Una guerrera está destinada a pelear incluso cuando la muerte se entromete en su camino. Destinada a dar hasta la última gota de sangre por su gente.
El amor era una debilidad, una debilidad que ablandaba todas las fortalezas y que poco a poco cons...
—Realmente necesitas dejarte curar eso de una maldita vez.—expresó Alessia logrando otra vez golpear a Roan en el pecho.
—Si Rafel me va a retar entonces tengo que estar preparado.—le respondió roan golpeando su rodilla, haciendo que Alessia quedara solo en una, pero cuando el moreno fue a levantar la espada para herirla el dolor en su herida no se lo permitió. —Maldita sea.—espetó empujando a la castaña hacia atrás.
—Déjame ver.—intervino Abby. A lo que Roan se dio vuelta para que lo examinara.—Estás sanando, pero necesitas más tiempo.—
—No tengo tiempo.—
—Puedes no aceptar el desafío. Ahora que eres Rey puedes poner reglas.—le explicó Alessia, volviendo a colocar la espada en sus manos. —Que no degraden las mías.—
—No seré esa clase de rey.—musito antes de volver a chocar su espada con la de Alessia.
Ambos se movían rápidamente con las espadas en sus manos, hasta que roan desistió de un movimiento brusco en su brazo y bajó la guardia.
La castaña acomodo la espada en su mano viendo como roan se recomponía, y sin avisar la volvió a atacar. Alessia inmediatamente le respondió volviendo a golpear sus espadas, sus movimientos eran rápidos a pesar de estar herido, pero no lo suficiente como para impedir a la castaña de hacer caer su espada y golpear su pecho para que el cayera al suelo.
—Empeorarás la herida y pelear no va a hacer lo único que tendrás que dejar de hacer.—comentó Alessia dándole la mano para que el se levantara.
—Alessia tiene razón. No te salvé la vida para que vuelvas a destrozarte.—
—¿Desde cuando están del mismo lado?—cuestionó con referencia a Abby y Alessia, haciendo que la última nombrada rodara los ojos.—Y si no puedes ayudarme...¿Por qué diablos sigues aquí?—
