— Se te ve feliz, Bright. —Gun miraba enternecido al hombre, notando la gran diferencia con la última vez que lo había visto.
Había estado al tanto de los recientes sucesos ocurridos en su vida gracias a su novio. Se sentía más relajado al saber que los amigos de Jumpol estuvieran muy felices por su embarazo.
Solo le quedaba lo más difícil: su hermano.
— A ti también Gun. Espero mi sobrino no te cause molestias. —molestó moviendo sus cejas.
La mesa se llenó de risas.
— ¿Qué tanto se ríen? —la intensidad fue bajando de a pocos luego de escuchar esa voz, que aunque quisiera ser suave y dulce al encontrarse en su casa, no dejaba aquel tono de mando irreconocible.
Arm Weerayut Phunsawat, uno de Los Tres.
Para el mayor no pasó desapercibido el repentino cambio de humor de todos los presentes en la gran mesa mientras tomaba asiento en el medio de todos ellos.
Analizó el comportamiento del Phunsawat menor, su labio inferior tembló para luego atraparlo en sus dientes, intentando ocultar su inminente nerviosismo. Luego posó sus ojos críticos sobre la pareja de este: su temple era tranquila pero notó la gota de sudor que caía por un lado de su rostro, sus manos entrelazadas apretándose ligeramente.
— Queremos hablar contigo sobre algo, Arm. —el tono fue decidido, algo que a él le gustaba ver en Jumpol, a pesar que sabía que por dentro, seguramente, estaba rogando de rodillas a los cielos que su respuesta fuera buena.
Con un sonido de aprobación, dio el permiso a que hable mientras iniciaba a degustar la comida que tenía servida ya en su plato.
— En privado. —la mirada de Gun era brillosa: solo la usaba para convencerlo de algo.
Pequeño manipulador.
Bajo la atenta mirada de todos los que rodeaban la mesa, limpió la comisura de sus labios con una elegancia muy en contraste con la desesperación que enarbolaba en la joven pareja.
— Ya lo sabes... —Atthaphan supo leer bien aquella acción y Weerayut estaba orgulloso de él al haber podido leer su respuesta entre líneas.
Aclaró su garganta.— Por supuesto que ya lo sé, Gunnie. Seré tío. Felicidades.
Los rostros ansiosos de los amigos de su hermano le causaron un poco de gracia, pero también un poco de pesar consigo mismo.
¿Realmente había cambiado demasiado desde hace seis años? Su hermano tenía miedo de contarle sobre su bebé, con eso, se respondía solo.
Sus divagaciones se implantaron en su rostro, fruncido el ceño con pesar.— Quiero dejar en claro que tienen todo mi apoyo, chicos. Solo quiero verlos felices y realmente me he llegado a preguntar que tanto miedo me tienes como para no habérmelo dicho antes. —manifestó su temor.
Sus orbes se posaron sobre Pirapat, él había había su amigo en la milicia.— ¿Realmente me he convertido en un monstruo?
Los labios apretados fueron su respuesta.
— Ya no puedo más. Hemos opresado a esos seres inocentes por miedo, tenemos que admitirlo. La cura la tenemos, pero necesitamos matarlos... si tan solo hubiera alguna otra opción- La hay.
La voz de Vachirawit interrumpió el monólogo del mayor.
La mirada de todos cayó sobre Bright, quien tomó toda la valentía, coraje y amor por su familia para hablar.— La hay. —repitió.
Weerayut vio la decisión en sus ojos, escrutinó a todos los presentes, viendo como ellos también tenían una verdad que le habían ocultado por lo mismo: miedo.
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Sweet Creature | BrightWin
FanfictionEra la viva imagen de él. Su nariz, sus rasgados ojos, hasta el color de piel. Su pequeño era un retrato de su padre, al que nunca había conocido. Un pequeño híbrido lobo que había nacido en el momento incorrecto, pero que lo convirtió en el más fel...