Pronta entrega
30 de Mayo 2014
Dos meses de novios, Valentín había ido muchas veces a cenar a lo de Lucía. La familia estaba más que al tanto de la relación y lo querían muchísimo. Lucía no había ido más a lo de su novio, él no la había invitado, pero no se sentía rara al respecto. Le dio su espacio y, así, evitaba la formalidad de la cena con su familia y el sentirse incómoda. Duró poco esa tranquilidad ya que el ojiazul la había invitado a ver una película a su casa después de almorzar y se había ofrecido a alcanzarla a la facultad cuando se hiciera la hora de cursar. Estaba nerviosa, pero teóricamente iban a estar solos y eso la tranquilizaba un poco.
- Má, ya está llegando Valen. Te aviso cuando llego y cuando estoy en la facu, después hablo con papá para que me pase a buscar - le avisó a su madre.
- Cuidense, mandale un saludo - le dijo dándole un beso y siguió con lo suyo.
Cuando Valentín tocó bocina, ella salió y se subió al auto saludándolo con un beso.
- Hola hermosa, ¿vamos? - dijo sonriendo como cada vez que la veía.
- Sí gordo, ya estoy - se puso el cinturón de seguridad - Abrochate Valentín, por favor - Valentín rodó los ojos.
- Ya va mamá - dijo riendo.
El camino fue tranquilo y, relativamente, corto. No vivían muy lejos el uno del otro. Iban escuchando música y cantando a los gritos. Al llegar, Valentín la hizo pasar y se dispuso a preparar algo para tomar.
- ¿Querés que veamos la peli acá o en la pieza? - preguntó.
- Donde te quede más cómodo, me da igual - contestó.
- Bueno, vamos arriba entonces - dijo él y la guió hasta su habitación - perdón por el quilombo - dijo entrando y levantando unas remeras del suelo.
- No pasa nada - rió ella - mi pieza suele estar peor.
- Bueno, ponete cómoda que voy buscando la peli.
Hace semanas que estaban queriendo terminar Divergente, pero cada vez que se juntaban a hacerlo, terminaban en una sesión de besos que se les iba de las manos. Nunca había pasado nada más que un par de manos por debajo de la remera y algún que otro apretón de culo que los hacía suspirar fuerte y volver a la realidad. No tenían espacio para mucho más y no querían apresurarse y que salga mal.
Lucía se sacó las zapatillas y se tiró en la cama, boca abajo, esperando que su novio termine de buscar la película. Una vez puesta, Valentín se acomodó a su lado y le besó la cabeza.
- Ya está hermosa - le dijo y Lucía se dio vuelta, acomodándose en sus brazos para poder verla.
Diez minutos después ya estaban a los besos otra vez, era como si se necesitaran. Valentín empezó a acariciar su espalda por debajo de la fina remera que ella llevaba puesta y ella se pegó más a él, con las piernas entrelazadas. No necesitaron mucho tiempo más para que Valentín termine encima, haciendo fuerza con sus brazos para no aplastarla y besando su cuello. Lucía suspiraba, era la primera vez que ella se encontraba en una situación así y las sensaciones eran todas nuevas.
Valentín se entretuvo besando su cuello y fue sumando sus manos, jugueteando con la remera y con la cintura de su jean. Se deshizo de a poco de su remera y, cuando vio que ella estaba colorada y lo miraba tímida, le dio un beso en la frente.
- Vamos hasta donde vos digas, ¿sí? ¿Estás bien? - preguntó con dulzura.
- Sí Valen, tranqui - contestó tímida y cerró los ojos cuando él comenzó a besar sus pechos por encima del corpiño.
Sacó su remera y siguió besándola y tocándola por encima de la ropa que le quedaba. Sentía que no podía más con la situación. Él no era virgen, había tenido una novia anterior con la que había hecho ciertas cosas, y varias chicas pasaron por su cama tras esa ruptura. Pero desde que había sido flechado por el encanto de Lucía que no hacía nada y el cuerpo se lo pedía a gritos.
Comenzó a desabrochar el jean de la castaña y la sintió suspirar. Con su ayuda logró sacarlo y volvió a besarla, quería transmitirle seguridad y tranquilidad. Fue acariciando sus piernas suaves, que a ella no le gustaban en absoluto y él las amaba, lo volvían loco. Y terminó por acariciarla por encima de la ropa interior, escuchando su gemido suave y pausado. Rápidamente se desprendió de su pantalón y se sentó en la cama con ella arriba. La hizo moverse, haciendo que sienta en qué condiciones se encontraba. Las respiraciones agitadas y el ruido de sus besos desesperados eran todo lo que se escuchaba en esa pequeña habitación. Con una mano desabrochó el corpiño de su novia y comenzó a besar sus pechos, suave pero desesperado. Lucía se encontraba en el paraíso y no pensaba escapar.
En un movimiento rápido, Valentín logró ubicarla debajo suyo y empezó a bajar dejando besos en cada parte de su cuerpo. Se deshizo de su ropa interior y comenzó a besarle los muslos hasta terminar en su feminidad. Se dedicó a disfrutar ese momento mientras la escuchaba gemir y la sentía retorcerse. Su placer radicaba en verla en ese estado, vulnerable y entregada completamente. Minutos después subió a besarla y notó sus mejillas rojas, sonrió y mordió su boca mientras se desprendía de su bóxer. Tomó un preservativo y se lo colocó, dedicándole una sonrisa en cuanto notó que ella lo miraba tímida. Volvió a colocarse encima suyo y con una mano comenzó a estimulara. Sabía que era la primera vez de su novia y quería que sea lo menos doloroso posible. Introdujo un dedo, luego dos y por último, empezó a penetrarla despacio y de a poco.
- Si te duele mucho, me decís y paro, ¿sí? - dijo dándole un beso chiquito en el mentón. Lucía cerró los ojos y asintió.
El dolor era bastante, pero era soportable. Eventualmente fue reemplazado por un placer que jamás había sentido y sólo pudo gemir, hasta terminar en un orgasmo que la hizo retorcerse por completo. Segundos después, Valentín cayó rendido encima suyo.
- ¿Estás bien? ¿Te lastimé? - preguntó preocupado cuando notó que ella no emitía palabra alguna.
- Estoy bien Val, no me lastimaste. Estoy procesando la situación, yo vine a ver una película - dijo riendo.
- Bueno, pasaron cosas che - dijo él - pero estuvo bastante bien, ¿o preferías la película? - dijo levantando las cejas de manera pícara.
- Solo voy a decir que no me arrepiento de nada - dijo tímida y él la besó.
cuando es con vos, siento todo irreal
Yo les dije que esto estaba basado en una relación que tuve, pero esta escena particularmente es COMPLETAMENTE diferente porque tuve una primera vez horrible, llena de amor, pero espantosa ajajajhsajjaja y no daba contarla tal cual porque arruinaba mi lado romántico plasmado acá.
pd: tardé en actualizar porque ando re mambeada y la cabeza no me da para todo, pero weno. en fin, grax a lxs que leen.
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Peperina
Teen Fiction«Y dentro de su cuento ella era cenicienta, su príncipe era un hippie de los años sesenta»