Shun se sentó junto a su amor. Le acarició la cabeza con una mano, en la otra sostenía un bulto húmedo.
—No seas tan frío conmigo, Hyōga. ¿Acaso no dijiste que tu corazón era solo mío?Si no lo pillaron a la primera, léanlo cuántas veces necesiten.
Espero que se diviertan.Atentamente,
La Vaga :V
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Cuentos del conejo que se enamoró de un pato
Storie breviSoy muy ociosa, y luego de saturar mi sistema con Caballeros del Zodiaco se me ocurrió algo muy original: escribir Patonejos cortos (nótese el sarcasmo). Las historias son independientes unas de otras, y no todas se rigen por la misma lógica. Si alg...