Two Crazy Lovers

Recuerdos dolorosos.

⊛ Hay heridas incurables y terriblemente dolorosas, que no huelen a sangre si no a recuerdos.⊛

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Episodio Cinco.

La vida me golpeaba tan repentina y abruptamente que no me dio tiempo de siquiera pensar en despedirme, yo estaba ahí, tirado en el suelo en un charco de ese líquido vital de color rojo intenso, no sé si fue un milagro o una maldición el quedar con vida.

—Mami, ¿A donde vamos? —pregunte mirando por la ventana las luces hipnotizantes de la ciudad, ella hablaba con papá pero se giró a verme. 

—Es una sorpresa cariño —mire a mi madre y ella estaba sonriendo. 

De pronto todo pasó en cámara lenta, el semáforo estaba en verde para nosotros  mi madre y su sonrisa fue lo último que vi antes de salir por la ventana izquierda del auto, un ruido estruendoso se escuchó llenando mis oídos y caí al suelo rodando, vi el auto con mi familia dentro estrellarse contra un poste de luz. 

Mi cabeza golpeó duro contra el pavimento y se rompió al instante, sin embargo, el shock del momento era mayor que no sentía dolor, pero aun así... pude sentir como tres de mis costillas se rompían dejándome sin aire y sacando sangre de mi boca al igual que de mi nariz. El auto quedó estampado entre el poste del lado del conductor donde iba mi padre, el camión quedó estampado en la parte donde iba mi madre del lado del copiloto, de las puertas escurría sangre a chorros, levante mi mano intentó alcanzar aquel vehículo— Mamá —mi voz apenas y se escuchaba, incluso dudo que algún sonido haya salido de mi boca, me intente levantar pero mis piernas me lo impidieron obligándome a quedarme simplemente como un espectador más de lo ocurrido. 

El murmuró de la gente y el sonido de la ambulancia a lo lejos fue lo último que escuche antes de desmayarme por el inmenso dolor que abrazaba con fuerza mi cuerpo. Desperté en una habitación blanca con un sonido de pitido del fondo, abrí lentamente mis ojos parpadeando un par de veces para acostumbrar mis pupilas a la luz que venía seguramente de una lámpara sobre mi— Mm..ma..má —me intente levantar y con algo de dificultad lo logre, me incorpore por completo y mire a todos lado encontrándome con una persona recostada en el sillón que había en la habitación— Disculpe —le hable bajo y él despertó en seguida. 

—Oh, ya despertaste pequeño... llamarte a un médico —él se acercó a mí y acarició mi cabello con gentileza para después dirigirse a un buró donde apretó un botón. No pasó mucho cuando un par de enfermeras junto a un doctor entraron.

—Haremos algunos chequeos para descartar cualquier anomalía —el médico se acercó a mi y me comenzó a revisar poniendo una luz sobre mis ojos, dijo que estaba bien y me hizo varias preguntas relacionadas con mi vida, mi nombre, edad, fecha de nacimiento, etc., todo ello me llevó a recordar.

—¿Dónde está mi mamá y mi papá? —ellos se miraron unos a otros esperando algún tipo de aprobación que les hiciera hablar, al final el doctor fue quien me dio la noticia que desvaneció las ganas de vivir.

—Ellos... lamentablemente murieron en el accidente que te trajo aquí —no podía creerlo, mis padres, ellos habían muerto y todo por mi culpa, si yo no hubiera querido salir, si tan solo hubiera aceptado la comida que con tanto amor hizo mi mamá nada de esto hubiera pasado, seguramente justo ahora estaría despertando como un día más y no como un huérfano. Me maldije internamente y desee la muerte en ese momento, termine con la vida de toda mi familia solo por un tonto capricho que no tenía relevancia alguna, ¿Cuántos niños ni siquiera tiene una fiesta de cumpleaños? Entonces, ¿Por qué yo fui tan idiota y no acepte lo que me ofrecían?...