Inseguridades De Conejos

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Pasamos toda la tarde platicando, los cuatro acostados en la misma cama, estaba rodeada de sus aromas y eso me tenía por las nubes hasta que mi estómago empezó a hacer ruido dejando ver que tenía hambre, ni siquiera estoy segura de cuantos días a pasado desde que tuve una comida.

-jajaja amorcito tienes hambre? - cuestionó Darius aunque se que habían escuchado a mi estómago.
Solo fui capaz de asentir con mi cabeza mientras me ponía roja.

-Muy bien entonces vamos a alimentar a nuestra  mate.

Con eso dicho los vi a los tres levantarse en total sincronizacion estaba por hacer lo mismo cuando Darius me tomó en sus brazos al estilo princesa, sus hermanos ya habían salido del cuarto.

-umm Darius yo, puedo caminar, se como hacerlo-le dije contra su cuello
-Estoy seguro de que si amorcito, pero moría por tenerte entre mis brazos así que déjame este pequeño capricho si? - lo deje hacer como había pedido y salimos del cuarto donde estábamos, curiosa vi todo a mi alrededor, se notaba que estábamos en una casa muy grande y elegante, yo había vivido la mayor parte de mi vida en pequeñas madrigueras hechas por mi misma en lo profundo del bosque de mi antigua manada, no estaba a costumbrada a tantos lujos.

Había estado muy quiera en los brazos de Darius hasta que vi que estábamos frente a unas escaleras, de inmediato comencé a retorcerme intentando hacer que me bajara.

-Amorcito quedate quieta.

- D a Darius bajame por favor, peso mucho y te vas a lastimar- dije insegura no quería que pensaran mucho en mi y mi cuerpo, tal vez cuando pasara mi celo y ellos pensaran bien las cosas me rechazarían, ningún lobo decente tomaría a una coneja como mate y aun menos a una coneja tan gorda y desagradable como yo, tal vez como diversión y para pasar el celo pero nunca para hacerla madre de sus cachorros y menos aún para que portara su marca, eso lo reservavan para lobas o felinas importantes y poderosas.

-jajajaja pero que dices mi amorcito, si apenas y pesas nada, eres tan pequeña- dijo entre risas mientras bajaba las escaleras conmigo aun en sus brazos, yo me quedé quieta de nuevo para evitarnos algún accidente en las escaleras.

-Nnno te burles de mi por favor- le pedí mientra nos llevaba a una enorme cocina equipada como imaginaba tendría equipada su cocina un chef profesional, donde Dimitri y Dayan ya estaban preparando los alimentos, por un momento me quedé en bobada viéndolos trabajaban en total armonía si Dimitri necesitaba algo solo estiraba la mano y Dayan sabía exactamente que quería y aveces incluso le entregaba las cosas antes de que Dimitri se diera cuenta de que las necesitaba, estuve viéndolos trabajár mientras Darius se sentaba frente a una barra conmigo en sus piernas.

-Emily mi amorcito no me estaba burlado  solo decía la verdad, solo mirate - cerré mis ojos y tape mis oídos instintivamente, no Quería escucharlo y menos de alguno de ellos eso solo rompería mi corazón.
En mi cabeza podía ver y escuchar a los lobos de mi antigua manada

" mirate eres una sucia coneja, quien tomaría en serío a una puta y asquerosa coneja, todos en la manada han pasado por ella, gorda y asquerosa coneja calienta pollas venga ven arrastrate como la zorrita necesitada que eres y súplica por mi nudo"

Podía sentir las lágrimas correr por mis mejillas, de pronto fui arrancada de los brazos de Darius, el movimiento brusco me hizo abrir los ojos Darius y Dimitri me veían asustados frente a mi, mientras Dayan me tenía entre sus brazos apoyando mi espalda en su amplio pecho.

-No es eso princesa, ninguno de nosotros pensamos así deja de llorar por favor, por favor prencesa no llores, te juro que no somos asi- me decía mientras me sostenía más fuerte contra su pecho.

Los Tres Alfas (EN PAUSA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora