Microrrelato de amor

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Shun se sentó junto a su amor. Le acarició la cabeza con una mano, en la otra sostenía un bulto húmedo.
     —No seas tan frío conmigo, Hyōga. ¿Acaso no dijiste que tu corazón era solo mío?



















Si no lo pillaron a la primera, léanlo cuántas veces necesiten.
Espero que se diviertan.

Atentamente,
La Vaga  :V

Cuentos del conejo que se enamoró de un patoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora