Our hybrid :: YoonSeokNam ♡·₊̣̇ [PAUSADA]

⤷ ᴅɪᴇᴄɪꜱÉɪꜱ ♡·₊̣̇

Hoseok entró al departamento sintiéndose mal por haber ido a modelar en lugar de regresar inmediatamente a pesar de haberlo prometido al híbrido. Además este le llamó. Fue adorable escuchar lo confuso que le figurara que esa cosa rara llamada celular por sus mayores le permitiera hablar con él a pesar de estar separados.

El atardecer pintaba de naranja al rededor y los tonos oscuros teñían el cielo poco a poco,  subió las escaleras con grandes zancadas para entrar cuanto antes. Namjoon no corrió a recibirlo, estaba demasiado ocupado soltando gimoteos fingidos cuando Yoongi intentaba separarse de su abrazo. Leyó el pedido de ayuda en los orbes de su novio.

— Namjoonie — nombró con duda. Por arte de magia, el menor se olvidó del azabache y se aferró al castaño —, te extrañé, bonito.

— Es malo, no llegó temprano — reprochó decaído. Tenía una enorme necesidad de ser abrazado por los dos hasta que se le dificulte respirar. Tenerlos tan cerca como sea posible por el tiempo necesario para terminar con sus olores impregnados en su piel.

— Lo siento mucho — acunó su rostro para acercarlo al propio. A esa distancia eran evidentes las galaxias que resguardaba en sus ojos y él podría admirarlas por horas con total fascinación —. Eres un bebé precioso — esparció cortos y ruidosos piquitos por su cara, especialmente en las esponjosas mejillas.

— Hola, Hoseokie — la grande mano de Yoongi tomó su cintura, exigiendo sutilmente atención por su parte. Jung rodó los ojos con fingido fastidio antes de inclinarse hacia el azabache sin soltar a Namjoon.

— También quiere palabras bonitas, mi niño bonito — besó su mandíbula primero y luego sus labios. El rubio es un híbrido de gato y su actitud era igual, finalmente cayó en cuenta que la personalidad de su novio era como la de un cachorro, buscando obtener la atención y mimos cuando quedaba de lado.

Le costó unos cuantos besos y caricias más para ser liberado y poder ir a ponerse ropa cómoda y desmaquillarse. Mientras tanto el par le preguntaba por su día y escucharon cada palabra.
Namjoon se colgó del cuello de Jung y enredó sus piernas alrededor de su torso, los brazos del mayor lo envolvieron para evitar una caída. Terminó en su regazo mientras el castaño comía, negándose a soltarlo. Nunca antes fue pegajoso a tal grado, hasta hace dos días con el celo; ese día era más que los anteriores. Lo atribuyó a su larga ausencia, casi el día entero.

— HobiHobi — el rubio murmuraba las dos sílabas constantemente, a la vez sus palmas paseaban por todo su pecho — ¿Ya acabó? — volteó a ver y se alegró por el plato vacío, esperaba que no repitiera como siempre hacía —. Vamos a la cama — dejó pequeños besitos atrás de su oreja.

— Ugh, está bien — cedió a pesar de seguir hambriento. Asió la mano de su novio y los llevó al cuarto.

Yoongi sonrió, él podría ser el activo, pero definitivamente no el dominante, ese puesto siempre le ha pertenecido a Jung. Independientemente de la edad o estructura física, Hoseok siempre terminaba siéndolo, desde un inicio, cuando el castaño era un palmo más bajo y no tenía ni un músculo evidente; sin embargo, él era el adulto y siempre buscaba cuidarlo y lo mejor para él.

Namjoon acostado encima del castaño y a Yoongi al lado envolviendolos con su brazo a duras penas, dejando besitos en el cuello de Jung. A veces extrañaba cuando Hoseok era su centro de su atención, pero no podía imaginarse un momento donde el híbrido no estuviera.

Estaba oscuro y en la habitación solo se distinguían las profundas respiraciones de los mayores. Mientras él rubio intentaba liberarse del abrazó de los mayores, el simple tacto estático le erizaba los vellos y empeoraba su estado, alborotaba a las mariposas de su vientre haciéndolas batirse con frenesí en su interior interior.

Hoseok despertó con la agitación del menor al tratar de irse, deshizo el agarre y ayudó al rubio a quitar de encima el pesado brazo de Yoongi.

— ¿Todo bien? — se interesó al verlo arrodillarse y sentarse sobre sus pantorrillas quedando de frente a él.

— Tengo un problema — susurró para no despertar al azabache.

Su entrepierna dolía, su respiración estaba agitada al igual que su corazón. Sudor escurriendo por su cuerpo. No pudo hacer otra cosa que no fuera arrojarse a los brazos del castaño cuando los extendió hacia él en una clara invitación.

Los labios ajenos se estamparon por todo su rostro con entusiasmo, al final tomaron lugar con los contrarios y no se separaron hasta perder el aliento por completo.
Ambas manos se tomaron la libertad de acariciar el menudo cuerpo, iniciando por las mejillas hasta los muslos, haciendo suspirar al híbrido.

— Hobi, duele — jadeó contra su oreja luego de una punzada en su entrepierna.

Al escucharlo, le giró para recostarlo contra su pecho como la vez pasada y continuó paseando sus belfos por el cuello ajeno. Retiró la camiseta en un ágil movimiento, no perdió tiempo en acariciar el blando torso ajeno, erizando cada vello de su piel. Sus dedos encontraron sus pezones, los delineó en un suave roce, dificultando su respiración con cada toque.

Yoongi despertó por el movimiento y cualquier rastro de sueño se esfumó cuando su mente procesó lo que sucedía a su costado. Rotó para acostarse en su costado para ver con atención.
Le resultaba extraño ver a Hoseok de cualquier forma que no fuera sumamente demandante, ver su tranquilidad en cada movimiento era raro. Al sentir la pesada mirada encima de él, Jung giró y se encontró con la penetrante mirada de su novio y alzó una ceja.

Min se sentó en la cama y depositó un beso debajo de la oreja de Hoseok, inclinó su cuerpo hacia el rubio y apretó una de sus orejas entre sus labios hasta que hizo un ruidito de molestia.
Gateó hasta posicionarse entre las piernas del híbrido, se sentó sobre sus pantorrillas para verlos un poco más hasta sentir sus pantalones apretar y decidiera participar.
Se recostó bocabajo, elevando su torso con ayuda de su brazo izquierdo, pues con su mano derecha estaba sosteniendo la cadera del menor mientras besaba su vientre.

Deslizó con lentitud los pantalones de Namjoon, dejándolos a la altura de sus rodillas. Sus labios migraron hacia los muslos y su diestra se aferró a la parte interna del muslo de Jung. Sus dedos se engancharon al resorte de la ropa interior de Namjoon, dudó en deslizarla un par de veces, pero lo hizo. Rozó sus dedos por el largo de la erección y las caderas del menor se crisparon agresivamente cuando envolvió el falo con su mano y comenzó a subirla y bajarla suavemente.

Más tarde, su boca suplió a su mano. Presionó toda su lengua contra la carne caliente y ahuecó sus mejillas para hacer una ligera succión. Los espasmos en el menor eran constantes, e incluso continuaron después de correrse.
Sus pezones habían sido sobreestimulados, dejándolos con una sensación de ardor, y su cuello besado con tanto ímpetu que no le sorprendería terminar con una marca aún si no era la intención de Hoseok.
Cayó dormido entre los brazos del castaño, quien con cuidado lo recostó en la cama para ir con su novio para arreglar los problemas que dejó el híbrido en sus entrepiernas.