⤷ ᴠᴇɪɴᴛɪᴄɪɴᴄᴏ ♡·₊̣̇

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Las cosas definitivamente no habían cambiado entre los tres, Namjoon lucía más animado de lo normal, dándoles seguridad de que habían hecho lo correcto. Aún seguía colgándose del cuello de Yoongi todas las mañanas antes de que se fuera, ahora no insistía que se quedara, simplemente aprovechaba cada minuto antes de que se fuera, mientras Hoseok le preparaba el almuerzo.

— Yoonie~ —acunó con su pequeña mano la mejilla del nombrado para acercar su rostro al propio y juntar sus labios— ¿Por qué siempre huele tan bien? —deslizó su nariz por el largo de su cuello causándole cosquillas al pelinegro, dejó un inocente besito en la curva.

La mano de Yoongi subió por su nuca, enredandose entre las hebras doradas, rascando suavemente con sus uñas. Pudo sentir el escalofrío que le causó su acción. Lo sostuvo por la parte trasera de sus muslos para alzarlo y dejar sus rostros a la misma altura, fue hasta la cocina y lo dejó sentado sobre la barra para ayudar a Hoseok con el desayuno.
Namjoon adoraba ver a sus mayores conviviendo cariñosamente entre ellos, solía imaginar cómo se vería cuando él estaba entre ellos siendo el centro de atención y eso lo ponía automáticamente feliz.

Esa mañana Yoongi salió a trabajar como los días anteriores y en lugar de volver a dormirse el castaño le dijo que se arreglarían de una vez.
Namjoon por decisión propia volvió a intentar bañarse de pie, sus orejas se sacudían una y otra vez para deshacerse de las gotas de agua que quedaban atrapadas en el pelaje de estas. Salió envuelto en la toalla esponjosa y se topó con el castaño en el cuarto, quien dejó un beso sobre su frente húmeda y salió del cuarto para él tomar un baño. Se vistió con prisa por el frío del cuarto y comenzó a secar el exceso de humedad en su cabello con cuidado de no lastimar sus orejas. Dejó al mayor vestirse a solas en el cuarto, mientras hacía el intento de secarse es cabello con la secadora, decidió darse por vencido cuando se aturdió por quinta vez, no comprendía cómo sus mayores le hacían tantas cosas que él no podía hacerse a él mismo sin lastimarse.

Fue a buscar a Hoseok al cuarto, lo encontró planchando su camisa. Al ver su torso desnudo sintió lo que solían describir como mariposas en el estómago. Se acercó sigilosamente y lo abrazó por la espalda, dejando sus palmas contra el torso marcado del mayor, delineando con sus dedos descaradamente los músculos.
Jung dejó la plancha de pie a un lado, giró para quedar de frente al híbrido, separó de su espalda las manos ajenas y las volvió a unir a su pecho, deslizándolas hasta su vientre viendo al contrario directo a los ojos, sonrió cuando notó su nerviosismo.

— Soy tuyo, Namjoon —le dijo acercando sus rostros hasta que sus labios se rozaran—. Puedes tocar todo lo que quieras —escuchar a su mayor pronunciar esas palabras causó una revolución en su vientre.

— ¿Sí? —preguntó sonriendo, llevando sus manos hasta la cintura de Hoseok, acariciando su abdomen en el recorrido.

Pareció que cambiaron de lugar, con la sonrisa y acciones del menor pareció esfumarse la timidez que lo caracterizaba, tomando lugar en el castaño en el momento que vio a Namjoon pasar su lengua por la parte inferior de sus dientes. No reconocía al menor en ese instante. Dio unos pasos hacia atrás hasta caer sentado en la cama, llevándose el rubio con él dejándolo a horcajadas en su regazo.
El menor terminó ligeramente más alto que el contrario, acunó la mandíbula de Hoseok y se agachó para besar sus labios. Las manos del mayor se escabulleron dentro de la camiseta del híbrido, sintiendo los rollitos del menor bajo sus palmas, sonrió al recordar que cuando lo encontró estaba delgado de forma enfermiza.

Abandonó la boca ajena y descendió besando la línea de su mandíbula hasta el cuello, las manos de Namjoon se enredaron entre sus hebras cafés, apretando cada tanto. Volvió a mirarlo directo a los ojos, sus rostros estaban tan cerca que sus jadeos se mezclaban. Si dio cuenta de que su cuerpo comenzaba a reaccionar y supo que o se detenía en ese instante o terminaba con una erección y a juzgar por la respiración agitada y el sonrojo en el menor, también iba por el mismo camino.
Regresó a besar sus labios con ternura, sin las prisas y el deseo con el que el menor había empezado.

Our hybrid :: YoonSeokNam ♡·₊̣̇ [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora