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05/07/17

¿Cómo es que acabe con una vida tan miserable?, pensaba mientras acomodaba los DVD en la estantería de mi lugar de trabajo de manera perezosa, esto era tan fastidioso. 

Al acabar el trabajo camine a mi estación de tren correspondiente para poder ir a mí casa y dormir todo el día o algo parecido cuando unos molestos niños hicieron una travesura en mi nombre y salieron huyendo, yo también lo hice no quería recibir una paliza de quien sea que fuera. 

Al llegar a la estación de trenes pensaba en lo sucedido esta mañana, Hinata Tachiba y su hermano murieron la noche de ayer, la chica fue mi mejor amiga durante la secundaria pero nos terminamos distanciando cuando hui del pueblo para escapar de mis maltratadores de aquellos días, camine al frente donde estaba el límite de la banqueta y me pare sobre la ya familiar línea amarilla cuando sentí un golpe en mi espalda y luego mi cuerpo caía hacía el frente sobre las vías del tren aproximándose con velocidad hacía, siendo lo último que vería unas luces blancas. 

5/07/05

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5/07/05

Mi cuerpo dolía, ardía como los mil demonios, el como sentía toda mi piel desgarrada y cada musculo de mi ser, no sentía mis huesos y sentía como me desangraba poco a poco, todo eso en una enorme sensación de oscuridad.

Abrí los ojos mientras el sudor bajaba por mi frente, mire al rededor y pude ver el vagón del metro, yo estaba entro de él, suspire con alivio mientras me secaba el sudor de la frente, estaba tan frío, mire al frente donde un señor me miraba con terror, le sonreí y este solo se hizo más pequeño en su lugar, confundido me mire en el reflejo del metro pero una voz me llamo. 

—Takemichi apresúrate o te quedarás ahí— mire a la entrada del vagón, donde se encontraban cuatro chicos que reconocía bastante bien. 

Atsuhi Sendo, un chico de cabello rojo que traía un copete bastante extravagante con el uniforme escolar, ojos de igual color, el era como la madre del grupo, siempre nos cuidaba todos; Takuya Yamamoto, un chico rubio con el cabello largo hasta la mandíbula, sus ojos eran color miel y al igual que el anterior llevaba un uniforme escolar, era mí amigo de la infancia; Kazushi Yamaguchi un chico de cabello castaño y ojos de igual color portaba unos lentes de armazón rojo, se los había puesto para parecer más listo pero solo se hizo más imbécil; Makoto Suzuki un chico pelinegro y ojos grises, era el más alto de todos y un total pervertido de los cuatro, no le importaba nada que no fuera jalarsela. 

Confundido camine a las puertas del lugar logrando salir del vagón, pero en cuanto di un paso mi cuerpo ardió y caí a las puertas del lugar, una vez estando afuera, mi cuerpo temblaba y mis sentidos estaban aturdidos en su totalidad, no sabía que pasaba, los chicos se acercaron a mí preocupados tras verme de rodillas tan pronto como salí del vagón, sacudí mi cabeza con pesar y les mire con una sonrisa despreocupada indicando que todo estaba bien, solo había tropezado con algo, ellos no tan conformes asintieron y me ayudaron a levantarme. 

Hasta MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora