Our hybrid :: YoonSeokNam ♡·₊̣̇ [PAUSADA]

⤷ ᴏɴᴄᴇ ♡·₊̣̇

Yoongi pasó su mano por su cabello con la intención de quitarselo de la frente y pasarlo hacia atrás. Abrió la puerta, que solía estar sin seguro cuando Jung llegaba de la escuela. Entró tranquilo pero se detuvo al ver al híbrido acostado sobre su novio como siempre hacían, con la excepción de que estaban muy ocupados besándose como para escuchar que había llegado.

Debatió en qué debería hacer en ese momento. Regresó sobre sus pasos y salió, donde una vez en el pasillo, recargó su cabeza en la puerta. Confundido por lo que acababa de presenciar, en especial por el tirón que sintió en su entrepierna y el hormigueo en su pelvis al ver a los menores sumidos en el beso. Sacó sus llaves en intentando hacer el mayor ruido posible, la metió a la cerradura y abrió con esta, dejó que la suela de sus zapatos resonara mientras entraba de nuevo a su casa. Rio nasal al ver que esta vez, Namjoon si estaba acurrucado en el pecho ajeno.

— ¿Cómo te fue en el trabajo, cariño? —preguntó Hoseok, Namjoon saltó hacia el adulto para abrazarlo, recibiendo unas tiernas caricias en sus orejas.

— Igual que siempre — avanzó al sillón cuando vio el pie de su novio — ¿Qué te pasó? — se preocupó.

— Solo me lo torcí —restó importancia a la lesión y jalo al mayor para que cayera en el sillón y besarlo.

Ordenaron comida a domicilio y se quedaron en el sofá, Hoseok con un brazo del azabache sobre sus hombros atrayéndolo a su cuerpo con el nombrado acurrucado en su pecho y Namjoon recostado en el muslo de Yoongi. Veían una película mientras esperaban el pedido.

Yoongi moría de ganas porque Namjoon se durmiera para poder hablar de frente con el castaño y sincerarse con él. Se paro para recibir la comida y pagar antes de volver entre los dos cuerpos que esperaban ansiosos sus recipientes. Comieron con su atención en la pantalla y en robar el plato ajeno.

— ¿Cómo te fue hoy con SeokJin, Joonie? —Min dejó el recipiente vacío en la mesa ratona y acarició las hebras doradas cuando el menor volvió a acomodarse en su muslo.

— Fue genial, él me agrada mucho — comentó ensoñado con todo lo que había aprendido y que pudo escribir algo, para el híbrido, su profesor estaba en un pedestal, lo admiraba —. Escribí mi nombre y aprendí hangul.

— Me alegro escuchar eso —respondió aún acariciando al menor, sonrió al verlo bostezar, era adorable la forma en que se cubría la parte inferior del rostro y cerraba sus ojos— ¿Tienes sueño?

— Sí, comí demasiado —explicó frotando su ojo derecho y reincorporándose en el asiento, para después subir a horcadas en Yoongi y acomodarse en su hombro, con sus brazos y piernas rodeando su torso—. Lo extrañé mucho.

Jung sonrió con la forma tan cálida en que se sostenían, se acercó y dejó una juguetona mordida en el lóbulo de la oreja del mayor y volver a recargarse en su lugar.

— Namjoon está inmovilizándome, no juegues conmigo — advirtió con una sonrisa ladina.

Sostuvo con firmeza el esbelto cuerpo y lo llevó a la cama para que descansara mejor. Apenas lo dejó sobre el colchón, la pequeñas manos lo buscaron, a lo que Min le dio su almohada para que la abrazara.

Regresó a la sala y Hoseok estaba esentado con la espalda en el asiento y las piernas en el respaldo. Se reacomodó cuando el albino estuvo a su lado.

— Los vi, Hoseok —reveló, provocando que la mano que el nombrado acercaba para acunar su rostro se frenara.

— ¿Qué? — quiso asegurarse de qué se refería, pero por la seriedad deducía qué era.

— Namjoon y tú se estaban besando en el sillón — con prisa, Jung se apuró en pedirle que esperara y le permitiera explicarle, además de disculparse incesante. Yoongi alzó su mano para detener el barullo de palabras que abandonaban su boca —. Espera, no estoy molesto — aclaró —, no tengo derecho de estarlo.

Y la última frase caló en Hoseok, quien imaginaba que su novio pudo haber estado engañándolo desde hace tiempo.

— ¿A qué te refieres? — cuestionó temeroso de que sus inventos sean ciertos.

— También lo he besado —confesó, dando un gran alivio al castaño que por poco rompía en llanto— Creo que ya comprendo porqué me beso, él dijo algo que tú le mencionaste, as{i que supongo que lo besaste antes de eso.

Hoseok quería que su novio dejara de expectar el techo y le permitiera ver con claridad sus gestos, que por lo menos su voz dejara de ser neutral.

— No estoy molesto —repuso al escuchar la temerosa afirmación del contrario—. Te amo, tú... ¿aún me amas?

— Por supuesto que sí —rectificó alarmado por la forma en que se escuchaba el mayor, ahora deseaba que volviera al estado neutro y no reflejara preocupación.

— Pero sientes algo hacia Namjoon, ¿no? — indagó curioso.

Yoongi tenía buen juicio generalmente. Por primera vez en todos los años juntos, Jung tuvo miedo de lo que podría suceder si respondía con la verdad, a pesar de que estuviera tan sereno, temía por su reacción.

El afirmar sus sentimientos los hacía reales, ya no era un "puede ser" , ni un "quizá". Ahora esas palabras pasaban por la mente de Hoseok acompañadas de un posible futuro con Namjoon siendo parte de su relación.
Se dió cuenta del gesto dolido en el contrario porque se mantuvo serio todo ese tiempo.

Pegó sus bocas con urgencia y luego instantes de confusión por parte de Yoongi, fue correspondido con la misma necesidad. Cuando Jung intento subir a las piernas ajenas, se golpeó el pie vendado y se dejó caer de vuelta en su sitio con un quejido.

— ¿Estás bien? — se interesó entre risas.

Metió su antebrazo bajo las rodillas de Jung y las puso encima de las suyas para después hacer que terminara sentado en sus piernas y abrazarlo. Acercó su diestra al tobillo lastimado para sobarlo y ayudarlo a sanar.

— Entonces... —empezó a decir el menor con sus labios rozando el pálido cuello—, los dos sentimos algo por Namjoon. —resumió— ¿Qué haremos?

— No es como si fuera a ser diferente — expresó con obviedad.

Les asustó cuando el pequeño gato dorado saltó al asiento de la nada, lo vieron acurrucarse en el regazo de Hoseok.