El secreto de Draco

Despedida

A la semana siguiente Harry se sentía raro demasiadas emociones lo inundaban
Draco seguía raro y lo que fuera que planeara lo preocupaba demasiado pero tampoco podía intervenir y perderlo cuando el mismo dijo que eso no cambiaba nada, lo hacía, quería ayudar quería protegerlo, ¿Novio? No no era su novio, no habían promesas de amor eterno de parte de el rubio nisiquiera sabía si lo quería o si estaba disfrutando de un polvo sin preguntas, maldito slytherin místerioso y adictivo, lo iba a volver loco ¿Debería hablar con alguien? No es como si alguien le fuera a creer y Dumbledore cuando ocasionalmente lo veía le dedicaba una mirada algo cómplice, de su relación con el rubio no sabía estaba seguro, pero eso no significaba que no supiera nada, además su divina y controladora mejor amiga había estado encima de el día y noche, la única que le brindaba apoyó era Ginny con su sonrisa cada mañana regalándole un vaso de jugo de calabaza que según sabía conseguía solo para el
No contentos con eso le habían vuelvo a prohibir el quidditch ¿Es que el mundo estaba en su contra? Tampoco era algo nuevo pero agotador si era
En cualquier momento iba a tener una crisis y ahí lo iba a extrañar, se le estaba pegando el dramatismo eso era seguro
Tanto era pedir una vida normal? Quería un novio que lo besara de día y tener problemas de un adolescente normal, pero noooooooo, nadie le había preguntado si quería ser un héroe, cosa que no quería ¿Donde estaba ese agujero que se tragaba a la gente?
Y porque Pansy se estaba colgando de el cuello de Draco ahora lo iba a dejar por esa y ya definitivamente tantos golpes en la cabeza lo afectaban, quería llorar
Tal vez era momento de dejar que el profesor Snape lo tomara de muñeco de prueba y muriera trágicamente por no poder realizar un protego, no era muy obvio
Tirarse de la torre de astronomía no era su estilo, Ron lo saco de su lamento
-Estas bien compañero?- no
-Estoy bien Ron ¿Por que la pregunta?
-Crei que extrañabas el quidditch, tal vez si te relajas un poco te dejen volver, no es lo mismo sin si- el quidditch, aja claro el quidditch a Draco extrañaba
-Quizas si debería
-Que tal si vamos este fin de semana por una cerveza de mantequilla-
-Es perfecto Ron claro
-Dean y Seamun irán, un fin de semana de chicos para relajarse te ayudara-
-seguro cuenten conmigo- le ronrio, al menos su amigo era simple y estaba a su lado, hasta que se enterará de que  dejaba que su peor enemigo se lo tirará y que estaba perdidamente enamorado de él, suspiró y su amigo pasó su mano por su espalda, si era reconfortante

Los encuentro con Draco se volvieron semanales con suerte, quería tocar su cuerpo entero, pero quería reconfortarlo y hacer que se abriera, ¿Pedía demasiado o se conformaba con muy poco? Sabía que Draco lo había notado y parecían despedirse lentamente, dolía, dolía mucho
Debía ser su parte slytherin era sabido que las serpientes se enamoraban una sola vez y era un amor único he incondicional, un solo amor para toda la vida, doliese lo que doliese iba a salir lastimado, lo supo desde un principio, eso no hacía que cada vez se aferrarse más a eso tan efímero que se le escapaba de las manos, no lo tenía lo sabía pero tampoco lo rechaza de lleno esa noche iba a verlo a riesgo de que lo dejara, cada noche que se veían era igual un el anhelo de verlo y el dolor de saber que cada vez estaba más cerca de perderlo

Media hora para la media noche, todos dormían ¿Esa noche sería la última? Maldita aula en desuso, maldito corazón traicionero, maldito el frío suelo, maldito el sentimiento y malditas las lágrimas que se le escapaba, la hora llego y la puerta se abrió
Otra vez su corazón se desbocó
-¿Por qué lloras?- pregunto
-Por ti- dijo mientras el tomaba asiento junto a él
-Perdón- era sincero lo sabía
-No es tu culpa-
-No puedes llorar por mí y decir que no es mí culpa Harry- la luz de la luna se colaba por las ventanas esa misma luna era como Draco algo maravilloso y etéreo que solo podía ser admirada de noche y de día se volvía inexistente  , acercó su mano a su mejilla acariciando esos razgos perfectos quería grabarse el tacto de su piel su memoria para que cuando fuera viejo pudiera recordar el tacto de esa piel de seda
-Se que me vas a dejar, siempre lo supe- y era verdad
-Es lo mejor- estaba siendo duro pero no cruel, apesar de todo el no era cruel ¿Podía acaso pedir más? La respuesta era clara. No, todo avanzaría el recuerdo el tacto de su piel se desvaneceria, olvidaría el olor de su perfume, pero el sentimiento no se iría
-Siempre te voy a esperar-
-No lo harás, seras muy feliz Harry- ahora el también lloraba
-Una vez leí que hay personas destinadas a encontrarse y amarse pero no ha continuar juntas-
El también acercó su mano a su rostro, levantó su cabello y beso su cicatriz -Que me has echo?- no quería hablar que ganaría con eso, solo quería más tiempo con el
Porque el destino lo odio de esa forma, había nacido para perder todo lo que amaba y está no sería la excepción está vez al menos le habían avisado con tiempo
-Draco te amo- era una despedida lo sabían ya no podían volver a meterse en su burbuja no podían fingir que la guerra no estaba ahí, y ellos estaban en bandos distintos, maldita guerra ninguno pidió participar en esta, ninguno eligió un bando los habían arrastrado sin mas, en otro universo serían felices juntos quizás pero en ese, no quedaba nada por hacer, uno no abandonaría a su familia y el otro no dejaría que el bando contrario ganará, jamás siquiera lo pedirían, aveces hablar estaba de más
Maldita cicatriz, maldita marca.
-Te amo Harry- era verdad lo que empezó como un juego o un plan se convirtió en amor, ese que jamás creyó sentir se encontraba ahí acariciando su rostro, un amor un solo amor en la vida sabía que no se repetiría, después de esa noche lloraría sobre su amiga hasta que se quedará sin lágrimas pero ese no era el momento esa era una despedida
Silencio, el silencio y el dolor ¿Que no daría por gritarle al mundo su secreto? Pero eso eran secretos, escondidos en un pequeño y sigo lugar, como si ellos fueran los que estaban mal, como si su amor fuera el problema y no la guerra
Un beso con sabor salado, y una despedida, esa noche en silencio cada uno se juro en silencio amor eterno, esa noche le pidierón a todas las fuerzas de universo que les permitieran volver a encontrarse y tal vez solo tal vez la luna que sabía de su secreto los iba a escuchar.