Una guerrera está destinada a pelear incluso cuando la muerte se entromete en su camino. Destinada a dar hasta la última gota de sangre por su gente.
El amor era una debilidad, una debilidad que ablandaba todas las fortalezas y que poco a poco cons...
El Fuerte estruendo a lo lejos del lugar hizo que Alessia abriera sus ojos de inmediato, observó a su al rededor y vio como Bellamy aún dormía plácidamente en el mismo lugar de anoche. Tomó su camiseta—aún mojada— y se la colocó para después salir del lugar.
A simple vista todo estaba normal, por más que ajustara su vista no veía nada fuera del lugar así que decidió volver adentrarse al lugar. Cuando volvió a sentir pisadas cerca de allí. Rápidamente se irguió para después encontrarse con la imagen de Nyko sosteniendo una herida en su estómago mientras miraba repetidamente hacia atrás.
—¡Nyko! Chit happened? (Nyko, ¿Qué pasó?)—preguntó mientras llevaba su vista a la herida del terrestre.
—Skai kru blow up the bridge. (La gente del espacio explotó el puente)—frunció el ceño ante sus palabras. —Onya ste looking gon yu. (Anya te esta buscando)—fueron sus últimas palabras antes de irse casi cojeando del lugar.
Alessia en una confusión total volteó su cuerpo sobre su eje y observó como ya Bellamy estaba completamente despierto y se colocaba su chaqueta.
—¿Por eso me sacaste del bosque ayer?—fue lo primero que preguntó al ver como el chico la observaba con detenimiento. —¿Tu gente hizo esto?—volvió a cuestionar y al silencio del chico pasó sus manos por su cabello desesperada.
—Tu gente iba a atacar primero.—fue lo único que dijo, neutro, sin ninguna expresión en su rostro mientras llevaba su mano derecha a su cadera. —Sabíamos que no se iba a quedar quietos con el ataque del puente, teníamos que responder para sobrevivir.—
La castaña bufó a sus palabras antes de apagar el pequeño fuego que habían creado en la madrugada para calentarse del frío y salir del lugar.
—Si sales, no vas a encontrar más que tus soldados en el suelo.—le advirtió el moreno pero Alessia no se inmutó ante sus palabras y siguió su paso lo más rápido que pudiera. —¡El puente no está!—le gritó y ella detuvo su paso para voltearse a mirarlo.
