Two Crazy Lovers

Ese fui yo

☠ Tus problemas ya no son solo tuyos, también son míos así que, ya no te preocupes por nada...☠

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Episodio diez.

Él era un niño como cualquiera. Tenía una familia, un hogar cálido. Vivía ignorando problemas tan solo quería tener juguetes y diversión. Lo que todo niño de su edad desearía, sin embargo, su familia sufría de un desequilibrado nivel económico. A veces había, a veces no. No tenía lujos siquiera pero aunque poco tuviera siempre feliz se mostró. Un buen estudiante, un niño carismático que no causaba problemas para no darles más preocupaciones a sus padres, ya tenían muchos con las grandes deudas que crecían cada día.

Su sonrisa siempre estaba presente, podían verlo por la calle sonriendo a todos, siendo tan bueno sin siquiera conocer a la persona. Pero un día de pronto su sonrisa desapareció, y es que aunque no lo quisiera ni tampoco mereciera sus padres dan la noticia de su separación. Esa noticia lo golpeó tan fuerte que en ese instante no supo qué decir, se quedó estático viendo como su padre salía por la puerta con maletas en mano, mientras veía a su madre gritarle cientos de cosas que no lograba entender. Su vida perfecta se había acabado en un abrir y cerrar los ojos.

Se queda con su madre y todo marcha peor, ella le pega a diario sin compasión. Después de ese día, jamás volvió a recibir el amor de su madre, solo le traía dolor hasta que un día no soporto y de su casa huyó. Lo reciben sus abuelos de corazón, los únicos que le mostraron todo su amor, en especial su abuela que lo amaba como a nadie y él la vio como a la madre que siempre soñó.

—Abuela —dijo el pequeño albino estando en el comedor mientras desayunaba un chocolate tibio que su querida abuela le había preparado. — Abuelo

—¿Qué pasa querido? —respondieron ambos al unísono

—Sabes algo —movió un poco la cuchara en la taza haciendo que la anciana le prestará toda su atención. Desde que había llegado, su sonrisa había regresado. Amaba a sus abuelos y era recíproco, era feliz a su lado, no necesitaba a nadie más— No creo merecer todo el querer que me han brindado, abuelos. Por primera vez se lo que es tener amor sincero, jamás habían demostrado a nadie más mi querer que a ustedes, son a quien más quiero. Siempre ahí estaré y los cuídate, ustedes son todo lo que tengo.

—Me vas hacer llorar mi pequeño —dijo la anciana dándole un abrazo.

—Nosotros también te amamos con toda el alma, jamás dudes de eso hijo.

Pero, su felicidad poco iba a durar, pronto volvería hacer ceros. Y es que, su abuela se va a dónde jamás, podrá decirle 'te quiero'.

No quería aceptar que quien amo no volverá, ya no había risas solo un mar de lágrimas al parpadear. Le dolía tanto que ya no estuviera con él la persona que lo había cuidado, que le había mostrado que el amor si existía. Ya no soportaba más, golpe tras golpe sin cesar solo se quiere escapar de esa maldita realidad. Se buscó un refugio fuera del mundo real, los videojuegos y la música son como un nuevo hogar. Y aunque estos dos mundos no se pudiera tocar le ayudaban a recobrar lo que era la felicidad.

Era su única escapatoria, ponerse los audífonos y jugar mientras oía su música favorita, canciones que le recordaba su miserable vida o solo algunas que le hacían pensar en esa persona que se había ido, a una mejor vida, tal vez. Le gustaba hablarle a una fotografía de su querida abuela mientras las lágrimas invaden sus cuencas.

—Ya no estás aquí y aunque es así quiero decir te quiero. No puedo admitir que te perdí, dime qué fue un mal sueño, la vida sin ti ya no es vivir vuelve que tengo miedo, te extraño tanto abuela, la casa sin ti ya no es feliz pregúntale a mi abuelo.