⤷ ᴜɴᴏ ♡·₊̣̇

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El corazón de Jung se detuvo al ver una pequeña criatura saltar de la ventana de un auto en movimiento. El gato blanco se hizo bolita en medio de la avenida en la que los carros no le daban oportunidad de salir de ahí.

Sin meditar, entró esquivando carros, recibió insultos y le sonaron las bocinas pero al final logró detener el tránsito y llegar hasta el gato. Acercó su mano y recibió una zarpada, esperó sentir el arañón, pero solo sintió el esponjoso pelaje acariciar su piel. No tenía garras.

Al tener la luz roja ayudándolo a darle tiempo, se dio el lujo de acariciarlo para darle confianza y luego lo levanto, sosteniéndolo en un abrazo y acariciando su lomo. Esperó a ver que el carro del que salto regresara a buscarlo pero nada, pasó un largo rato esperando. Se dio por vencido y emprendió su camino al departamento de nuevo.

— Espero no te hayas lastimado, pequeño —comentó al aire, se preguntó si su mayor le permitirá cuidarlo mientras su dueño aparecía.

El minino estaba quieto, expectante a cualquier señal de que algo no ande bien. No tenía miedo, el animal se encontraba cómodo con él, ronroneando por el cálido abrazo en el que se veía envuelto. Hoseok imaginaba que el gato estaba pasivo porque entendía que arriesgó su vida por rescatarlo y bueno, no estaba en lo incorrecto. Oprimió el botón para llamar el elevador y poder llegar con facilidad y sin molestar con un excesivo movimiento al animal, ya que mantenía la duda de si tenía alguna lesión. En su departamento lo recibió la preciosa imagen de su novio sentado en el sillón, quien se levantó a abrazarlo.

— Me asustaste, Hoseok, no respondías y siempre estás aquí antes que yo —expresó su preocupación, un gruñido lastimero lo hizo alejarse de un salto, notó al gato que lo miraba con reproche—. Me vas a explicar o esperarás a que pregunte.

— Lo vi saltar de un auto, lo saqué del medio de la calle y esperé a ver si su dueño regresaba. Nadie llegó, obviamente —acarició detrás de sus orejitas.

Yoongi no supo cómo reaccionar, si expresar su molestia porque seguramente se metió entre los autos durante luz verde o su contento por su buen corazón. Usualmente su novio se metía a cualquier lugar con tal de ayudar a algún animalito, aun si pone en riesgo su propia salud.

— ¿Está herido? —se interesó al escucharlo maullar quedito, a la vez que buscaba ocultarse dentro de la chaqueta del castaño.

— No creo, hubiera venido llorando, tal vez solo está asustado —cerró la puerta de una vez y se dirigió al sofá para mimarlo un poco— ¿Me lo puedo quedar mientras su dueño aparece? —pidió mirando directamente a los ojos del mayor para no obtener una respuesta negativa.

Al ver a su menor embelesado con la mascota aceptó, no representaba un gasto grande, así que no tendrían problemas en cuidarlo. Dejó que Hoseok conviva más y sirvió de comer, ya no le quedaba mucho tiempo pues debía regresar a su trabajo.

— Mañana podemos ir a comprarle lo necesario —se lo dijo a la nada, pues Hoseok estaba embobado con el felino que intentaba atrapar uno de los lazos de su suéter. Aprovecharía el sábado para eso y descansar.

El resto de la tarde, Hoseok jugueteaba con el gatito, lo nombró Berry después de un rato de llamarlo "gato" y este lo ignorase.

El resto de la tarde, Hoseok jugueteaba con el gatito, lo nombró Berry después de un rato de llamarlo "gato" y este lo ignorase

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Ya el cielo estaba oscuro y bañado en estrellas que hacían compañía a la luna.

Hoseok y Yoongi ya se habían metido a su cuarto a descansar y el pequeño animal pensó que no sería mala idea convertirse y entrar al baño.

Quedó desnudo en la mitad de la sala, el cuerpo le dolía demasiado por saltar del auto. Avanzó cojeando a la puerta en la que recordó que estaba el baño cuando estaba jugando con el castaño. Al pasar por la habitación del par se preocupó al escuchar ruido como sollozos, asomó sigiloso su rostro por el espacio que dejaba la puerta entreabierta.

De inmediato supo lo que estaba pasando y no pudo evitar que su cola se erice.

Por un instante creyó que aquel chico de cabello negro estaba abusando del amable chico que lo ayudó, estaba dispuesto a "salvar" a Hoseok, pensando en lo mucho que el deseo que alguien detuviera a aquellos hombres que lo tocaban de más. Pero algo era diferente, el más joven no lloraba ni le gritaba que se detuviera, el mayor no le golpeaba ni le callaba, ambos se veían satisfechos con lo que hacían.

Se alejó lento, confundido por lo que acababa de ver. Entró al baño y se largó hasta el sillón, donde se acostó, tratando de comprender un poco de lo que presenció.

¿Acaso a Hoseok no le dolía? ¿Lo obligaba? ¿Por qué acercaba más al otro en lugar de intentar sacarlo de encima de él? Muchas dudas rondaban su pobre mente, no comprendía por completo la idea de que alguien lo hiciera por gusto y que no sea obligado a tener sexo solo porque le pagaron. El dolor de su cuerpo y el cansancio acumulado de semanas lo vencieron, haciéndolo caer dormido en cuestión de minutos.

Our hybrid :: YoonSeokNam ♡·₊̣̇ [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora