Una guerrera está destinada a pelear incluso cuando la muerte se entromete en su camino. Destinada a dar hasta la última gota de sangre por su gente.
El amor era una debilidad, una debilidad que ablandaba todas las fortalezas y que poco a poco cons...
—Dásela.—en las manos de Anya posaba un pequeño balde de agua fría junto a un plato hondo en el cual estaban nueces y otros tipos de alimentos. Alessia frunció el ceño a semejante acto de Anya, la cual no acostumbrara ayudar nunca a las personas cuando veía que no tenían mucha esperanza de vida. Sin cuestionar Alessia tomó ambos en sus manos y lo llevó a donde tenían al chico junto a dos terrestres que lo vigilarán que no tratara de escaparse.
—Bebe.—exigió al momento que dejó el agua en frente del chico junto al plato de nueces. El chico la observó y no bebió nada, en vez empujó el balde de agua al suelo regándola. Elm, por su acto se adelantó y lo tomó por los brazos para levantarlo mientras el se quejaba del dolor.—Elm, Hod op outside. (Elm, espera afuera)—
—¡Em deserves a punishment! (Se merece un castigo)—enojado, el terrestre exclamó hacia su comandante la cual observaba al chico con una completa tranquilidad.
—Outside. (Afuera)—fue su última palabra antes de que ambos terrestres salieran del lugar. —Come o muere, tu decides.—comunicó mientras se recargaba en la pared de piedra de la cueva.
—¿Por qué siquiera estas aquí? ¿No tienes unos salvajes que dirigir acaso?—bufó y vió como la castaña siguió mirándolo con total seriedad. —¿Por qué te hacen caso a ti? ¿Le hacen caso a cualquiera que se siente en un trono?—preguntó mientras comenzaba a comer de las pocas nueces que quedaban en el plato.
—Soy su comandante, ellos son mis soldados.—respondió con un tono firme mientras se aseguraba que nadie estuviera cerca del lugar como para que escucharan la conversación.—Te ahorcaron.—
