One Shots || Louis Partridge ||

Call it Fate, Call it Karma.

Estábamos caminando por las calles de Londres, el aire estaba frió. Mis manos estaban congeladas. Le tocaba la cara a Louis aveces y él solo se quejaba por lo frías que estaban. Decía que se me caerían los dedos, aunque después me presto sus guantes, pero me quedaban grandes y no podía agarrar bien las cosas.

Louis veía los edificios mientras yo fotografiaba algunas cosas. Solo estaría por algunas semanas, así que quería tener recuerdos.

Entramos a una tienda llamada "Shop Shop" por fuera se veía anticuada y por dentro era casi igual.
Había velas, pinturas, bases para pintar, inciensos, vinilos y más. Y todo muy barato.

La luz en la tienda era baja y era relajante.

— Mira esto — musitó Louis. Tenía una pintura muy bonita. Era un campo y el cielo era gris.

— La llevare, sin duda — dije y la eché en la canasta que había agarrado para echar productos.

Louis se fue a otro pasillo y yo a otro. La tienda tenía cosas increíbles y algunas antiguas.

Me acerqué a la caja para pagar, había quedado con Louis con verlo afuera de la tienda, él aún no salía.

Estaba lloviendo, por suerte la tienda tenía un toldo, no muy grande, pero me cubría de la lluvia.

Yo había comprado algunas pinturas y bases, me gusta pintar y creo que lo hago bastante bien. También había comprado una vela y un vinilo.

Louis salió de la tienda, se veía muy feliz y emocionado por enseñarme las cosas que había comprado.

— Mira — dijo buscando entre la bolsa de papel que le habían dado —, te compré algo.

Saco una vela, adoro las velas.

— Es de vainilla — la olí, luego, saco otra —, esta es de clavo con más cosas, pero huele increíble.

Sonreía mientras Louis me mostraba lo que me había comprado.

— También te compré unos inciensos de Lavanda, Manzana, canela, y rosas.

— Louis, gracias — yo no le había comprado nada, así que me sentía un poco mal por eso.

— No te preocupes por mo haberme comprado nada, se que te gusta todo esto y quería regalártelo. Porque eres muy... especial para mi y quería que lo supieras.

— Vamos a mi departamento, compré un nuevo vinilo y quiero escucharlo contigo — invité. Tomamos un taxi y en todo el camino fuimos oliendo velas y viendo pinturas que habíamos comprado, eran mini pinturas.

Cuando llegamos seguía lloviendo, así que en el pequeño tramo que caminamos nos mojamos.

Louis me ayudó a preparar chocolate caliente, yo quería café, pero a Louis no le gusta mucho, así que decidimos chocolate caliente. También preparamos lasaña y teníamos que hacer algo en lo que estaba en el horno.

— Me iré a cambiar — anunció Louis entrando al baño.

Le había dado una ropa que anteriormente él había dejado aquí. Por la lluvia y el frió podría enfermarse. Yo ya me había cambiado, estaba bastante cómoda y me gustaban mis calcetines y mi suéter.

Saque el vinilo de la bolsa y lo puse en el tocadiscos.

Call it Fake, Call it Karma. Increíble canción.

Cerré los ojos y comencé a moverme suavemente, dejándome llevar por la canción.

Sabía que alguien me observaba, sentía una mirada. Y mi única compañía ahora era Louis. Abrí los ojos y sí, él estaba recargado en la puerta del baño, viéndome con una sonrisa, no mostraba los dientes, tenia sus labios juntos.

— Adelante, sigue bailando, no quería distraerte.

Extendí mi mano en invitación para que se acercara y bailara conmigo.
Él se acercó a mi y la tomo sin pensarlo dos veces.

— Solo te advierto que no soy experto en esto — entrelazó mi mano con la de él y con la otra agarró mi cintura.

Yo tampoco lo era, pero eso no importaba ahora.
Pensaba en muchas cosas, y había bastantes sentimientos.

— No lo haces mal — comenté. Él sonrió mostrándome sus dientes.

— Tu no te quedas atrás — me guiño el ojo.

Cuando la canción estaba por terminar me acerque a él. Tal vez me deje llevar y él no tuvo tiempo de pensarlo.

No se separó cuando lo bese.

Ni si quiera yo sabía porque lo hice cuando nuestros labios se separaron.

Pero debía decir algo porque él no lo hacía. — El chocolate se va a enfriar — me separé y desvíe la mirada. Él levantó mi barbilla, obligándome a verlo.

— El chocolate puede esperar — susurró.

Acaricio mi labio inferior con su pulgar siguiendo cada movimiento.
Me volvió a besar, aunque esta vez duro un poco más y presionó más sus labios con los míos.

— Encendamos velas y veamos la ciudad.

Como lo dijo, lo hicimos. Encendimos alguna velas y abrí las cortinas dejando ver la ciudad desde la gran ventana.

Se veía increíble.

Louis estaba a mi lado, pegado a mi. Así que recargue mi cabeza en su hombro. Él olía rico, se lo repetía bastante.

— Falta algo — se levantó y del sillón agarro una manta y me la puso.

— ¿Gracias? — fue más pregunta. Pero cuando él se volvió a sentar me la quito y nos la puso de manera que nos cubriera a los dos.

Comenzó a moverse buscando calor entre mi cuerpo y al final quedo con su cabeza recargada en mi hombro. Yo lo abracé como pude y tocaba su oreja. Estaba fría.

— Tu oreja está fría — su piel igual lo estaba.

— Sí, es que soy un vampiro.

Me sentía relajada y feliz con Louis aquí.

— No hagas eso — sonrió cuando seguí tocando su oreja — Bueno, mejor no lo dejes de hacer.

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Call it Fate, Call it Karma. Es una canción de The Strokes.