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Antes de iniciar, quiero aclarar que esta historia ocurre en el mismo mundo de la serie "Sweet Tooth" de Netflix.

Antes de iniciar, quiero aclarar que esta historia ocurre en el mismo mundo de la serie "Sweet Tooth" de Netflix

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Sus uñas se enterraban en la espalda desnuda de su pareja mientras se empujaba dentro de él.

Los jadeos eran escuchados por todo el lugar, y aumentaba el placer que sentían al verse en medio del bosque disfrutando de su intimidad.

Lo que al inicio había sentido incomodidad por verse tendido en el verde pasto, ahora sólo hacía que quiera envolver sus piernas más a la cintura de Bright, quien buscaba dar en el ya conocido punto débil de su pareja.

- Por favor... -no hubo necesidad de decir más, sabía a que se refería perfectamente a pesar que haya salido intangible de sus labios debido a los jadeos.

Unió sus labios en un beso húmedo, estirándose por el fino cuerpo del médico pediatra a quien amaba con todo su ser.

El movimiento solo hizo que entrara más profundo en él, logrando lo que Metawin estaba buscando desde un inicio.

Sentirlo temblar del deseo y el placer entre sus brazos era lo que más amaba hacer, deshaciéndose por su acto.

Por él y nadie más que él.

Y sabía que le gustaba cuando era posesivo de esa manera.

El primero en llegar al clímax fue Win, dejando sus fluidos entre su abdomen y el de Bright, quien seguía profanado su esfinter para alcanzar su propia liberación, besando sus labios salvajemente.

Sabía que estaba a nada de llegar, la fuerte contracción que el agujero de su pareja le dio a toda su extensión fue la clave para eso.

Se sintió lleno.

- Si fuera posible que los hombres concibieran, estoy seguro que ya tendríamos la mitad de un equipo de fútbol en casa. -la voz salió grave mientras acariciaba la mejilla con su nariz, regalándole un bello beso esquimal.

La risa de Win se hizo escuchar.- Lo bueno es que no tenemos útero. -sus labios fueron asaltados nuevamente, mientras Bright empezaba a moverse nuevamente dentro de él, ahogando el jadeo que salía desde la garganta del pediatra.

- ¿No- ah... -su espalda se arqueó al sentir como su pareja había dado en su próstata, lentamente, volviéndolo loco.- estás cansado?... mmmm mierda.

- Esa boca. -calló un nuevo gemido con sus labios. Y a la par que respondía su pregunta, dio otro golpe certero con su falo, rompiendo la poca cordura que le quedaba en un grito de placer.- Y nunca me cansaré de hacerte mío, Win Metawin.

El colchón se movía, haciendo que abriera sus ojos a regañadientes

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El colchón se movía, haciendo que abriera sus ojos a regañadientes.

Sentía un leve peso sobre su abdomen, y como es que el pequeño bulto saltaba sobre él.

- ¡Papi! ¡Ya es hora de despertar!

Fruncía el ceño mientras iba estirando sus brazos, sonriendo a su pequeño hijo.

- ¿Cómo durmió el príncipe de papá?

Las orejitas grises de su hijo se movieron, denotando que su sueño había sido placentero.

Había aprendido a leer cada expresión de sus hermosas y peludas orejas a través de esos años. Amaba eso de su hijo.

O, y no debemos olvidar su colita también.

- Dome durmió super duper bien, papi.

El niño de seis años aplaudió con sus manitos, para luego recostarse en el pecho de Win, quien empezó a acariciar su cabeza.

El pequeño amaba cuando su papi lo mimaba en esa parte.

- Y bueno, ¿qué vamos a comer hoy, lobito?

- Tenemos tomates, lechugas, pepinos, huevos, zanahorias y papas.

El Metawin de seis años atrás tal vez hubiera batallado para comer eso en un desayuno.

Sabía que con un puchero, Bright hacía lo que él deseaba, y si no había lo que quería en casa, iba al super en pijamas a conseguir lo que deseaba.

Ahora no había supermercados cerca.

Tampoco Bright.

- Papas sancochadas con huevo, ¿sí?

- ¡Sí! -el pequeño se bajó de la cama rápidamente, jalando del brazo a su papá para que se ponga manos a la obra.

Sin nada más que hacer, Metawin siguió las órdenes de su hijo e inició el día con la usual rutina de hace ya más de seis años.

Sweet Creature | BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora