Habían pasado exactamente siete días desde que esa "extraña" la llevó en su auto.
No se habían vuelto a encontrar a pesar de que Natasaha iba todos los días a la misma cafetería, se sentaba y leia un libro... pero su atención siempre iba a la puerta esperando ver entrar a la pelirroja... en cambio, eso nunca ocurrió... no ocurrió en el sitio donde ella esperaba.
Lo que el destino decidió fue magnífico y cayó como un balde de agua fría porque la castaña jamás lo imagino.
• • •
Estaban por dar las 5 pm se encontraban en el foro teatral apunto de estrenar su adaptación de Romeo y Julieta, muchísimo más contemporánea algo sencillo pero como siempre el ambiente destilaba de todo tipo de emociones.
Sus compañeras y compañeros de teatro caminaban de un lado a otro encerrados en sus propios mundos, su mente.
Se les podía ver ensayando sus textos, interpretando y gestualizando. Otros platicaban y reian, otros comían y algunos se retocaban el maquillaje o se acomodaban el vestuario...Y ella solo se miraba al espejo encerrada en el baño de los camerinos, sentía una corazonada... como si algo increíble le esperara esa tarde, la incertidumbre también le hacía pensar que podría , el nerviosismo la mantenía en vilo atrapada en su mente, hasta que escuchó los toquidos y una voz que pronunciaba su nombre al otro lado de la puerta.
—Natasha?! Llevas quince minutos ahí! Ya vamos a pasar al acto final! Y es tu turno!
Se mojo las manos con agua helada y se salpicó el rostro justo antes de abrir la puerta y respirar profundo.
—Ya estoy...
Se escucho la tercera llamada y salió a escena con completa decisión. Al pisar el escenario cualquier rastro de nervios se fue... e interpreto como nunca, ella ya no era Natasaha, se percibía a Julieta enamorada de Romeo, extasiada por verlo y hablarle. En definitiva ella estaba actuando con maestría sorprendiendo a todos quienes no creyeron en ella.
Tantos ensayos que pasó sin sentir ningún tipo de emoción quedaron atrás, pero eso el público no lo sabía. Tenía a todos los espectadores atentos a ella, como un imán... apenas si se percibían las respiraciones, nadie tendría el valor de interrumpir aquella energía que rondaba el foro. Era como ver a una pequeña estrella centellando llena de luz y con las emociones a flor de piel.Romeo se opacaba ante su presencia, aún cuando la escena requería de ambos, la energía irradiaba Natasha como actriz, era incomparable.
Fue llevando al publico poco a poco por la sensación de ir en un barco, movidos por las olas cálidas hasta que llegó la escena del beso.
Ella se acercó despacio captando aún más la atención de todos los presentes, si es que eso se podía...
Romeo admiraba embobado acercándose a ella del mismo modo. Ella respiro hondo y cuando unos centímetros les separaban de unir sus labios y concluir la obra, por un instante su mirada se desvío al público... ahí vio una cabellera rojiza que se iluminaba con el reflejo de las luces del escenario. Su corazón latió con fuerza...Sintió una emoción distinta y un cosquilleo en todo el cuerpo, perdió el sentido de lo que hacía y ya no se acercó más para ser ella quien uniera sus labios en un besó casto como lo haría Julieta, solo sabía que sus manos temblaban por los nervios y su corazón golpeaba su pecho con muchísima fuerza y sin explicárselo sólo cerró los ojos y Romero fue quién la besó. Se sentía tonta por pensar que cualquier persona con cabello cobrizo seria Mildred... además, ¿cómo podría ella saber que estudiaba ahí?
Las luces bajaron dejando en completa oscuridad el escenario y los aplausos no tardaron en escucharse con muchísima euforia y admiración. Ella se separo al instante de ese beso y volvió a ser ella: Natasha.
Cuando las luces se encendieron y llego el momento de los agradecimientos, su mirada inevitablemente fue directo a los asientos buscando la melena roja que había visto antes. Y la encontró, ahora se perdía en sus ojos azules y su sonrisa orgullosa, sus manos que aplaudían mostrándo satisfacción.
La castaña sonrió de oreja a oreja emocionada, pero en un solo descuido en el que se permitió disfrutar del éxito e inclinarse a modo de agradecimiento la perdió.En cuanto se levanto y la volvió a buscar ya no la hayo más, solo vió su silueta saliendo detrás de las cortinas de la puerta principal.
No supo que hacía pero nisiquiera espero a que terminaran de aplaudirle, corrió hacia la salida de los camerinos dejando a todos confundidos.Sus ojos buscaban a Mildred, necesitaba hablarle o al menos escuchar su voz...
A lo lejos la diviso alejándose por el estacionamiento, aunque corriera no lograría alcanzarla, aceleró el paso y la mirada de la mujer se posó sobre ella justo cuando colocaba un papel blanco dentro de la canastilla de su bicicleta. El corazón volvió a acelerarse y una sonrisa tonta se le formo en el rostro y sin pensar corrió a la velocidad que le permitían los tacones, deseando que Mildred la esperara pero no fue así, la pelirroja subió a su auto y salío del lugar en pocos segundos.
Paro en seco observándo como el auto se perdía en las calles de la ciudad, caminó cansada y muy confundida hasta su bicicleta.
Ahí estaba una pequeña nota doblada a la mitad.
Le parecía atrapante el misterioso en esa mujer. La curiosidad le colmaba la paciencia, las manos le temblaban por los nervios mientras intentaba abrirla.Y encontró lo que más deseaba; y no, no era su número telefónico, era mucho mejor.
Con una caligrafía preciosa había escrito el nombre de algunas calles en el centro de la ciudad y seguido de aquello, una frase que la dejo en catarsis de emociones.
"Nos vemos a las 8:00 pm, venga... salta al vacio, valiente."

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Suspiro
RomansaDicen que la vida es un camino circular en diferentes alturas, puede que si cruzas por algún lugar pronto volveras a pasar por ahí pero tal vez con mas aprendizajes. Pero que pasa si en ese camino encuentras a alguien que como tú se siente atrapada...