Recuerdos_Cap6

37 4 17
                                    

2/2

24 de abril 2020
Salvador

Entender que hay situaciones que no puedes cambiar aunque quisieras, definitivamente no es sencillo.
Amar a alguien y no poder correr hacia ella porque te dejó en claro que no había un futuro juntos lastima de una manera que no se puede explicar con palabras.
Aún así tratar de olvidarla llenando su vacío con alcohol, fiestas y ligues ocasionales, terminó por ser un gran error.
Al final del día me sentía más solo que antes. Y no fue hasta que Jared me abofeteó con sus palabras hace unas semanas que reaccioné y por fin paré.

Nunca antes terminar una relación me había desestabilizado de este modo, tal vez se debía a que no tuve la opción de elegir o que la amaba más de lo que alguna vez había sido capaz de amar. La maldita opresión en el pecho que me carcomía por dentro  no se hacía menos dolorosa. Un año, solo un año había durado lo nuestro y se sentía como si el tiempo estando juntos hubiera sido eterno. Verdaderamente había sido mi puerto fijo, mi cable a tierra,

-¿Vienes o seguirás trabajando? La pregunta de mi socio, me sacó de mis pensamientos.
-Prefiero quedarme, pediré que me traigan el almuerzo a la oficina.
-¿Irás a la obra? o ¿Prefieres que te sustituya esta vez?
Llevaba algunas semanas delegando todas mis actividades, pero ya era hora de volver a tomar todas mis responsabilidades.
-Me haré cargo, dije sin más y volví mi vista hacia la computadora.
Martín, asintió y sin preguntar más salió.
Él, además de ser mi amigo y socio, era cuñado de mi Mar, la chica que me había roto el corazón. Y desde que lo habíamos dejado, Martín no sabía cómo conversar conmigo sin que en algún momento algo nos desviara hacia ella o que yo le terminara preguntando si la había visto.
Después del primer mes de ruptura, y de que mis salidas nocturnas se hicieron más frecuentes, nuestros intercambios de palabras eran netamente de trabajo.
Sus miradas de desaprobación me dolían, pero no podía defender mi forma de seguir sin dejarla a ella como la mala, así que prefería cargar con la culpa. Antes de Mar ya tenía una reputación mal ganada, así que no era tan descabellado pensar en mí como el ser sin corazón.

-Otra vez perdido en pensamientos, entró Jared a mi oficina sin anunciarse.
-Corrijo los planos de detalles que debo adjuntar al anteproyecto de la residencial. Dije, aunque su afirmación era cierta.
-Pensé que Lina había presentado el expediente completo.
- Ayer en reunión expuso todos los planos que habían pedido, los de detalles no estaban dentro de los solicitados, pero uno de los inversionistas empezó a poner trabas diciendo que el presupuesto estaba unos miles por arriba de lo que la otra empresa había contemplado.
-Si quieren trabajar con nosotros deben atenerse a nuestros propios requerimientos, se encogió de hombros.
-Eso mismo les dijo mi hermana, pero de una manera más diplomática.
- Me imagino a Lina mordiéndose la lengua para no destilar su veneno, rió como si verdaderamente la estuviera viendo. Y yo solo negué sonriendo, conocía el temperamento de mi hermana y también me extrañaba que ningún comentario mordaz hubiera salido de su boca.
-Intercambiaron un par de palabras más y el resto del equipo quedó encantado con la propuesta en general.Al final dieron por ganadora a nuestra empresa. Aún así, Lina ofreció para hoy el plano de detalles que explica el costo extra, sabes que odia no tener la aprobación unánime.
- ¿Por qué no es ella la que está trabajando en las correcciones? inquirió curioso.
-  Lo estaba, pero le ordené que se encargara del prototipo de prueba que había que imprimir.
-No puedo creer que esa muchachita , nos lleve ventaja en el manejo de las impresoras 3D, se quejó mi amigo.
-¿Eres consciente de que son solo 6 años que le llevamos, y que además fue la más sobresaliente de su generación? dije sonriendo orgulloso por esa princesa que aunque fuera un dolor de muela, seguía siendo mi hermanita menor.
-Lo tengo más que presente, respondió dándome la razón.

Aunque Jared y Lina lo negaran, cuando ambos estaban en la misma habitación se sentía el magnetismo que emanaban sus cuerpos. Yo fingía no notarlo y ellos actuaban cómo si se odiaran, sin embargo sabía que Lina había tenido un enamoramiento adolescente por él y Jared se sentía atraído por ella desde siempre pero no quería romper su regla de no más niñas mimadas en su vida. En pocas palabras, su situación era complicada y mientras ellos no hicieran nada al respecto, así se mantendría.

Amor sin límite de tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora