado gracias a la danza, con músculos bien definidos y unas curvas que podían volver loco a cualquiera.

Pero aún así, Niall tenía vergüenza de mostrarlo.

Ignoró completamente las quejas del rubio, se acercó a él para tomar su cintura, pegando sus cuerpos, haciendo que un pequeño suspiro surgiera de los labios de Niall.

Zayn sonrió de lado, antes de juntar su rostro con el del rubio, besando sus labios de forma lenta y profunda.

El pelinegro avanzó lentamente, sin hacerlo totalmente a propósito, hasta que la cama trabó sus pasos.

Niall separó el beso para sentarse sobre las sábanas, tomó la remera de Zayn para tirarlo hacia él, el pelinegro se acomodó sobre su cuerpo.

— E-Está tu familia— murmuró Zayn, sintiendo su entrepierna comenzar a doler.

Lo había iniciado, pero no creía que llegarían a eso.

— En si-lencio— murmuró Niall, su pequeña y pícara sonrisa hizo a Zayn preguntarse dónde había quedado el inocente chico que minutos atrás le había pedido que se vaya para poder cambiarse.

Y es que Niall ya se sentía más despierto.

Necesitaba una distracción, un desahogo, y la última vez que había tenido al chico dentro suyo la había pasado más que bien, y en serio se había olvidado de sus problemas.

Esperaba que funcionara de nuevo.