Hyoga se estaba divirtiendo mucho. Le gustaba cocinar aunque hornear no era lo suyo, pero hacerlo con su tierno conejito lo entretenía. Se estaba divirtiendo mientras preparaban la masa de las galletas, más aún porque Shun apartaba chispas de chocolate y lunetas rellenas para darle en la boca. Estaban llenos de harina hasta el cabello y olían a mantequilla, ¿y qué? Caray, que todo lo que podían hacer mejoraba si estaban juntos.
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Cuentos del conejo que se enamoró de un pato
Short StorySoy muy ociosa, y luego de saturar mi sistema con Caballeros del Zodiaco se me ocurrió algo muy original: escribir Patonejos cortos (nótese el sarcasmo). Las historias son independientes unas de otras, y no todas se rigen por la misma lógica. Si alg...